Capítulo 17 - Una oportunidad

11.3K 531 7
                                    

Anya

Desde que Patrick despertó se está recuperando muy bien, intento no mirarlo mucho para no incrementar su ego, pero se me hace difícil no querer acariciar esos tatuajes que me vuelven loca y lo hacen ver tan varonil.

Sueño con que sus manos recorran mi cuerpo y me haga enloquecer de placer.

Dormir a su lado fue todo un reto y cuando pensé que podríamos acercarnos más y hablar de lo que me dijo cuando me vio desnuda, pidió que lo cambiaran a su habitación.

No voy a negar que me sorprendió, eso hizo que me encerrara en mi caparazón. No puedo dejar a mi corazón ilusionarse más de lo que ya lo está, porque sufriré mucho si él no me corresponde como deseo.

Así que estas semanas he hecho como si no hubiésemos hablado, siendo dos desconocidos.

Es lo mejor; lo he visto gritarle a sus hombres tratándolos de ineptos, no quiero que se ensañe así conmigo, por lo que intento no estar en su presencia y pasar desapercibida.

Estoy en el Club para comenzar con mi jornada. Hoy se llevará a cabo una reunión muy importante con los principales cabecillas de la mafia italiana.

No conozco a muchos, solo a 3 que han intentado meterse conmigo, pero gracias a Ailín y Gian los mantengo a raya con los gorilas que me han puesto para cuidarme todo el tiempo.

Me visto y maquillo para mi presentación. Estoy nerviosa pero no sé por qué, esta es una actuación como cualquier otra, pero no sé, tal vez estoy paranoica.

Al acabar mi jornada voy al camerino como siempre para descansar, cambiarme, desmaquillarme y preparar todo para el próximo día.

Me encuentro perdida pensando en Patrick y deseando que me quisiera aunque sea un poquito cuando escucho golpear la puerta; luego del segundo toque reacciono para darle paso a quien sea que me espera afuera.

—Buenas noches —dice serio mi tormento mientras estoy sentada con una bata de seda desmaquillándome frente al espejo.

Y ahí casi caigo de bruces. Con su porte arrogante comenzó a reclamar derechos que no tiene y ni corta ni perezosa le respondí con arrogancia.

Fue un duelo de palabras que terminó cuando me puso contra la pared y comenzó a tocar mi cuerpo haciéndolo arder. Creí morir lentamente, quise resistir la tentación, pero lo quiero, aún no sé por qué y sucumbí; no pude contra él, ni contra mí.

Me hizo temblar en sus manos y rogar como una desesperada. La cadencia con la que me tocaba no solo erizaba mi piel sino que la convertía en esclava de sus dedos deslizándose por mi piel.

Quería más, mucho más pero no estaba dispuesta a dárselo a no ser que me demostrara que era merecedor de ese regalo. Así que cuando me pidió una oportunidad le puse condiciones.

"Ragazzina mi fai impazzire. Voglio che tu mi dia una possibilità di conquistare" (Chiquilla me vuelves loco. Quiero que me des una oportunidad de conquistarte) —escucharlo me dejó atónita.

"Te lo darò, ma ho bisogno che andiamo a poco a poco. Mi hai ferito e voglio essere sicuro del prossimo passo. Ti chiedo solo di non deludermi, perché se mi fai soffrire ancora scoprirai di cosa è capace una donna ferita. Ti darò una possibilità, non un'altra" (Te la daré, pero necesito que vayamos poco a poco. Me has hecho daño y quiero estar segura del siguiente paso. Solo te pido que no me falles, porque si vuelves a hacerme sufrir descubrirás de lo que una mujer dolida es capaz. Te daré una oportunidad, ni una más) —le dije aún dentro de la bruma del placer.

"Non ti deluderò, ti farò amare e compenserò il danno causato. Sii paziente con me, chiedo solo questo" (No te fallaré, lograré que me ames y compensaré el daño ocasionado. Tenme paciencia, solo eso te pido) —asentí y nos despegamos lentamente mirándonos a los ojos.

Desvelando tus secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora