[57] 𝙻𝚊 𝚍é𝚌𝚒𝚖𝚊 𝚐𝚘𝚝𝚊

103 18 3
                                    

[𝙺𝚎𝚢𝚝𝚑]

Hay muchas cosas que la gente da por hecho en cómo deben de funcionar tus sentimientos. La sociedad, nuestras sociedad en específico, tiene reglas muy estrictas en la diferenciación entre lo correcto y lo incorrecto.

Follarte a un humano, sea hombre o mujer, es correcto.

Follarte a un lobo no.

Follarte a una loba es natural.

Follarte a un macho es sucio y amoral.

El bromance que se deja ver, sólo es aceptable entre lobatos; pero cuando eres un adulto, el mundo cambia.

Casarse es otra historia.

En nuestra sociedad, casarse con alguien es una completa estupidez al tratarse de un papel (si es vía legal) o escuchar a un cura parloteando (si es por vía religiosa). No necesitas anillos. Ni llevar smoking, ir a un banquete de bodas, hacer una gran fiesta con toda la familia y amigos para que celebren contigo ese día; y tampoco hay luna de miel. A nosotros no nos debe de constar, pues los lazos son mucho más importantes que una alianza de plata o un ramo de flores que lanzarás hacia atrás.

Yo lo acepté por Tarek. Él fue educado con una pequeña base religiosa —que a saber cuál es—, y le permití a Kaya que diera rienda suelta a todas su ideas locas; interviniendo lo mínimo, claro. Supongo que fue mi forma de decirle que su opinión, presencia y deseos también cuentan en lo que somos nosotros tres. 

Yo sólo quise hacerle un poco feliz, pese a que nuestras formas de ver la vida choquen.

¿Y qué hemos obtenido? Esto: Dámaso capturado por Bones, una ceremonia inconclusa, Rowen furioso buscando a su hijo como un auténtico imbécil, Tarek corriendo de un lado a otro sin que yo me meta en su cacería... Realmente está más colérico que nadie. Tengo un poco de lástima para todo aquel que se meta en su camino.

¿Y yo? No hay palabra exacta para saber todo lo que siento desde ese momento hasta la actualidad: Me siento furioso, alarmado, asqueado, decepcionado, hurtado... Soy como una urna de cristal en la que has tirado todos los colores que has encontrado en un cajón y no sabes qué color está formando conforme lo remueves. 

Pero sí puedo decir algo con total convicción: Si tocas a nuestro lobato, date por muerto.


Actualmente me encuentro en Shreveport, junto a Gald. O más bien divididos hasta encontrarnos en un punto intermedio. A duras penas he dormido, como de pasada y bebo a desgana. Tengo demasiada cafeína en mi torrente sanguíneo, y sé que dormiré como un tronco una vez lo encontremos.

Key, he escuchado un par de rumores candentes —me dice tras la línea del móvil.

—Informa.

Según los vagabundos de la zona noroeste, vieron a un par de coches de alta gama y un camión de mudanzas —resopla, dándole una patada a algo metálico que resuena cuando cae—. Todavía siguen ahí, con los motores apagados y una pequeña guardia custodiando el camión. ¿Quieres ir a inspeccionar o esperamos a que venga Tarek?

Podríamos esperarle, pues él es el mayor afectado de los tres. Han destrozado su sueño de casarse, pero todavía hay posibilidades de volver a reanudar el evento en un futuro cuando estemos fuera de peligro. Dallas no nos protegerá eternamente, y Dámaso todavía tiene que hacer El Cambio de los veinticinco en abril. 

—Informa a Tarek, siempre lleva el teléfono encima —le digo, girando una esquina para ir en la dirección que ha dicho—. Yo no ando muy lejos si tomo un par de atajos, así que a lo mejor puedo ahorrar que cosas malas pasen si tarda demasiado.

𝕯á𝚖𝚊𝚜𝚘 [También en Inkitt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora