En Mi Otra Vida(Kyojuro X Lectora) 1ª Parte

Capítulo 45: ¿Envidia?

Cuando al fin llegó el receso, bajaste con tus amigos de siempre a comer con los demás, cuando al llegar al lugar, sentiste un jalón de cabello por detrás y caíste hacia atrás dejando caer tu obento y mirabas a Ángela a un lado tuyo con una cara enloquecida y reía histérica.

¿Te dolió, maldita? Reía y Kyōjurō iba hacia ti, cuando Henry le dió un golpe en el estómago con una risita.

¿Estás mal de la cabeza, Ángela? ¡Estás loca!

Ésta se enfureció más y jaló de tu cabello haciendo que tomaras su muñeca mientras dejabas salir unas lágrimas. Cómo pudiste te zafaste de aquel agarre. ¿Qué demonios te pasa?

Me pasa que tienes una promesa con MI chico, arrastrada. Te dije ese día en la otra escuela que no tenías derecho a ser feliz, ni con el imbécil de Henry señaló a éste ni con el Sol. Señalando a Kyōjurō que estaba en el suelo levantándose de aquel golpe.

¡Déjame en paz! Una vez me jodiste la vida, otra vez no te daré ese lujo, Angie apretabas las manos mientras tus puños se ponían blancos por la fuerza que tenías.

¿Si? Jajajajajajajajaja reía y cruzaba los brazos Henry, eres el chico más inteligente, guapo y carismático que he conocido en mi vida.

Ángela, basta. Dijo Henry acercándose a dónde estaban ambas.

Quiero decirte que mis sentimientos hacia ti son poderosos y que mis ganas de pasar mi vida a tu lado, son mas de lo que puedo llegar a imaginar.

Henry iba a taparle la boca cuando Ángela rió y tú respirabas furiosa.

Recuerdas ese día como si fuera ayer.

Caminabas por la escuela suspirando con tus amigas detrás de ti y Amélie veía la escena curiosa.

Amiga, ¿Estás bien?

Eh... Floto decías suspirando y todas te jalaban al patio de la escuela.

¿Eh? ¿Pero que....

Amie, estás ida desde hace días, ¿Pasa algo?

Es que suspiras y sonríes ¿Si recuerdan a Henry de nuestra clase? Las mirabas con una sonrisa cálida.

¿Quién no? Es un buen chico dijo Daphne y todas asintieron.

Pues últimamente nos hemos unido más... Hoy le diré que me gusta... Espero y sea algo mutuo...

Les mostrabas una carta, ese mismo día se la entregaste, él lo tomó a bien y te cuidaba más, cantaba contigo las canciones favoritas de ambos, te enseñó a tocar guitarra, le hacías dibujos, jugaban juntos... Parecía un sueño.

Cuando Ángela llegó a principios del nuevo semestre después de haberle dado la carta a Henry, te hiciste amiga suya y como las veían junto a las demás, creían que la amistad era en serio.

Le contaste a ambos de tu hermano Sam, los problemas que tenías en casa... Confiabas en ellos de manera ciega y un día todo cambió.

Apúrate porque Angie quiere las respuestas de los ejercicios ahorita. Dijo Henry tronando los dedos riéndose.

Si fuera tan fácil, ¿Por qué no le dices a Angie que lo haga?

El profesor los escuchó, los llevó a la dirección y a los tres los castigaron. A ti por no decir que estaban haciendo trampa y ayudarles, y ellos por seguir con esa maña de pedirte todo.