Capítulo 34: Semper et in aeternum.

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¡No te atrevas a llevártelo! ¡No lo harás!

Pensabas una y otra vez, Kyōjurō estaba detrás de ti con la katana de utilería, pero afortunadamente, tu padre llevaba la katana de verdad porque tú abuelita le había contado y tuvo la corazonada de llevarla por si las dudas.

¡Hija! Lo viste y te lanzó la katana, la tomas y respiras hondo poniéndola en tu cintura gracias al cinturón del traje.

Atrás, Kyo.. estaremos bien.

Volteaste a verlo y el asintió. Comenzó a resguardar a la gente entre los árboles y tus amigos veían nerviosos la escena.

Déjame ver a Azumi, ¿Si? Quiero divertirme, no matarte... Por ahora... Reía Akaza y tú solo te estremecías y veías todo de color negro de repente. Akaza había atacado y te había dado un golpe leve en la mejilla.

Te levantaste como pudiste y limpiaste la comisura de tu boca. No te la dejaré tan fácil ésta vez...

Aiko estaba preocupada y Kyōjurō tomó su mano.

La lucha se estaba iniciando. Intercambios entre katana y puños, tus pulmones ardían, habían recibido un golpe en la cara, uno a la altura de las costillas y estabas con la rodilla derecha en el suelo.

Carajo... Ésta vez está ganando pensaste cuando de repente, sentiste la mano de Kyōjurō en tu hombro y asintió viendo hacia donde estaba Akaza estaré contigo, pequeña.

Te levantas, sentías algo romperse dentro de ti y llevas tu mano al costado derecho.

No te muevas decían los más grandes mientras se paraban frente a los dos.

La caballería llegó, que tierno... Pero eso no me detendrá...

Ni a mi como si algo más estuviera en su lugar, Kyōjurō y tú caminan juntos y sacan las katanas de las fundas.

Aiko


Cuando era niña, mis padres nos contaban la batalla que ellos habían ganado en las vías del tren... Recuerdo la mirada de mi papá al hablar de mi mamá, su admiración, amor que le tenía... Mejor dicho, se tenían.

Mi hermano y yo, cuando los perdimos, nos sentimos tristes, pero es parte de la vida... ¿No? Pero... ¿Que regresen? No... Ellos deberían estar descansando después de tanto pelear... Me recordó a cuando unos tipos empezaron a acosar a mamá.... Su cabellera negra, larga, sus ojos de color gris... Y ella, sin pensarlo, golpeó a los tipos y llegamos a casa con las compras hechas puré y mi hermano llorando del susto. Ésto era diferente...

Akaza, sabes bien que no tienes oportunidad ésta vez.

Vamos, Azumi-chan está mal... Escucho como cada hueso que le rompí, chocan entre sí... Y...

Mi nieto corrió a dónde estaba y comenzó a pelear contra él.
Al mismo tiempo, que (T/n) corría por un lado sin importarle sus heridas y salían Cerezos de su katana.

Al verme, sus ojos habían cambiado, era mamá...

El aire se estremecía con cada golpe, el calor se sentía venir de la katana de mi nieto, pero al no ser su nichirin, no podía hacer más, sin embargo, eso no les impidió dejar mal herido a Akaza.

No me había dado cuenta que una chica venía a ver la obra, cuando Akaza se quedó inmóvil viendo a la chica... Ko...

Ambos lo atacaron y Akaza se alejó para ver mejor a aquella joven, pero de un momento a otro, (T/n) cayó de rodillas y Akaza iba a golpearla, cuando Rin se atravesó y recibió el golpe de lleno.

En Mi Otra Vida(Kyojuro X Lectora) 1ª ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora