Capitulo 19: Los preparativos

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Todos comieron contentos y hasta hacían bromas entre ellos mismos como siempre. Pero Kyōjurō ésta vez estaba callado y Senjurō lo miraba preocupado. Tú lo mirabas a veces mientras estabas en el mostrador pensando en aquella foto y suspiras.

Nainai, ¿Crees que...

No lo sé... Espero y solo sea una coincidencia, mi niña. Tú no te preocupes por ello. Disfruta la vida que tienes ahora, ¿Si?

Asientes y todos se levantaban, pagaban y limpiabas la mesa.

Iré a hacer tarea decía Senjurō y te abrazaba te veo en un rato, (T/n)-chan tú asientes y besas su frente. Si necesitas algo, estaré aquí. Sonríe y tú abuelita lo acompaña a la casa.

Kyōjurō y tú se quedan solos y te limitas a ir a lavar los trastes, Kyōjurō fue a dónde ibas y toma tus manos y te sonríe.

No está tan mal pensar que es mi segunda vida conociéndote, pequeña. Te sonrojas y sientes como tus mejillas se calentaban

E...e....¿Eso crees? Se pegaba a tu cara y sonreía. Lo creeré hasta el día en que se demuestre lo contrario...

Pero... Solo podría ser una coincidencia... O solo por vivir aquí, nos parecemos a ellos,  ¿no crees?

Kyōjurō sonríe y te da un pequeño beso en los labios. Al ser el primero, te sonrojas y no sabes cómo reaccionar, se separa del beso y ríe leve. No sé que podría pasar, pero de una cosa estoy seguro... Quiero estar contigo... Cierras tus ojos y sientes tú corazón que palpitaba súper acelerado.

Va al otro lado de la barra y te ayuda con los trastes que faltaban.

Pero... Apenas nos conocemos, Kyo... ¿Seguro que quieres eso? No soy como otras chicas... Suspiras y lavas los trastes. No soy tan detallista o tan tierna como para hacer manualidades... O tan... Am... Cursi para dedicar canciones, siento que lo que haría sería un desastre y....

Serías mi desastre favorito. Oye... Nadie es perfecto... Yo golpeo gente cuando molestan a los que quiero y no puedo ser fuerte para detener a mi padre y decirle que lo necesitamos. Estamos a mano, ¿No crees? Lo miras con una leve sonrisa.

La pareja perfectamente imperfecta. Ríes y lavas los trastes faltantes. Deberíamos ir por el material que falta el día de mañana. ¿Te parece, Kyo?

Éste asiente y sonríe. Al terminar los trastes. Ambos van a la barra y esperan a que alguien más entre para atenderlo.

¿No quieres ir a descansar? Podría terminar de cuidar esto en lo que Nainai termina de ayudarle a Senjurō lo miras con una sonrisa

No... Debo ayudarte. Tu recibiste ese golpe por mi... Y no, no me siento culpable por ello, pero tengo una deuda contigo, ¿Vale?

Asientes y te recuestas en el mostrador. Quiero comer una paleta de hielo de nuez... Se me antojó una ríes y miras a Kyōjurō ¿A ti?

¿Eh? ¿Cómo sabes que tengo antojo de algo? Ríe cruzando sus brazos papas dulces. Ya sabes...
Ríen ambos y por estar platicando de cosas sin sentido, chistes, sobre lo que les gusta hacer y otras tantas cosas, el tiempo se fue volando. Mandaron ambos a descansar a tu abuelita y atendieron el lugar el resto de la tarde.

Ambos fueron por sus mochilas e hicieron tarea, si llegaba un cliente, lo hacían a un lado y lo atendían, si a uno se le dificultaba algo en específico, el otro le ayudaba.

Al otro lado de la calle, entre los arbustos y árboles de la casa de Kyōjurō, Hakuji se asomaba y apretaba la mandíbula y la mano molesto. A pesar de lo que había pasado, estaba molesto contigo por haber preferido al rubio y no su amistad de años. Suspira molesto y se va al bosque.

Lo haré... Truena la boca y un hombre se acerca a él con un líquido color azul en un frasco.

Lo abre y al ingerirlo, comienza a sentir como su respiración y corazón se aceleran demasiado, pierde el conocimiento y alguien lo toma, lo pone en su hombro y se pierden en el bosque.

Estabas hablando con Kyōjurō cuando sentiste una pulsada en el pecho. Respiraste hondo y viste a la casa de Kyōjurō.

¿Estás bien? El rubio te mira preocupado.

Si... Sólo sentí algo en mi pecho, pero estoy bien. Ya sabes, luego el sexto sentido dice que está presente ríes leve, ves la hora y te acercas a la puerta a cerrar el lugar. Kyōjurō limpia las mesas y sube a éstas las sillas y ambos se estiran y ríen.

Vayamos a dormir. Mañana tenemos clases. Kyōjurō abre la puerta a la casa y hace un gesto de que entraras. Sonríes, tomas las mochilas de ambos y las dejas en la entrada de la casa.

Todos se sientan en la mesa y cenan mientras platicaban qué oni iba a hacer cada uno para la celebración de la semana siguiente. Senjurō estaba muy emocionado porque estarías con ellos ese día, Kyōjurō decía Umai por lo bajo y tus abuelitos discutían sobre si los haori de Kyōjurō y tuyo fueran como los del pilar de la llama y del cerezo, o uno de soles como el nombre de tu abuelo y unas flores para ti. Tu papá solo veía la escena con atención y reía a cada gesto que sus padres hacían con tal de que uno de los dos cediera.

Tú no dejabas de pensar en aquella foto... ¿Lo que soñabas era coincidencia o si tenías algo que ver con Azumi?

Todos recogieron la mesa, tus abuelitos seguían discutiendo subiendo las escaleras, tu papá te da un beso en la frente, se va a su recámara y los tres se quedan en el pasillo escuchando como los mayores peleaban en su recámara. Los tres ríen por lo bajo.

¡YA VAYAN A DORMIR! se escucha la voz de tu abuelita, los tres brincan y entran a sus cuartos asustados.
Se azoman los tres por el balcón de sus cuartos y ríen.

Descansen y sueñen lindo. Mañana iremos por todo para hacer los trajes sonríes y ambos hermanos asienten. ¡Entendido!

Sonríes, les mandas un beso y caminas a tu cama. Te recuestas y miras las estrellas en el techo. Dejas tu prendedor en la mesita de noche y suspiras. Cierras los ojos y te quedas dormida.

Mañana era todo día y sería emocionante... O eso es lo que pensabas.

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El próximo capítulo, espero, sea entretenido y algo emocionante después de leer todo este rollo 😂😂

Gracias por su apoyo y por leer ésta historia.

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En Mi Otra Vida(Kyojuro X Lectora) 1ª ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora