Anya
Bajé por las escaleras como toda una diva; no me iba a amilanar, era la señora Graffagnino y eso nadie lo podría refutar, ni el mismísimo Patrick. Sabía que en matrimonios arreglados donde las parejas solo se soportan, la esposa debía aguantar las infidelidades del marido.
Por supuesto ese no sería mi caso, porque antes me cargo a cada mujer que lo toque. Este mes me ha servido para calmar la ansiedad que provocan mis celos, aunque no sé cómo no exploté hace unas noches.
Lo que tengo claro es que se acabó la tonta mojigata que agacha la cabeza. Obviamente no soy como mi cuñada, aunque sé defenderme y disparar. Tendré que mejorar mucho en el combate cuerpo a cuerpo, pero luego del fallo que he cometido..., estoy dispuesta a todo por ser la mejor.
Lo que me hizo Gianna y su gente no me volverá a pasar, eso lo juro.
Apenas tengo marcas que con el tiempo se irán gracias a las cremas y la buena destreza del médico al curarme, lamentablemente no sucederá lo mismo con el corte profundo del lateral en donde quedará una bonita cicatriz.
Como un ave fénix que resurge de sus cenizas voy a demostrarles a todos que Anya Graffagnino Dmitrieva podrá ser tímida, pero no se esconde detrás de los demás. Seré una persona letal, tengo la certeza de que con esfuerzo lo conseguiré y espero que Patrick me ayude en el proceso.
Llego hasta una sala inmensa donde se encuentran todos reunidos. Las mujeres están de babosas dejándose tocar y follar. Lo hacen para recibir lujos o algunos favores de parte de los mafiosos, no se quejan haciendo exactamente lo que les dicen. La escena me choca un poco, pero no me dejo amedrentar con lo que veo.
Una de las chicas tiene sus pechos de afuera mientras dos mafiosos la comparten, cada uno le chupa un pezón mientras la tocan y masturban. Están muy bien acompasados, uno la acaricia penetrándola con sus dedos por delante y el otro lo hace por detrás expandiendo su ano para lo que vendrá luego.
Hay otra, que le está haciendo sexo oral a un aliado de la Cosa Nostra que conozco; el hombre gime sin contenerse ya que la chica sabe el arte de la garganta profunda y lo tiene delirando de placer.
Algunos socios miran el espectáculo con lujuria, pero se mantienen en el molde, tal vez porque no tienen ganas, están esperando a que la noche avance o no les ha gustado ninguna de las chicas.
Miro a una esquina de la habitación y veo a mi esposo hablando con alguien de la mafia albanesa; está sentado con pose autoritaria, con mirada seria e impenetrable mientras una chirusa se recuesta en el reposabrazos del sillón acariciando su cuello y pelo.
Andrea está rígido detrás de él y en cuanto gira la cabeza y me ve, palidece. Le hago un gesto de silencio con mi dedo y mueve la cabeza riendo como diciendo: «La que vas a liar así vestida».
—"¿Ma, chi è questa bellezza?" (¿Pero, quién es esta belleza?) —dice un mafioso interceptándome y besando mi mano.
—"Sono la padrona di casa. Spero che tutti mi stiano divertendo" (Soy la señora de la casa. Espero que la estéis pasando bien) —cuando quiere contestarme, mi tormento no lo deja.
—Veo que has conocido a mi esposa —dice Patrick apretando los dientes.
—Es una belleza, ahora entiendo por qué ninguna mujer te llama la atención. Con este bombón tampoco me llamarían —contesta y otros dos que ya se han parado a saludarme dicen lo mismo.
—Muchas gracias —digo haciéndome la tonta—, intento dejarlo agotado para estas recepciones; como comprenderéis no quiero que otra le de lo que no consiguió en casa. Así que lo exprimo hasta que queda seco y sin ganas de follar hasta el día siguiente —sonrío mordaz.
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Desvelando tus secretos
RomancePatrick Graffagnino es el próximo jefe de la Sacra. Impulsivo, manipulador y arrogante, es lo que lo define. Cree que siempre lleva razón, es capaz de hacer cualquier cosa con tal de obtener lo que desea. No le importan las consecuencias de sus act...