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Abrió con sumo cuidado la puerta de la casa, tenía miedo mucho miedo, se le había hecho tarde, se suponía que debía llegar temprano y servirle a su padre el almuerzo, pero no se dio cuenta que se le había pasado la hora, solo esperaba que no se encontrará en casa con la correa en la mano.

Cuando se asesoró que la casa estaba completamente vacía, soltó el aire que había sido retenido todo este tiempo, moría de hambre últimamente a su padre le había dado el placer llamarlo "gordo" y le había negado el alimento por un mes, pero había caído desmayado a la semana y este primero le dio una buena paliza y segundo solo comía una vez al día por petición de su padre.

Se adentró a la oscura casa con una sonrisa al recordar al alfa que lo ayudo a curar las heridas con suma delicadeza y una que otra vez soplando su espalda cuando ardía.

«Ese alfa es sumamente guapo» —suspiró enamorado mi lobo con quién tenía una plática en voz alta.

—Sí, es guapísimo.

«Será que tenemos una oportunidad con él.»

—No creo, mírame estoy rechoncho.

«Tienes razón ese alfa es... lo quiero para mi solito.»

—Pero quién va a querer a esta basura.

«Pero es que lo amo.»

—Yo también lo amo...

—Llegas tarde hijo. —Esa voz, mi padre había escuchado toda la conversación, me giré con cuidado estaba parado atrás mío, en qué momento regreso; en qué momento se abrió la puerta.

—Pad... —no terminó de hablar pues había recibido una cachetada que rápidamente le hizo salir lágrimas.

—¡ERES UNA PUTA! ¡APUESTO QUE YA LE ABRISTE LAS PIERNAS A CUALQUIER ALFA! —habló agarrándole firmemente los hombros, para después agarrar el cabello de Sunoo y lo jalara para dejarlo caer en el piso junto a su plato de comida quien se partió en pedazos y la comida esparcida por todo el suelo.— ¡TENÍA QUE HABERTE CASTIGADO DESDE UN PRINCIPIO! —Habló para sacarse la corbata, para apreciaron el cuello cuando Sunoo intentó levantarse.

—¡Papá! por favor para ¡PARA! ¡PARA! ¡NO PUEDO RESPIRAR papá!

Lo llevó de la corbata hasta su habitación donde lo dejó caer en la cama con una respiración agitada.

—Maldito omega, debí haberte tomado cuando tu madre me dejo por tu culpa ¡POR TU CULPA NUESTROS PLANES SE ARRUINÓ POR TU MISERABLE CULPA! —un correazo apareció por encima de la tela del buso de Sunoo y pensar que las heridas anteriores habían sido curadas hace unas pocas horas. Sintió su ropa ser despojada de su cuerpo y con miedo trató de zafarse, pero fue inútil a cambio recibió una correiza. Su padre lo tocaba sin pudor alguno, sintió ser besado en cada parte de su cuerpo; se quería morir, no quería ser violado por su propio padre, no quería seguir viviendo ¡No quería! ¡no quería! NO.

En un descuido de su padre por zafarse el pantalón logró tirarlo de un lado de su habitación y corrió, pero fue brutalmente jalado de sus cabellos.— NI SE TE OCURRA OMEGA —llevándolo de vuelta a la habitación y tirando de el en el piso golpeándose en una esquina de la mesa de noche partiendo una esquina de la cabeza, sintió ser agarrado y amarrado con la correa sus manos, lo pateó haciendo que cayera boca abajo en la cama.— SERÁS MÍO, SOLO MÍO —Sunoo lloró cuando sintió su entrada ser desgarrada por el miembro de su padre, entre las lágrimas divisó su botella de coca cola la cual tomó con ambas manos y se giró con un fuerte chillido para darle en la cabeza a su padre que cayó encima de él.

«V-vamonos Sunoo corre.»

Se deshizo de la correa, tomó su ropa y salió de la casa, se percató que era de noche cuantas horas de tortura pasaron.

Su cuerpo dolía tenía golpes por donde quiera, caminaba lo más pronto posible. Cuando giró la segunda cuadra chocó con alguien.

—A-Ayudame Park Sunghoon —se desmayó

Ayúdame park sunghoon. ‹𝟹 Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora