Capítulo 10 - Advertencia

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Patrick

Hace tres horas que Anya se retiró a la habitación. He ordenado que limpien el despacho y luego me fui a duchar y vestir para la gala. Cuando estoy listo bajo al despacho; tengo que organizar algunas entregas y verificar unas rutas nuevas para trasladar la mercancía.

Mañana debo hacer un viaje relámpago para ver si por donde pensamos transportar las armas y droga es seguro. Necesito estar más tiempo en casa, presiento que algo no anda bien y no quiero arriesgarme a que le pase algo a mi esposa.

Golpean a la puerta sacándome de mis pensamientos.

—Pase —digo tranquilo.

—Aquí estoy Nikolay, ¿qué querías decirme? —me caigo y no me levanto—. ¿Cómo hace para vestirse tan sexy y estar como si nada luego de lo que ha pasado?

—Quería decirte que Gianna se aprovechó de la situación al verte —me cuesta mirarla sin querer tirarme encima de ella y besarla, me provoca cosas que no entiendo.

—Creo que eso quedó claro hace un rato. No me importa lo que hagas o dejes de hacer... —la corto.

—Sé que no tengo que explicarte nada, pero ella lo hizo por despecho porque le dije que no iría más al club. Que soy un hombre casado y claro, no podrá sacarme más dinero; nuestra relación era solo sexual —se ríe irónica y eso me cabrea sobremanera.

—Pues a la legua se ve que para ella no era solo follar; está enamorada y tengo la sospecha de que su plan era casarse contigo —no puedo creer lo que escucho.

—Jamás me casaría con alguien como ella. Es estúpido que piense que algún día portaría el apellido Graffagnino —rueda los ojos.

—Ese es tu problema Patrick, que solo piensas en ti, en tus necesidades y objetivos. No te pones en el lugar del otro ni en lo que siente. Arrasas sin importarte el daño que puedas ocasionar —me fastidia que me juzgue sin conocerme.

—¡Tú no eres quién para juzgarme! ¡No me conoces, no sabes nada de mí! Tan solo eres una niña caprichosa que no ha tenido que luchar en su vida. A la que le han dado todo en la mano, la princesa de la casa.

»¿Sabes acaso lo que es tenerlo todo y perderlo?, ¿sabes lo que es amar con todo tu ser y que te lo arrebaten por no cumplir con los estándares del clan de tu pareja?, ¿que te desprecien y amenacen con destruir todo por lo que has luchado? —no permitiré que me sentencien por lo que soy.

—No..., no sé lo que... —ya no voy a dejarla hablar, se acabó.

—¡Por supuesto que no lo sabes! ¡Porque nunca te ha interesado nada más que no sea estar en tu jaula de protección! ¿Siquiera has viajado para conocer mundo y otras culturas? —niega bajando la cabeza—.

»¡¡¡Claro que no, siempre debajo de la falda de papá y por eso te detesto, siempre tan sumisa siguiendo órdenes; haciendo todo lo que te piden sin rechistar!!! ¡¡¡Eso no es una mujer para mí; una mujer es alguien que piensa por sí misma y toma sus propias decisiones, cosa que tú nunca harás!!!

»¡¡¡Es por eso que jamás; óyelo bien..., jamás serás mi mujer!!! —le grito desahogándome con una rabia y odio que me deja asombrado.

—Eso me lo has dejado claro el día que nos casamos y no pierdes oportunidad de recordármelo. De hoy en adelante será mejor que no crucemos palabra a no ser que sea estrictamente necesario o por algún evento importante como el de esta noche donde debemos mostrar al mundo la bella pareja que somos.

»Haz tu vida Patrick, como mejor te parezca; en definitiva, lo que yo diga no será tomado en cuenta y lo prefiero así, no vale la pena preocuparse por un hombre como tú. Yo también haré mi vida cómo y con quién me plazca —dice la chiquilla, sus palabras me duelen. Me levanto y la cojo de un brazo con brusquedad.

Desvelando tus secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora