Capítulo 24 - Secuestrada

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Nikolay

Me siento inquieto desde la tarde, no sé por qué pero presiento que algo malo va a pasar. Llamo a mi madre para saber cómo están los niños, me tranquilizo porque la casa está sellada y bien custodiada por mis hombres.

Tras el pasar de las horas mi ansiedad crece, no puedo mantenerme en la casona ni un minuto más.

"моя королева" ( mi reina), voy a casa de tu hermano. Tengo una opresión en el pecho como si algo se esté gestando, necesito cerciorarme que todo marcha bien -—le digo a Ailín.

"Ljubav" (amor), voy contigo. No quería preocuparte, pero tengo una sensación extraña desde hace rato —me dice y ella normalmente no se equivoca.

Salimos rumbo a la Villa que queda a casi una hora de nuestra mansión. El camino se hace largo y silencioso, ninguno de los dos puede pronunciar palabra.

Vamos subiendo la colina que lleva a casa de Patrick con una ansiedad indescriptible; cuando estamos a tres kilómetros, vemos un taxi en situación sospechosa. Aminoro la velocidad y freno de súbito al ver las puertas abiertas.

—Con el arma en mano Ailín —digo tragando grueso.

—Siempre —responde en un susurro.

—El conductor tiene un tiro en la cabeza y otro en el corazón —comento mientras mi reina revisa el coche.

—No he encontrado nada, solo la puerta trasera abierta. Creo que había alguien pero no sabría decir más y menos con esta oscuridad —tiene razón, las linternas no son suficientes.

—Vayamos a ver a Patrick para saber si ha sufrido un ataque —me mira asustada.

—¿Crees que le ha pasado algo? —casi no puede hablar.

—Tranquila amor, todo estará bien. Sube al auto —digo y arranco a toda velocidad.

Al llegar los hombres de mi cuñado nos miran asombrados por el derrape con que entramos a la propiedad. Pero ahora es más grande la sensación de que algo malo ha pasado y necesito salir de dudas cuanto antes o me dará un infarto.

Patrick sale a nuestro encuentro alzando una ceja y con cara molesta.

—¿Por qué venís tan revolucionados? Espero que no sea buscando pelea porque con lo de tu hermana ya tengo suficiente —se ataja.

—Tranquilo que no es por eso; simplemente quería saber si todo iba bien por los alrededores —lo tranquilizo.

—Que yo sepa todo está perfecto. No entiendo a qué viene todo esto —se le ve cansado y triste, demasiado diría yo.

—Hermanito lamentamos venir así, pero los dos estamos con una sensación de desasosiego que nos tiene al borde del colapso. Pensamos que algo malo te había pasado. —le dice Ailín.

—Y más con el cadáver del taxista colina abajo —le explico y su cara se torna pálida.

—¿De qué estáis hablando? —Su respiración es errática.

—Que pasando las curvas a unos 3 km de aquí hay un coche parado con las puertas abiertas y el conductor fue asesinado. Nos asustamos pensando lo peor, pero vemos que estás bien —comenta Ailín sonriente.

—No, no, no, no..., ¡¡por favor díganme que eso es mentira!! —grita Patrick mientras nosotros no entendemos su reacción.

—¡Dinos qué pasa, nos estás asustando! —alzo la voz para que se explique.

—¡¡Anya, joder!! ¡¡Anya iba en ese taxi!! —comienza a temblar y nos quedamos estáticos procesando la información.

—¿Es una broma verdad? Porque te diré que es de mal gusto —dice Ailín con lágrimas en los ojos.

Desvelando tus secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora