Hoy Sunghoon llegaba a casa casi agotado, su cuerpo desprendía su fuerte aroma y se consumía en calor junto a un dolor muy apretado en sus pantalones que le mataba.
Jamás pensó que su celo lo atraparía en plena junta directiva de su empresa, Heeseung lo reemplazó y lo envió a casa para que se ocupara de su problema, Sunghoon estaba alerta para eso, tomaba sus supresores y evitaba que Sunoo se sienta con la obligación de atenderlo hasta que por lo menos superara lo que le pasó.
Cayó de rodillas en la entrada de su departamento en la Villa, sabía que Sunoo no estaba allí, sino con Jungwon comiendo o mimando al mayor, así que haría tiempo para que el supresor haga efecto.
—J-Joder... esto... Dios... —caminó hasta la planta de arriba, rozando sus prendas en su intimidad deleitándose con esos suaves movimientos.
Revisó en la gaveta del cuarto de baño y no había nada más que una caja vacía de supresores. Maldijo por lo bajo.
Se sacó las prendas, en especial una que le apretaba su erección y se sumergió en la tina que ya antes había llenado de agua fría. Se sumergió en ella y no evitó llevar su mano a su erecto miembro para comenzar un vaivén de arriba y abajo.
Su lobo gruñó por la falta de respeto en hacer eso, teniendo a su omega listo para ser marcado.
—Ah... —su olor estaba por todo el cuarto.
꒰ ・ ・ ・ ꒱
Esto no podía estar pasando, como pasó de estar en la salida con Jungwon en la plaza a estar acorralado en la pared contra el cuerpo de su alfa, quien estaba oliendo su cuello.
No le tenía miedo a eso, sabía que en algún momento iba a pasar, que tenía que dejar esos recuerdos de su padre y disfrutar el celo de su alfa, satisfacerle como debía y dejarse marcar por el amor de su vida.
Aun así las frases tontas y los malos tratos solo llenaban su mente.
—Cariño... no hay supresores —susurró por lo bajo mientras su aliento colisionaba en su cuello y hacía estremecer toda su anatomía, al punto de querer estar solo a su merced; su lobo lo pedía, estaba allí porque el alfa lo necesitaba y porque ya no quería seguir escondido en lo más profundo de su alma.
—Lo sé. —atinó a decir.
—Sunnie...
—Lo sé...
Sentir aquel escalofrío placentero al momento de besar, al momento de ser tocado con las manos correctas y se amado con el corazón. Eso si era placentero, sentir como tus labios colisionan el uno con el otro, la danza de las lenguas hacer crecer el calor en los cuerpos, hasta el punto de hacer sonidos obscenos.
Las cuatro paredes de la habitación eran testigos de las caricias y palabras bonitas que el alfa le dedicaba al omega bajo suyo.
—S-Sunghoon- ah...
Las prendas comenzaron a estorbar para el alfa, las retiró con la mayor tranquilidad y agilidad que poseía, admirando el hermoso cuerpo de su omega, como se pintaban de rosa sus mejillas y como pequeñas marcas del pasado estaban presentes también.
Fue cosas de segundos para que Sunoo se desesperase, viendo a su padre en vez de Sunghoon.
—N-No...
—Cariño, soy... yo, Sunghoon.
—Tú... eres Sunghoon... —se convenció.
Sus labios fueron presas de nuevo, las manos del omega viajaron por la espalda del alfa hasta terminar en el cuello atrayendolo más, intensificando el beso y aumentando un dígito en su estrecha cavidad. Sunoo se removió un tanto extraño por el intruso.
—E-Estas completamente... empapado cariño. Has entrado en celo.
—Alfa... ah...
El dígito de Sunghoon se movía con experiencia, estimulando y haciendo delirar al omega que comenzaba ya a sentir el cosquilleo acumulándose bajo su vientre.
—¡Ah! ¡S-Sunghoon!
La lengua ahora se movía en uno de los pezones, haciendo alzar la espalda al omega en busca de más, un poco más sin darse cuenta que el segundo dedo estaba haciendo su trabajo preparándole para lo que venía.
—Alfa... más, alfa.
Un par más de movimientos fueron para que el alfa se canse de torturar al omega, tomó su erección y la acercó para comenzar a introducirlo lentamente viendo alguna reacción en él.
Era grande, admitió Sunoo, dejando salir un jadeo de sus labios, doloroso y placentero, embestidas suaves daban como comienzo prolongando a una más rápidas con el tiempo.
—¡Ah! ¡Sunghoon! Ahí~.
Su punto dulce, uno que estaba siendo atacado por el miembro del alfa, besándolo y moviéndose al mismo tiempo.
Las uñas de Sunoo se encajaron en la piel blanquecina de la espalda del alfa al sentirse al borde del orgasmo, sacándole un gruñido por el placer.
—¡Ah ah! ¡Hoon... mhg!
—Sunnie...
Besos desencadenados a lo largo del cuello, mordidas pequeñas en su base ansiando el momento de la liberación para dar comienzo a todo.
—¡Sunghoon! ¡ah!
Tiras blancas saltaron manchando el abdomen de ambos, los colmillos afilados aparecieron encajándose en la piel expuesta del omega, sacándole un gemido de dolor y placer, terminando corriéndose dentro del omega y anudándolo.
Respiraciones agotadas y agitadas, el nudo del alfa era doloroso, pero eso no quitaba lo bien que se había sentido. Terminando de lamer la herida en su cuello pasó a sus labios donde se encontró a un Sunoo exhausto y sonriente.
—No te muevas, te harás daño cariño. —advirtió.
—Hoonie... hagámoslo de nuevo.
꒰ ・ ・ ・ ꒱
—Riki... Yo lo siento.
—Jake, si en algún momento se te cruza alguien que te sacuda el alma; agarra su mano, abrazate a sus besos, empápate de su tiempo. Aunque sea un ratito, esos momentos no son para toda la vida.
—Esto no es una despedida Riki... solo es un hasta luego.
Esta sería la última vez que estarían tomados de la mano, la última vez que estaría frente a frente. Y tal vez sea la última vez que Riki tenga una recaída.
—Para mí lo es Jake. Está bien, sé que no podré superarte... para mi seguirás siendo mi único alfa, pero el destino no nos quiso así, tal vez solo quiso que nos conociéramos y no que estemos juntos.
—Ni-ki...
—Adiós Jake.
ESTÁS LEYENDO
Ayúdame park sunghoon. ‹𝟹 Sungsun
Fanfic❛ No tenía que ser así. No tenía que soportar tanto. No debía ser un omega débil. No se merecía vivir. ❜ ──⠀۪ ୨୧ ۫sungsun ──⠀۪ ୨୧ ۫smut ──⠀۪ ୨୧ ۫violencia familiar ──⠀۪ ୨୧ ۫alteración de edades ──⠀۪ ୨୧ ۫omegaverse ──⠀۪ ୨୧ ۫adaptación autoriza...