Capítulo 5: Batallas interiores

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Me imagino que no todo el tiempo te sientes fuerte, ¿Cierto?

Si... Sientes todo el peso del mundo y por más que quieres llorar, no puedes. Es como si algo te lo impidiera, y sientes que tú esencia poco a poco se apaga o se va... Sonríes por evitar preguntas, ríes porque quieres aparentar que estás bien y mintiéndote crees que al fin lograrás ser feliz...

Créeme cuando te digo que no es así.

Sálvate a ti mismo...

Ésa era mi "filosofía" desde que crecí con la culpa por haber hecho que mi hermano muriera.

Al ver llorando a mi papá de esa manera, y al no poder llorar por su partida, en cierta forma me había hecho una persona "inmune" a la tristeza. No podía llorar, por más que lo intentara, jamás salía una lágrima.

Apartas un poco a tu padre, tomas una servilleta de la mesa y limpias sus ojos. Le sonríes y lo abrazas con fuerza.

Perdón pequeña... No debí dejarlos solos...

No te disculpes, papá... No lo hagas. Él sabía que habías ido lejos a trabajar... ¿Si?

Suspiraba y te alejaba para sonreír con sus ojos rojos.

Iré a investigar algo... Come con tus abuelitos y tus amigos... Ya vengo. Sube las escaleras y abres la puerta que daba a la cafetería. Ves a Kyōjurō abrazando a tu abuelita y sonríes. Cierras las puerta y al caminar Senjuro te abraza llorando.

¿Qué pasa, pequeño? Lo apartabas un poco para agacharte y como pudiste lo cargas como un niño pequeño, pero terminas cayendo con él al suelo y éste llora abrazándote del cuello.

Kyōjurō y tú abuelita miran la escena y tú solo te limitabas a acariciar su cabeza con cuidado. Tranquilo, no llores... ¿De acuerdo?

Se separaba un poco del abrazo y limpiaba sus lágrimas con sus manos. E.... Es que tú.... Lloraba con sentimiento tu perdiste a tu hermano.... Y... Y.... Yo no sabría que hacer sin Kyōjurō... Es mi familia....

Llora desconsolado y lo abrazas con fuerza

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Llora desconsolado y lo abrazas con fuerza. Él jamás te va a dejar, Senjurō... ¿Crees que tiene ganas de dejarte? El pequeño negaba y Kyōjurō ayudaba a ambos a levantarse.

Gracias Kyo... Le sonríes y Kyōjurō te abrazaba haciendo que tu cara se tapara con su pecho. Te quedas inmóvil por la impresión de aquel abrazo.

Pov Kyōjurō

Al abrazarla con fuerza suspiro y acaricio su cabeza. Yo era un niño cuando mamá se fué... Enfermó sin más y los doctores no sabían que tenía... Senjurō no pasaba de los 4 años... Su vitalidad fue disminuyendo gradualmente hasta que ella un día ya no despertó...

En Mi Otra Vida(Kyojuro X Lectora) 1ª ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora