Ayúdame park sunghoon. ‹𝟹 Sungsun

epílogo

El alfa se encontraba en el cuarto intensivo donde reposaba su omega, Sunghoon sostenía su mano y solía rogarle que despertara, que tenían un cachorro y que esta vez si cuidaría de ellos a pesar de no hacerlo, a pesar de todas las súplicas que ya no daban resultados él no se rendía.

El bebé se encontraba un poco mal de salud, el no tener el calor de sus padres lo hacía más difícil, Jungwon más de una vez le había pedido a Sunghoon que lo cargara o que por lo menos lo vea; pero él se negaba rotundamente a verlo por un simple hecho que su lobo casi lo detestaba.

De despedida había dejado un caluroso beso en la frente del omega, la enfermera acargo le había pedido que abandone la habitación que debía extraer la leche de la madre y así darle los nutrientes a la cría que lo necesitaba.

—Debería recapacitar. —dijo la enfermera cuando Sunghoon estaba por cruzar la puerta.— Su omega no estará conforme sabiendo que usted no está velando por su hijo. No estará conforme sabiendo que él ha dejado algo para que lo recordase y para que lo cuide. Por más promesas que le haga no lo está cumpliendo. —reprochó— Debería empezar a cuidar de su hijo y a ver si así su omega despierte sabiendo que esta todo bien, que a su lado se recuperará y ya no valdrá la pena estar recuperándose por sí solo. —La puerta esta fue cerrada en su cara, aunque lo detestara la enfermera tenía razón. ¿Y si su omega no despertaba porque sentía que su alfa no cumplía con su deber? O por lo más de saber que ya no valdría la pena despertar si nadie cuidaba de su retoño y nadie va a cuidar de él.

Ver a Sunoo tan dormido en aquellas blancas sábanas como si fuera un ángel daba miedo, tanto que tal vez ya no estaría dormido en aquella cama si no en una caja de madera.

La enfermera suspiró, ella sabía lo que uno sentía al perder algo tan valioso, descuidar a otros para tratar de obtener lo perdido. Sonrió cuando llevó la leche de la madre en un recipiente para darle de comer al bebé y su sonrisa se extendió más cuando vio al alfa tras el vidrio del área de incubadoras tratando de identificar a su bebé.

Cuando captó la mirada del alfa la enfermera caminó por medio de las incubadoras llegando hasta un pequeño bebé que tenía puesto un pijama de algodón color blanco. Un pequeño bebé sin nombre solo puesto el apellido "Park" para identificarlo.

Sunghoon había sido dado de alta hace dos semanas y desde hace dos semanas no faltaba al Hospital, se quedaba la mayor parte del tiempo de visita allí. Se iba a casa, no dormía, no comía, regresaba al hospital a ver a su omega, una rutina, se había establecido de la nada.

—Puede pasar a verlo si quiere. —Sunghoon asintió y caminó hacia la puerta para ingresar, el semblante caído y las notables ojeras daban más brillo con la luz de aquel lugar. Se colocó una bata azul impermeable, llegó hasta la cuneta y miró al cachorro que yacía despierto.

¿Cuándo había aprendido a abrir los ojos? ¿Por qué se parece mucho a su Sunoo? Porque... Porque buscaba una excusa así de falsa.

—Aliméntelo usted. —la enfermera tomó al bebé y con cuidado le enseñó a sostenerlo; el bebé no pareció querer alejarse simplemente sonrió dejando a la vista sus encías rosaditas. Una sonrisa igual a la suya. Con la otra mano tomó el biberón dándole de comer y perdiéndose en lo delicado que era aquella criatura.

—Soobin.

La enfermera confundida lo miró.— ¿Qué?

—Que se llamará Soobin.

La enfermera asintió y corrió a escribir el nombre del niño en su cuneta y en su formulario, llegando de nuevo con el alfa cuando el biberón fue vaciado, le retiró el biberón y le informó que ahora debía sacarle los gases para que pueda descansar bien y que no esté molesto.

—¿Ah sí?... ¡Oh! Pequeño bribón. —Rió Sunghoon al escuchar el sonido de un gas salir del bebé.— te lo tenías bien guardado para mi ¿No?

La enfermera suspiró, así debían ser las cosas.

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—Señor Kim, padre de Kim Sunoo y esposo de Park Jisoo. —Nombró el juez al hombre viejo que estaba allí al frente esposado.— Se le declara culpable del secuestro de su esposa e hijo agregándole cargos por abuso sexual, maltrato, violencia psicológica, intimidación junto a la muerte de Park Jisoo y el estado grave de Kim Sunoo. Queda sentenciado a 55 años de prisión más servicio obligatorio para servir a la sociedad.

El golpe del martillo dio por finalizada la sentencia, Heeseung con el cochecito para las gemelas, Riki, Jake y Jungwon se acercaron para felicitar, ahora el desgraciado se pudriría en la cárcel. Sunghoon tomó al bebé con una mano tratándole despacio, con la mano desocupada tomo la pañalera, tendrían una pequeña reunión en la casa de los Lee pero primero debía pasar al hospital, a pesar de todo el seguía viendo a su omega, algo en su pecho decía que el despertaría tarde o temprano.

—Te esperamos en casa Sunghoon y a ti también pequeño Soobin.

Aunque los primeros días que el alfa tuvo al cachorro en su casa fue de lo más duro, un alfa no tiene un instinto materno como un omega, aparte Sunghoon no sabía nada del cuidado que un cachorro requería y tampoco quería que alguien le ayude, ya había sido demasiada irresponsabilidad de su parte. Las madrugadas eran rotas por el llanto de bebe, los cambios de pañales pasaron de ser asqueroso a algo sumamente normal y bromeante, las comidas y el trabajo eran de lo mejor. La mitad de su despacho fue amueblado para que su hijo pudiera estar allí mientras el trabajada, juguetes y ropa del cachorro estaban en una estantería que el mismo había mandado a hacer; las esquinas también contaron con protección. En la casa era otra historia, la habitación del bebé estaba decorada muy bien, el piso amueblado y todo limpio aunque solo llegaran allí para cenar y dormir, ambos parecían estar cómodos en la habitación que tenía impregnado el aroma de su madre. De Sunoo.

—Llegamos...

El alfa entraba al cuarto del hospital junto a Soobin, dejó las cosas en una de las sillas del lugar mientras que la otra la arrastraba para poder sentarse junto a la cama donde reposaba su omega. Los golpes y todo tipo de agresión que una vez había manchado el cuerpo de Sunoo quedaron en el olvido y en las memorias de las personas quienes fueron testigos de tanta crueldad humana.

La hora que estuvieron allí la pasaron en silencio, el bebé se durmió en los brazos de su madre omega un momento al igual que el alfa, la enfermera que estaba a cargo de la salud de Sunoo se le había roto el corazón al ver a la familia. Todos en el Hospital sabían lo que había ocurrido, pero también sabían que la esperanza era lo último que se pierde.

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—¡¿Como que Jay se va a casar?! —había preguntado Heeseung algo fuerte debido a la gran sorpresa que se llevó, también recibió un golpe no muy fuerte de su omega. La gemela mayor Eunbi se había asustado debido al ruido y había empezado a llorar, Jungwon fue por ella para tratar de calmarla.— Lo siento amor ¡Pero en serio se va a casar!

—B-Bueno... —Balbuceó Riki, quien ahora era pareja del joven alfa Jake.— Me dijo que aquella extranjera era de lo mejor y que tal vez tendrían un par de hijos y un gato. En total pienso que se emocionó cuando ella le hizo un cumplido.

—Ah... en total solo era eso. —habló más tranquilo Heeseung.— ¿Y Jake? Pensé que vendría contigo.

—Bueno de hecho era así. Pero dijo que me adelantara. Ya debe estar por llegar...

—¡¡BUEN DIA FAMILIA!!

La sala quedó en silencio, Sunghoon se levantó y le dio a Jake un buen zape. El menor no entendió el porqué del golpe, pero luego calló en cuenta cuando la sala se llenó de unos agudos chillidos causados por los tres bebés que se encontraban durmiendo hace unos instantes atrás.

—Oh joder... Hee ve por Eunbi.

Cuando el llanto de los cachorros cesó, el almuerzo se dio en paz al menos para la pareja más joven, ellos estaban en su mundo. Jake le susurraba cosas al oído a Riki y este se sonrojaba a más no poder, en cambio los padres de las gemelas batallaban por calmar a sus bebés que no querían comer y tampoco se dejaban. En su interior, Sunghoon agradecía que su hijo tenga un sueño pesado que había heredado de él.

Aún faltaban tantas cosas por lograr que el alfa pedía que se realizaran junto a su omega. Que el día tan esperado llegue.