48

456 62 9
                                    

El sonido de la ambulancia resonaba por todo el lugar, el ajetreo y los paramédicos llevando la camilla de manera desesperante, la curiosidad estaba al borde y Sunghoon no sabía que más hacer.

No era solo por el hecho de que Sunoo estuviera cortado por los vidrios de ese vaso, era porque la sangre no provenía de allí, si no de su parte inferior. Sus pantalones estaban manchados por sangre y el omega estaba pálido e inconsciente.

Ahora bajaban los paramédicos con el cuerpo de Sunoo y el alfa que se resistía ha no apartarse de allí.

—Sangra demasiado. —habló un paramédico ya dentro de la ambulancia, tratando de verificar todo el estado del omega.

—¿Estará bien? ¡Dígame si estará bien!

—Tranquilo señor estamos haciendo lo que más podemos, no dejaremos que muera.

Los carros abrían paso a la ambulancia captando la emergencia y el juego que tenía la vida que iba dentro.

Unos de los paramédicos captaban las pulsaciones en aquella pantalla, mientras que los demás trabajaban en examinar la causa de todo esto.

—Su pulso no está estable, la presión está bajando.

—Lo estamos perdiendo.

Sunghoon no hacía más que tratar de mantener contacto con la mano de Sunoo y evitar que nada malo le pase hasta que llegue al hospital.

La mala suerte estaba allí, la ruta hacia el hospital era de manera rápida pero en su transcurso había otro accidente en la calle principal, un doble choque entre un auto y un camión de carnes. Por un momento pararon y algunos de los paramédicos de la ambulancia bajaron, sin descuidar a Sunoo. La ambulancia siguió su feroz y rápido recorrido hasta las puertas del hospital donde ya estaban esperando.

Lo instalaron y rápidamente lo llevaron a urgencias, Sunghoon había pisado varias veces ese lugar y podía decir que sabía de memoria lo que había allí dentro.

—Lo siento no puede pasar Señor.

Las puertas se cerraron, dejando un silencio sepulcral allí. Quería saber que estaba pasando ¿Acaso hacía daño a todas las personas que le rodeaban? Tal vez su madrastra tenía razón.

Al poco momento llegaron los demás, preguntando como estaba el omega, pero no le habían dicho nada a él.

—No lo sé. —su voz había sonado tan apagada y angustiada.

—Todo estará bien Sunghoon, Sunoo es fuerte. —consoló Jungwon quien le dio un abrazo no muy apegado ya por la pancita más abultada.

El alfa solo asintió tomando asiento en la sala de espera, viendo las horas pasar y la angustia carcomiendolo por miedo a no saber nada de su omega. El lazo estaba neutro, calmado y al punto de no sentir nada; tal vez Sunoo esté bajo una anestesia o algo parecido.

—Sunghoon... —habló Heeseung teniendo la atención del otro.— La denuncia ha sido retirada.

—Después, Heeseung.

Las horas pasaron y los médicos parecían hacer lo imposible para salvar las dos vidas de allí dentro.

Jake y Riki habían estado allí, pero aun debían solucionar y explicar que hay entre ellos a sus padres.

—Dicen que ya es la segunda vez que ese omega pisa la sala de emergencia. —habló una de las enfermeras que parecía que hacía practicas allí, Sunghoon la escuchó y se limitó a solo pensar en su omega, en cambio Heeseung y Jungwon quien también habían sido testigos de ese comentario, reclamaron al par de betas allí, haciéndolas asustar por el profundo y alto gruñido del alfa Heeseung.

—Sunghoon, no les hagas caso. —habló Jungwon, acarició el hombro del alfa y este se escondió entre sus propios brazos.

—Por un momento me lo creí Jungwon.

—Familiares del omega Kim Sunoo. —el Doctor se acercó y Sunghoon se levantó de manera apresurada hacia él exigiendo respuestas.

—¡Dígame que le pasa! ¡Hable Doctor! —tomó de la bata al Doctor.— ¿Esta bien? ¡Hable!

—Tranquilo Sunghoon por favor —habló Jungwon haciéndole soltar la bata del Doctor para que pudiera explicar que era lo que ocurre.— Vamos cálmate.

—El omega a sufrido un aborto natural, parece que su lobo ha rechazado al cachorro que estaba creciendo en su interior.

—¿A-aborto? —Preguntó con dificultad Sunghoon quién cayó sentado en la silla tratando de analizar, a Jungwon y Heeseung les había caído como un balde de agua fría al enterarse que Sunoo estaba en estado.— ¿C-cómo?

—Lo más seguro fue producto del abuso que sufrió. —continúo hablando.— El rechazo del feto que estaba formando es su interior, lo más probable es que su omega haya quedado resentido y se niegue a dar descendencia.

—¿P-puedo pasar a verlo?

—En un momento, faltan algunos exámenes. —revisó su folder.— Yo le comunicaré, con permiso.

—Aborto... —susurró por último.

Ayúdame park sunghoon. ‹𝟹 Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora