Desvelando tus secretos

Capítulo 47 - Al fin en mis manos

Patrick

Estamos reunidos en una mansión alquilada a nombre de una empresa fantasma para no levantar sospechas. También tenemos reserva en el hotel ARIA Resort & Casino de Las Vegas. Hemos hecho el check in porque estamos en suelo americano y es imposible pasar desapercibidos siendo los «empresarios» que somos.

—Patrick, tenemos todas las salidas cubiertas. Anya y Ailín vigilarán la retaguardia y cambiarán los semáforos cuando Laura esté en nuestro poder —dijo mi cuñado.

—Nikolay, estoy nervioso. Temo que algo pueda salir mal y que las chicas estén en peligro —si a mi hermana o a mi mujer les pasa algo, jamás me lo perdonaré.

—Tranquilízate amor, sabes que estaremos bien resguardadas; Besnik junto a sus hombres estarán siguiendo a Ordóñez y nos tendrán al pendiente de cualquier incidencia —dice Anya para tranquilizarme.

—Además, hermanito, está Gustav y sabes que a él no se le escapa nada. Es conocido por ser una sombra, no permitirá que algo se salga de control —suspiro al escuchar a Ailín tan optimista.

—Vale, vale, ya entendí que debo calmarme. Pero, mi interior me dice que debo protegeros, y en especial a ti, piccola —estoy paranóico, lo sé, pero no puedo evitarlo.

Tal vez mi ansiedad se deba al hecho de tener frente a frente a la traidora de Laura, o a la rabia que siento por las cosas que me atreví a hacer pensando en que me la habían arrebatado.

Desde que salió a la luz la verdadera personalidad de esa mujer no he tenido paz y menos al constatar que llevaba años planificando su gran golpe. Me carcome la culpa de haber sido tan estúpido al permitirme caer redondo ante sus encantos creyendo que me amaba, cuando la realidad era que fui un vulgar peón.

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Salimos rumbo a la mansión de Ordóñez que está en Los Ángeles, exactamente en Long Beach, una zona exclusiva en donde viven millonarios o mafiosos como nosotros que camuflan sus actividades delictivas bajo empresas legales y de mucho renombre.

Hasta allí iremos por carretera, porque no queremos levantar sospechas con las autoridades aduaneras y mucho menos con los ex socios de Ramón Trujillo, ya que esto podría ocasionar el comienzo de una guerra que queremos evitar a toda costa. Por eso decidimos trasladarnos no por la vía rápida que es la autopista, sino por la Interestatal, porque allí no hay peajes ni cámaras de seguridad que puedan registrar nuestras caras.

Así que el recorrido lo haremos por la I-15 S y la CA-91 W; nos llevará casi seis horas llegar a destino, pero con tal de pasar desapercibidos nos damos por servidos. El Alacrán nos ha preparado una dosis de un compuesto químico que mantendrá dormida por más de 8 horas a la rehén.

Antes de comenzar con el largo viaje que tendremos, nos dejamos ver por la recepción del hotel, vamos al Spa y comemos en uno de sus restaurantes. Caeli, Sam y Valeria son nuestras coartadas porque se quedarán haciendo compras y pidiendo la cena a la habitación.

Tienen la llave del dormitorio de mi hermana y Nikolay, así como de la mía y de Anya. Mi chica ya se ha encargado de hackear las cámaras de los pasillos del hotel para que nadie nos vea salir de las recámaras. Igualmente, nos ha filmado entrando y saliendo del ascensor a los besos en diferentes horarios y con un cambio de ropa para que si algo sale mal; con las filmaciones, tengamos una defensa sólida.

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Llegamos a las afueras de la mansión. Según los planos que tenemos; en los predios a 200 metros de la casa principal, hay una vivienda de invitados. Ahí es donde creemos que está Laura.