Ayúdame park sunghoon. ‹𝟹 Sungsun

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—Sunnie, sé que estás despierto cariño.

La voz casi rota del alfa que sostenía su mano hizo que su omega chillara interiormente, hasta el mismo lobo se decía que ya no era suficiente, que nunca lo fue.

—Hyung... —las lágrimas ya desbordaban de los ojos del pequeño omega, que separó su mano de la del alfa y con suma delicadeza la posó en la mejilla de este, quien parecía ronronear con el tacto.— Lo siento Hyung —lloró con más fuerza, estaba liberando todo lo que tuvo que callar cuando estuvo con su padre.

No cruzaron más palabras que esas, la mirada de preocupación del alfa se mezclaba con las lágrimas que soltaba el omega susurrando un "perdón" en ellas, en cada gota salada que se desparramaba de esos hermosos ojos, las miradas tampoco eran muy codiciadas, con solo la presencia de ellos en aquella habitación de paredes blancas y a olor a analgésicos y desinfectante sabían que estarían juntos, porque la madre luna no se equivoca.

Todo sucede por algo.

El alboroto en el exterior tampoco se dio como un misterio, las palabras de sus amigos llegaban hasta la encerrada habitación, las enfermeras cerraban el paso para que ellos no ingresen. Tanto Riki como Jungwon imploraban por ver al omega. Al parecer no solo eran las enfermeras que impedían el paso de ellos, sus acompañantes también lo hacían.

La máquina vital que estaba a su costado comenzó a tintinar de manera alarmante para el alfa, que rápidamente la observó al ver como aquellas líneas comenzaron a indicar que algo andaba mal. Muy mal.

El llanto del omega se hizo más fuerte y a medida que los segundos pasaban la venda que tenía en el cuello se iba manchando de color carmesí.

—Hyung... ayu-déme no quiero morir.

Más enfermeras ingresaron dejando todo el alboroto, el alfa sin atinar que hacer lo único que se le vino a la mente fue pedir ayuda.

—Señor debe retirarse. —pidió una de ellas empujando a Sunghoon.— Señor, debe salir.

—¡Alfa! ¡No me deje!

El Omega estaba fuera de control, la sangre había ya empapado el vendaje alrededor de su cuello se iba de recorrido por su cuello hasta caer en las sábanas de la camilla, el beta encargado de la salud de Sunoo le inyectó un líquido calmante, tranquilizando la situación y alarmando al alfa cuando éste tomó el control.

La voz exigente de la enfermera pidiendo que se retire no se oyó, el gruñido de Sunghoon paralizó a todo mundo, tanto como las demás enfermeras y los omegas que intentaban entrar; más eso no detuvo al chico que hacía practica allí, este le inyectó uno similar haciendo dormir al alfa para que sea atrapado por sus colegas.

꒰ ･ ･ ･ ꒱

—El omega sigue rechazando al alfa que lo marcó —explicó el Doctor.—, por lo tanto, la expulsión de sangre es una necesidad de su parte lobuna.

El doctor daba las indicaciones a Heeseung y a Jake que se encontraban ahí por el momento. Sunghoon yacía dormido en una cama justo al lado del omega; los dos sedados, los demás fueron a casa por orden de sus alfas y los de seguridad, habían hecho un alboroto tremendo así que no les quedó otra opción.

—¿Es grave? ¿cree que pueda retomar su vida normal después del incidente?

—De hecho, puede que sí, aunque lo más seguro es que el omega siga rechazando al alfa. Por lo que he pensado, que si es marcado por la pareja puedan compartir la culpa y la energía de salir a adelante, bueno, eso si el alfa está de acuerdo.

—En eso no hay duda, Sunghoon lo marcará, ¿aunque no sea en el acto servirá?

—Claro que sí, aunque no sea marcado en el acto será de mucha ayuda, su recuperación será más fácil y rápida. —revisó un par de papeles que la enfermera le había traído, los revisó dando indicaciones y los entregó.— Deberían denunciar esto, realmente parece que esto ya sucedió antes. —y sin más se retiró.

꒰ ･ ･ ･ ꒱

—¿Como esta Jungwon? —preguntó el alfa entrando al departamento donde todos estaban esperando las últimas noticias.

Riki fue quien les recibió, aun avergonzado por el escándalo que habían montado con Jungwon, los alfas habían sido muy claro sobre el comportamiento que habían optado estaba mal.

—Jungwon hyung está en el cuarto, se sintió mareado desde que llegamos así que se fue a descansar.

El alfa pasó dejando el sobre en la mesa, para después irse a ver al omega que seguramente estaría enfadado por la manera en la que le dijo las cosas, más eso no le preocupaba, se solucionaría con mimos o con una noche durmiendo en el sofá, lo que realmente quería era saber que los dos estuviesen bien.

—Jakey, ¿Sunnie está bien? —preguntó el omega con un leve sonrojo.

—Si, está bien. ¿Mi hermano donde está?

—Esta bien, solo fue a por chocolate para los antojos de Jungwon Hyung.

—Bien... —lo abrazó.— Ni-ki... dame un beso. —pidió haciendo que el omega se sonrojara más y el alfa soltara una risa.

—Jakey, se supone que estabas enojado conmigo por haber golpeado a una de las enfermeras.

—No puedo enojarme contigo, sabes que eres demasiado tierno como para enojarme... así que me das mi beso.

—No sé... ¿y si tu hermano viene?

—Pues que se entere que ya tienes un alfa.

Jake tomó la cintura del omega acercándolo más a su cuerpo, su mano acarició la mejilla contraria y el alfa se adueñó de sus labios en un profundo beso acogedor.