42

638 85 3
                                    

—Los exámenes han salido con mejores resultados, parece que después de todo el paciente estará de regreso en casa lo más pronto. —habló el doctor felicitando al omega que se encontraba atento a sus palabras mientras posteriormente le sonreía a su alfa.

—¿Cuándo será dado de alta Doctor? —preguntó Sunghoon que se levantaba y dejaba los recipientes de comida ya casi vacíos -más que en los primeros días- sobre la mesa.

—Tal vez mañana, todo depende del examen psicológico que realizará el joven omega con la Doctora Hani hoy en la tarde.

—¿Psicóloga? Nadie me comentó de eso, no pienso ir. No iré. —puchereó el omega, realmente le tenía miedo a confesar todo lo que pasó esa tarde mientras se dirigía al piso de Jungwon. No quería revivir ese espantoso momento.

Sunghoon solo le dio una mirada al Doctor convenciendo que su omega iría a esa sección, él también podía sentir el sin número de sensaciones sobre la inseguridad de él.

—Si todo está en orden tal vez sea la única sesión que tenga, todo está al criterio de la Doctora Hani si necesita más sesiones o no. —habló para después estrechar la mano del alfa y el mismo le hacía una reverencia por educación cuando el Doctor salió de la habitación.

—Sunnie... el Doctor ya se fue. —habló besando el puchero del omega y haciendo que este se sonroje.

—No... no iré, si tratas de con-convencerme mi respuesta es un no.

—¿Y si vas conmigo? sabes que estaré ahí en todo momento —habló logrando que este lo mirara y le sonriera de una manera que derretía el corazón del alfa como si fuera una mantequilla. Su lobo estaba tan felizmente concentrado en la hermosa sonrisa del omega que hasta votaba baba por el hocico.

—Iré, si usted está a lado mío en toda la sección.

—Es un trato Sunnie.

꒰ ・ ・ ・ ꒱

—Disculpe, ¿usted es Kim Sunoo? —preguntó la Doctora beta muy simpática y sonriente, mientras revisaba su formulario con todas las consultas que tenía en el día.

Sunoo asintió un poco temeroso, pero cuando la mano de su alfa lo sostuvo se tranquilizó más, la marca enviaba sensaciones de tranquilidad y confianza al omega.

—Bien Sunoo-ssi, pasa por favor. ¡Oh! ten cuidado con el suero.

Con sumo cuidado, Sunghoon ayudó a pasar al omega mientras que él llevaba el suero y lo hacía sentar lo más cómodo en la silla frente al escritorio.

—Usted espere afuera, por favor.

Ay se jodió. Sunoo regresó a ver al alfa y de nuevo a la psicóloga, éste comenzó entrar en pánico.

—No... si él no está conmigo, y-yo no pienso quedarme aquí —intentó levantarse más el alfa se lo impidió y trató de tranquilizarlo diciéndole que estaría afuera esperando por él.

Sunghoon salió del consultorio, no sin antes dejar un beso al omega. Después de cerrar la puerta y dejar a solas al omega con la beta esta comenzó a hablar.

—Bien Sunoo-ssi dime cuantos años tienes, por favor.

—Voy a tener 21...

—¿Nombre de tus padres?

—Park Jisoo y Kim... Kim...

—Kim Jaesung —concluyó la Doctora.

Aquel nombre hizo que Sunoo sintiera un escalofrío tremendo, no podía ni oír, peor mencionar aquel nombre. Su vista aún estaba perdida en algún lugar del escritorio de la beta.

—¿Él fue muy malo? —preguntó manteniéndose con una postura aceptable y con la mirada fija en cualquier reacción que pueda hacer el omega. El paciente.— ¿Me puedes decir lo que pasó ese día? ¿Y si me cuentas sobre tu pareja? ¿Como se llama? —preguntó y usó énfasis al ver como el omega se mordía el labio por responder.

—Sunghoon... Se llama Park Sunghoon.

—¿Él es...?

—Él es mi alfa Doctora —aún tenía la cabeza cabizbaja, aún se le hacía difícil mirar a los ojos a otras personas que estén fuera de la manada. Eran extraños.

—¿Que hizo él por ti?

—Él me ayudó cuando más lo necesitaba, me tendió la mano y me invitó a ser parte de su vida. Park Sunghoon me ayudó.

—¿Sunoo-ssi tu abuela sabe de esto?

A Sunoo se le paró el corazón, su abuelita estaba de viaje y no la había visto desde que la oyó en casa conversando con su pa... no sabía cómo se habían enterado del nombre de su padre o de la existencia de su abuelita querida.

Aunque las sospechas eran del amigo -quien había venido del extranjero por cuestiones de estudio- que no había aparecido más que aquella vez que lo encontró en la recepción coqueteando con la chica que sonreía encantada.

—¿Sunoo-ssi?

—Ella no sabe nada, más creo que no debería.

Ayúdame park sunghoon. ‹𝟹 Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora