Capítulo 8 - Cuñadas

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Anya

Han pasado dos semanas desde que Patrick ha vuelto. Prácticamente no cruzamos palabras y cuando lo hacemos, se dirige a mí autoritariamente, haciéndome sentir pequeñita e insignificante. Al principio lloraba mucho por su mal proceder conmigo, me dolía tanto que me viese como una cucaracha para aplastar, que creí no soportar vivir a su lado.

Pero ya no me molesta porque he comprendido que es un ser frío y sin sentimientos.

Lo que me preocupa es que hoy es la dichosa gala ante las demás familias y aliados de la Sacra, donde mi suegro lo presentará como el nuevo jefe.

Debo estar a la altura como su esposa y eso me pone muy nerviosa.

Mientras miro en el vestidor qué me pondré a la noche, suena mi teléfono.

📞¡Hola cuñi! —grita Ailín.

📞Hola, veo que estás muy feliz el día de hoy —mi cuñada se trae algo, eso seguro. Con ella nunca falta diversión.

📞Pues que iremos a la presentación de tu esposo. Tengo tantas ganas de verte... Además, quiero comentarte de un proyecto que quiero hacer —nada bueno saldrá de eso, a mi hermano le dará un ataque.

📞¿Nikolay qué dice? —silencio del otro lado de la línea.

📞Bueno, aún no se lo he comentado. Pero, sabes que tu hermano no me niega nada y si tú estás en el proyecto menos —«puede que sea lo que necesite para salir de esta casa», pienso.

📞¿De qué se trata? —ahora estoy intrigada.

📞Pues..., ahora que ya está funcionando sin problemas la guardería que creé para las madres de mi asociación; quería comenzar con un proyecto que dejé aparcado hace años. Mi idea es instalar en las afueras de Milán un Club, pero diferente a los que hay.

»Este tendría pista de baile, espectáculos, salas privadas, bailarinas exóticas, habitaciones para quienes quieran relajarse, una zona vip extensa para reuniones de la mafia, donde el ambiente será agradable, acompañado por una cantante magnífica —me encanta la idea.

📞Suena estupendo y seguro será un éxito Ailín. ¿Ya tienes a los empleados y a la cantante? —se ríe nerviosa.

📞Pues más o menos, aún es un proyecto. Quería esperar a que los niños tuvieran unos meses más, al menos seis para dejarlos y dedicarme de lleno —es lógico lo que dice.

📞Casi cumplirán los tres, no creas que te queda tanto, el tiempo pasa volando —digo.

📞Lo sé, por eso estoy tanteando el terreno y hablando con mis posibles empleados. Quería que tú fueras la estrella principal en la zona vip cantando y tocando el piano —esta mujer se volvió majara.

📞¿Te has vuelto loca? ¿Crees que tu hermano me lo permitirá? Además soy muy tímida, solo lo hacía en casa en mi estudio. No sabía que me escuchaban —mi corazón palpita a mil por hora.

📞Cuñi, no tienes que decirle todo a tu esposo. Será tu marido pero no tu dueño. Además; tienes una voz bellísima y cuando tocas..., la ejecución es exquisita.

»Eres una gran pianista Anya. No entiendo por qué bajas tu autoestima cuando eres una mujer maravillosa —se me llenan los ojos de lágrimas.

📞Gracias hermana; desde que llegaste a nuestras vidas las has llenado de luz. Lástima que no sea así con tu hermano —«si él fuera diferente, otro gallo cantaría», pienso melancólica.

📞Patrick está muy dañado, solo alguien como tú podría salvarlo. Aunque para serte sincera, no sé si tiene arreglo. Se ha llenado de oscuridad luego de lo sucedido, me duele verlo consumirse cada día más y más —con lo que me dice me da una mínima esperanza de llegar a su corazón.

📞Te agradezco que me quieras tanto y que pienses en mí, pero declino tu oferta. Prefiero estar aquí en la casa, tratando de ayudarlo —suspira y es como si la viera mover la cabeza.

📞Te has enamorado de él y no quieres hacer nada que pueda enfadarlo —me dice y niego.

📞¡No estoy enamorada! chillo, pero la seguridad con que hablo se tambalea por el vibrar de mi voz.

📞Por supuesto que no —dice sarcástica—. No te engañes cuñi, desde que viste su foto has quedado prendada; y aunque sé que te hará sufrir, tengo mis esperanzas puestas en ti. —quiero replicar, pero mi corazón late rápido y no me deja.

📞Gracias por entenderme, cuando nos veamos en la noche hablamos —me cuesta reconocer que siento más de lo que creo por mi esposo.

📞Por supuesto cariño. Y aunque me hayas dicho que no, la vacante seguirá disponible algún tiempo por si cambias de opinión —la adoro, siempre preocupándose por los demás y en especial por su amiga Sam y por mí.

📞Adiós —digo cortando la llamada.

Organizo la ropa para la fiesta, los complementos y zapatos. Quiero que todos se sientan orgullosos ya que papá sufre pensando que esta alianza me hace infeliz, pero no es verdad. Sufro porque no provoco nada en mi marido, pero no por el acuerdo en sí.

Cambio la mente y voy hacia el comedor, al girar en la entrada me encuentro una escena que estruja mi interior.

Patrick está abrazado a esa tal Gianna y comiéndole la boca de una manera que me enfurece. Unos celos inmensos se apoderan de mí, logro controlarlos para no rebajarme. Habla y quiero arrancarle todos los pelos.

—Perdón por el espectáculo, "señora de la casa" —dice riendo de forma despectiva la muy zorra—. Adiós amor. Inolvidable como siempre tenerte entre mis brazos y boca —no permitiré que me vea celosa, no le daré ese poder.

—¡Anya a mi despacho! —dice con ira Patrick, como si le molestara que lo hubiera cachado con su amante.

—No iré a un lugar que debe oler a sexo salvaje —le increpo—. Luego de que lo limpien hablamos —me giro para irme, pero me detengo—. Y tú..., deberías arreglarte la ropa. No por consideración a mí que sé que no la tienes.

»Sino por respeto a tus hombres; eres un jefe y no se ve correcto que entren putas a la casa y te vean salir en esas fachas —está con el pantalón desabrochado, al igual que su camisa en la parte baja y tiene manchas de labial.

—Esto no es lo que parece —sí claro, cómo no, ruedo los ojos.

—No me interesa lo que hagas o dejes de hacer; puedes follar con quien quieras. En definitiva... —hago una pausa—, esto... —nos señalo—, es un contrato. Una maldita transacción comercial a la que estaré unida de por vida —espeto sin emoción.

Me voy a mi recámara a toda prisa mientras unas lágrimas traicioneras caen por mis mejillas.

"Почему я должен любить тебя так же грубо, как ты? Если бы вы только дали мне шанс..." (¿Por qué tengo que quererte con lo bruto que eres? Si tan solo me dieras una oportunidad...) —digo con la voz entrecortada entrando al lavabo para ducharme y ponerme hermosa para la fiesta.


Desvelando tus secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora