Capítulo 31: La luz de mi vida

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Te despiertas y ves a Kyōjurō dormido. Sonríes y contemplas su rostro, su cabello... Su aroma es fácil de percibir a esa distancia y solo te limitabas a pasar tu mano sobre su cabello y mejillas sin llegar a tocarlo. Te sientas en el futón y te percatas que eres la única que ha despertado. Son las 7:30 am y te levantas sin más. Caminas a la cocina y aparte de hacer comida para todos ese día, haces el desayuno.

Tu abuelita bajaba a hacer el desayuno cuando te veía que estabas despierta haciendo la comida.

¿Estás bien, mi niña?

Hola, Nainai. ¡De maravilla! Hoy serán los ensayos sin clases ni nada de eso... Y ya sabes... Estoy muy feliz, me siento afortunada por estar con él... ¡Muchísimo!

Ella ríe y te ayuda. Subes, tomas un baño rápido, te cambias el uniforme por uno limpio que tenías y bajas. Ves a todos allí sentados y Kyōjurō te hace la seña de que te sientes a su lado.

Todos los molestaban con un gran ara ara, cómo Shinobu.
Kyōjurō y tú se sonrojan y él se levanta de la mesa (T/n)-chan y yo somos novios, ahora sí nada me va a detener de poder hacerla felíz sonríe a más no poder, tu papá y tu abuelito cruzan los brazos y asienten orgullosos y tú abuelita solo abraza a Senjurō a su lado, cuando se oye el timbre de la casa.

Te levantas, vas a la puerta y a tu sorpresa, era Shinjirō, traía un pequeño oso de peluche y se le notaba más animado.

Perdona, (T/n), ¿Puedo pasar a ver a mis hijos? Tu abuelita al escuchar su voz, se levantó deprisa y se paró entre él y tú.

Pero sólo si dejas que yo esté con ustedes, Shinjirō.

Éste asiente y tú abuelita lo deja pasar, Senjurō se atraganta y Kyōjurō se quedó petrificado viendo a su padre.

Tu ibas a dónde estaba Kyōjurō para calmarlo cuando tú abuelita aclara su garganta.

Senjurō y Kyōjurō, vengan conmigo. Shinjirō sígueme, por favor.

Los tres asienten, y cuando ibas a tu lugar, Kyōjurō toma tu mano y te lleva con ellos a la zona del restaurante.

Tu abuelita solo sonríe leve y mira a Shinjirō.

¿Que sucede, Shinjirō -san? ¿Estás bien?

El hombre, tan imponente que se veía, dejó el oso en una mesa, se sentó sobre sus piernas, sus manos estaban frente a él y en ellas, pegó su frente.

Quizás y no sea digno de su perdón, ni su cariño... Mucho menos su respeto. He sido un mal padre, hijo, amigo y he dado una primera mala impresión a la nieta de la mujer que más me ha apoyado. Les pido una disculpa... No se las pido, les ruego me perdonen y...

Senjurō corrió a dónde estaba, lo levantó y lo abrazó fuerte y ambos empezaron a llorar. Kyōjurō apretó las manos y tú la sentiste. Respiraba acelerado y te acercas a su oído. Kyo, no siempre nuestros seres queridos están a nuestro lado... Tu papá es el único que te queda, aprovecha que está vivo y lo tienes cerca.

Te mira con ojos llorosos, sueltas su mano y él corre a abrazar a su papá. Los tres lloraban desconsolados y Kyōjurō escondía su cara en su pecho. Tu abuelita tomó tu mano y ambas se sonrieron.

Cuando los tres se calmaron, viste el reloj de pared y al asomarte al comedor, los demás se habían ido. Suspiraste y entraste de nuevo al recibidor.

Kyōjurō se separa, seca sus ojos y al ver el reloj, te mira preocupado y ríes. Por un día que no vayamos, no hay problema, ¿O si?

(T/n)-chan, hoy es el primer ensayo...

En Mi Otra Vida(Kyojuro X Lectora) 1ª ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora