[68] 𝙻𝚊 𝙻𝚞𝚗𝚊 𝚜𝚒𝚗 𝚕𝚊 𝚌𝚘𝚖𝚙𝚊ñí𝚊 𝚍𝚎 𝙴𝚕 𝚂𝚘𝚕

99 17 0
                                    

Todo me resulta demasiado sencillo y tranquilo, ya que después de una larga hora andando entre zonas y zonas no nos hemos encontrado con absolutamente nada más. Tampoco lobos. A veces tenemos que parar un poco para que Derek respire un poco y descanse las piernas, al mismo tiempo que Rowen me mira con desaprobación por hacer que venga con nosotros. 

Intento ignorarlo lo más que puedo, vigilando al tipo desde de mis posiciones cada vez que paramos unos minutos. Siendo honesto, dudo que el tipo tenga malas intenciones de conducirnos a una trampa o una encerrona, ya que está demasiado débil para salir huyendo y sólo ha estado bebiendo agua. Sin embargo, me inquieta un poco encontrarme con su mirada muy de vez en cuando. Es la mirada de un depredador que ha encontrado una presa que le causa interés, y eso me hace preguntarme si he hecho algo que pueda malinterpretarse. Sólo aflojé un poco porque me recuerda a Tarek y ya.

—¿No está todo muy callado? —comento, alejando mis inquietantes pensamientos.

—Sólo hay un guardia para toda la noche —asegura Derek tras de mí y Kabo, que somos los que encabezamos la marcha según la corrección del mapa. Kabo a duras penas tenía una cuarta parte gracias a un topo, pero terminaron matándolo por haber arriesgado demasiado—. Por norma general el laboratorio está operativo los fines de semana, por lo que no suele haber mucho movimiento y los guardias se turnan cuando se aburren.

—¿Este es el laboratorio principal? —pregunta Rowen, alumbrándonos el camino desde atrás gracias a su altura.

—Lo es —vuelve a asegurar. Suena muy confiado para haber estado encerrado treinta años sin contacto exterior, aunque quizás en algún momento le hubieran dejado salir pese a tener delante de él un desértico cementerio—. No es seguro si Mich visita los demás laboratorios, pero este viene una vez al mes y se pasa casi todo el día yendo de un lado a otro. A veces se larga con varias cajas. 

Si lo que dice es cierto, entonces tenemos una pequeña ventaja: Estamos a miércoles, así que como mucho tendríamos hasta el viernes para que llegaran los investigadores. Además, si el guardia no llama a otro, entonces no hay relevo.

—¿Eres el único aquí, Derek? —pregunto, mirándole de soslayo y él asiente.

—En todo este tiempo llegamos a ser a lo sumo cuatro, pero los dos primeros no sobrevivieron al mes y el tercero se pegó un tiro.

—Qué... alegre información.

—Bueno, utilizan mi sangre para experimentar según escuché tras la celda, pero al parecer no saben realmente qué efectos provoco —se encoge de hombros, mostrándose desdeñoso. Si hubiera sido Tarek, seguramente se hubiera reído o sonreído. Él sólo lo hace cuando le dedico una mirada, siendo una respuesta corporal automática—. Por lo que he podido ver, los dos primeros se pasaron el mes entero teniendo pesadillas y armando demasiado escándalo, y el tercero no dejaba de gritar incoherencias sobre sombras que le espiaban por la noche. Yo creo que se volvieron locos por ser incompatibles o algo así. No soy científico para saberlo.

Miedos... pienso. Si lo que dijo Hydra es cierto, entonces los gemelos provocamos con nuestra sangre un efecto distinto: Yo obsesiono hasta que sienten la necesidad de mantener contacto físico, Hydra anula la posibilidad de sentir dolor físico como si provocara alexitimia; y Derek quizás provoque algún efecto psicológico que induzca a una fobia o un terror lo bastante potente hasta volverlos loco. Sin embargo, la sangre entre gemelos no crea efectos entre ellos; es como si nos neutralizáramos.

—Rowen, quiero cambiar posiciones contigo. Estarás cansado de cargar por demasiado tiempo a Derek, supongo.

A Derek le encanta la idea, ya que vuelve a sonreírme con un brillo de interés en los ojos, pero mi padre me observa en silencio para así detenernos. En un largo minuto en el que estamos quietos intenta leer algo en mi cara, pero sea lo que sea parece que lo comprende.

𝕯á𝚖𝚊𝚜𝚘 [También en Inkitt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora