41

685 90 5
                                    

Tres semanas habían pasado, demasiadas lentas para todo aquel que conociera a Park Sunghoon y a Sunoo.

Ese día Sunghoon había despertado aún con partes del cuerpo adormiladas, más por fuerza de voluntad pudo acercarse al omega que dormía tranquilo, lo observó un momento susurrando palabras de apoyo y dejando un beso en sus labios haciendo que el omega despertara.

Las palabras de la boca del alfa salieron a flote antes que el omega se echara a llorar y que su olor deprimente gobernara todo el lugar al creer que iba a escuchar aquellas palabras de rechazo del alfa, pero nada de eso pasó solo quedó asombrado por lo dicho.

Justo lo que quería escuchar.

—Sunnie, debes tener en cuenta que mis sentimientos por ti no han cambiado por lo ocurrido, mi alfa tratará que tu omega se acepte a sí mismo, aunque en el camino te hayas tropezado debes levantarte y salir a delante, aquí estoy yo, yo seré tu apoyo, te prestaré mi hombro cuando las lágrimas amenacen por salir, te daré mimos en todo momento y juntos afrontaremos y tomaremos las decisiones más correctas para nuestra vida. Nos equivocamos y tal vez en ocasiones nuestras ideas chocarán, pero nunca dudes que te amo, te amaré y te seguiré amando para toda la eternidad.

Todo estaba bien, su lobo y él habían escogido las palabras más adecuadas para la siguiente etapa de sus vidas. Una etapa muy diferente.

—Sunoo déjame cortejarte.

El lobo del omega estaba dando saltitos, más la parte humana aun no daba la respuesta, se estaba reprochando asi mismo por haber creado una idea equivocada sobre su ser y sobre lo que el alfa dijera de él. Su mente le estaba jugando sucio y le creyó más a la parte racional que al corazón.

—Si hyung, sal-saldremos adelante, juntos.

En cambio, por otro lado, después de aquella confesión, todo había quedado tranquilo. Los demás no tardaron en enterarse y Heeseung también le explicó lo que dijo el Doctor el día que ambos durmieron.

El omega Jungwon había ido a visitarle a escondidas de su alfa, y los guardias de los cuales se había podido escabullir, él también se sentía culpable, una por no saber sobre aquello que atormentaba al pequeño omega y otra por no haber reaccionado rápido.

Aunque más gobernaba la emoción de saber que ese alfa cascarrabias abriera su corazón. También le dijo que no debía preocuparse por aquella beta hecha de plástico, que después de que fuera a visitar a su Seungie al trabajo y la encontrará insinuándose, le había arrancado todas las extensiones que tenía de más, eso hizo reír al omega en demasía.

Sunoo le había contado todo lo que pasó, antes y después de encontrarse con el alfa que ahora intentaba ganarse su corazón pero que no sabía que ya era suyo desde hace tiempo. Jungwon soltó un par de palabrotas y maldijo al "señor" deseando la muerte para él.

Al poco tiempo había llegado Riki con un arreglo floral muy bonito y también se unió a la conversación.

Pero ahora hablaban del triángulo amoroso que se había formado entre él, Jake y el hermano de este, Daehyun, que según los cálculos de Jungwon debía aclarar todo antes que hubiera mal entendidos por parte de los dos alfas.

—Lo se Hyung, pero qué más puedo hacer. No puedo deshacerme de Daehyun así de fácil, él es como Jakey. Siempre tiene todo lo que se propone.

—Debes aclarar las cosas, antes de que termines sin ninguno de los dos.

El tiempo charlando había pasado rápido, antes de que se retiraran los omegas Jungwon había bromeado de que su alfa estaría esperándolo con una rica cena y que sabía que hoy Heeseung dormiría en el sofá.

Al poco tiempo de que ellos abandonaran la habitación, el omega se sintió un poco solo pero en solo minutos llegó su alfa, vestido de traje como solía ir a la empresa y con otro arreglo floral un poco más grande que el que había traído Riki. Sunghoon frunció el ceño y Sunoo rió por el puchero que había hecho, ya que se le habían adelantado con el detalle.

Dejó el arreglo de Riki en el piso a un lado de la mesita y colocó el suyo en el mismo lugar. Lo saludó con un beso, aquellos que a Sunoo le hacían acelerar el corazón y sonreír como un maniático hasta que sus ojitos se formaran como media lunas.

—¿Pensaste en lo que dijo el Doctor? Se que esto aún está empezando, pero quiero saber tu respuesta y si estás de acuerdo en compartir tu carga conmigo.

—Lo pensé Hyung... estoy seguro que estaré bien y aun que el cortejo este comenzando quiero llevar su marca, compartir mi sufrimiento con usted mi alfa.

Para entonces, la cuarta semana de recuperación había iniciado con un buen resultado, tal y como lo había dicho el médico a cargo de la salud de Sunoo.

Aunque el alfa se había vuelto territorial con todos, indicaba que el proceso de cortejo y de salud del omega estuviera bien.

—Sunghoon podrá marcar a Sunoo como dios manda cuando se recupere por completo. —habló el alfa que acababa de salir de la revisión de ultrasonido de su omega Jungwon y entregaba las fotos a los demás de las primeras tres semanas de gestación de su omega, muy orgulloso y resaltando lo fértil que era su compañero de vida.

—Haría todo por Sunoo.

Ayúdame park sunghoon. ‹𝟹 Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora