[23] 𝙽𝚘 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎𝚜 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚘𝚕𝚊𝚛𝚕𝚘

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Me he estado mordiendo la lengua durante las dos semanas del mes de octubre y la primera semana de noviembre, sólo para estudiar un poco más mis ligeras intuiciones en algunas cosas de la casa. Al parecer soy el único que lo nota. Rich y Daniel están demasiado cegados por las chicas con las que están tonteando en el pueblo, incluso los he pillado desde la ventana escaquearse sólo para pasar parte de las noches con ellas; ahora entiendo el por qué la casa estaba tan silenciosa.

Enzo y Jonah, por el contrario, parecen ausentes. No he encontrado marcas en sus cuerpos cuando me he ido con el grupo al lago, y en alguna que otra noche he espiado desde la ventana para encontrar rara vez un encuentro furtivo. Jonah es el que tiene dudas; a Enzo no le importa en absoluto. El día de Halloween no tuvimos fiesta, ya que aquí no se celebra eso, pero si hice un poco de trampas: Partí y molí un trozo de viagra junto a flor angélica, lo metí dentro de un refresco, y cuando encontré el momento oportuno se lo di a Jonah. A Enzo sólo le dije que "hoy tendría algo muy duro entre manos". 

No me entendió... hasta que ocurrió.

¿El resultado? Positivo, y en mi treta con Enzo conseguí dos cosas: Demostrarle que sé su secreto y que ambos se gustan pero no quieren decirlo abiertamente.

En Halloween escuché los golpes del cabecero de la cama durante horas.


Ahora, conforme ceno con Tarek, soy consciente de que guardar secretos es pesado. Los lobos somos unos chismosos, necesitamos compartir información; pero esta no se puede transmitir pese a que él no los conozca. Es peligrosa. Aun así me siento poderoso e importante. Es un poder que nadie puede quitarme porque sólo lo sé yo. 

La idea de cenar ha sido suya, ya que se ha puesto un poco pesado por no haberme tenido para él solo durante semana y media. Entre sufrir mi Celo en el sótano de la casa de verano y mi estudio con intereses personales, a duras penas he tenido tiempo de intimar con ellos. Keyth no volverá hasta dentro de tres días y tampoco es que se haya interesado mucho en hacerme visitas; Tarek, por el contrario, ha tenido mucho trabajo que lo ha ido estresando bastante.

Compartimos un pollo relleno de cebada, fruta y un poco de limón; de acompañamiento flan para después. La piel cruje cuando la muerdes, y notas que la grasilla sabe a miel con limón. Está muy rico. ¿Desde cuándo este bobo sabía cocinar? Normalmente acostumbramos a comprar comida para llegar o lo veo comer puro sándwich. Supongo que ha seguido el consejo de Keyth sobre lo de enganchar el cableado de la luz y tener como mínimo una nevera pequeña y un horno de aire. 

—Hoy estás muy guapo —murmura Tarek, llevándose el tenedor con un pedazo de carne a la boca para morderlo a modo de sonrisa y aparta la mirada. Se ha sonrojado. 

No tengo ni idea de lo que le pasa hoy. Está muy cariñoso, tanto que por la tarde tuve que cambiarme de ropa dos veces; el muy anormal se pasaba de bruto y de los empujones me dejaba la ropa asquerosa con el barro.

—Yo siempre estoy guapo —resoplo, masticando el pollo antes de darle un trago a la botella de vino. Para ser barato está más rico de lo que imaginaba, aunque supongo que Tarek está planeando algo y no sé lo que es—. ¿Por qué estás hoy tan ñoño?

Niega con la cabeza, cortando un trozo más grande, sólo para decir antes de metérselo en la boca:

—Es un secreto.

Perro estúpido. ¿Qué mierda es eso de que es un secreto?

Suelto un gruñido bajo, mirando en dirección a la ventana de la habitación de Tarek. Es increíble lo diferente que ha sido la tarde de la noche: En la tarde Tarek quiso dar un paseo tranquilo, llevándome por caminos donde habían árboles frutales. Todo olía muy dulce, tanto que arrancó una manzana para mí y me la regaló junto a una sonrisa divertida. El trino de los pájaros, el calor que desprendía con su buen humor y algún abrazo furtivo me hizo sentir como si hubiéramos vuelto a la primavera. Hacía un poco de calor, el sol era agradable... me sentí un poco feliz... hasta que el imbécil no midió su fuerza y nos caímos encima de un charco que nos puso perdidos.

𝕯á𝚖𝚊𝚜𝚘 [También en Inkitt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora