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Durante toda la semana no he visto al chico que intentó abusar de mí, ni tampoco al chico que intentó ayudarme, creo que le dieron una sanción al verme en ese estado y lo malinterpretaron todo. En estos momentos me dirijo a mi casa, según el programa de mi padre hoy llega tarde por la reunión en casa de un socio y... se supone que yo también iba pero...

«Eres una desgracia andante Sunoo.»

— «Gracias también te extrañaba.»

Me encontraba saliendo de mi aula de clases, estoy siguiendo artística y danza. Al parecer ya casi nadie queda en el establecimiento y Sunoo necesita apurarse antes que su tortura comience, su padre de alguna manera se enteró del conflicto que hubo la semana pasada. Caminó con prisa girando el pasillo a mano izquierda donde al escuchar una voz se quedó en seco.

— Espero que hayas aprendido la lección Park Sunghoon.

— Sí pad... sí señor director —se retiró, se escuchar unos pasos aproximarse a donde se había escondido Sunoo para escuchar la conversación y por desgracia chocó con el bote de basura tirando todo.— Estabas espiando omega. —esas palabras salieron de una forma fría, se giró a ver al chico y quedó impactado por su apariencia.

— ¡Oh! Dios que le sucedió Hyung... —se preocupó demasiado, hace una semana estaba con una piel libre de rasguños y moretones.

— Ahora te interesa mi estado. —espetó de una manera fría.— Apártate necesito ir a clases.

— O no y si es mi culpa permítame ayudarlo —y sin recibir respuestas lo tomó del brazo y lo llevó a la enfermería de la institución.

— ¡Oye! Te he dich...

— Nada solo permíteme ayudarte. —sin más preámbulos lo jaló del brazo y lo llevó a la enfermería misma que se encontraba vacía— disculpe, señorita enfermera. —estaba totalmente vacía.

— No hay nadie ya me puedo ir pero primero suéltame.

— No, dijiste que era mi culpa y yo mismo lo voy a remediar. Parece que no hay nadie así que yo mismo te curare.

— No hace falta, estas perdiendo clases omega.

— No me llames así, sé que soy omega pero no me lo repitas mi nombre es Sunoo, Kim Sunoo —habló mientras jalaba el brazo y lo obligaba a sentar en la camilla.— ahora se un alfa bueno y permíteme curarte.

Sunghoon no dijo nada simplemente acató las órdenes del omega, de Sunoo. Lo observaba cada uno de los movimientos que este hacia como husmeaba en los cajones agarrando desinfectante y algodón para curar las heridas que traía... en estos momentos no se arrepentía de haber hecho ese absurdo entrenamiento, quería que el omega le preguntase "como estaba, ¿ya comió? " cosas así por el estilo. Quería saber que se siente ser querido por una maldita vez en su puta vida.

«Es hermoso no crees.»

—«Claro que no solo es alguien pasivo nada mas.»

— Te duele... —preguntó al darse cuenta que el alfa miraba un punto de la habitación sumido en sus pensamientos— ¿sucede algo?

Saliendo de su plática con su lobo lo miró y vaya que ese perro pulgoso tenía razón— No. —y Sunoo volvió a sus labores, le ardía, pero su orgullo no lo dejaría aceptar tan fácil mente— ¿qué te paso en el cuello, la parte de atrás precisamente? —interrumpiendo las labores del otro mismo que se puso nervioso, cargaba el buso para cubrirlo.

— Nada importante.

— Está sangrando desde aquí se nota.

— Nada un simple golpe.

Déjame verlo. —diablos porque se estaba preocupando y porque había utilizado esa patética voz.

Sunoo no se negó después de escuchar esa voz, su padre lo utilizaba para que no corriera y se encerrase en su habitación cuando quería golpearlo, se levantó con la cabeza gacha y se dio la vuelta esperando que el alfa levantara sus prendas y pueda observar los horrorosos golpes de la noche anterior.

— Permiso. —después de recibir una respuesta levantó el buso seguido de la camisa hasta una altura donde pueda apreciar el "simple golpe" pero al verlo quedo sin habla por un momento.- Dios ¿qué te paso?

— Me caí. —susurró

— No esto no puede ser un simple golpe, espera lo desinfectaré. —habló para tomar la botella de alcohol que había sido aplicada anteriormente a él, tomó un algodón nuevo, donde lo remojo con el líquido y paso sin ningún cuidado sobre la piel sedosa del contrario.

— Ah... duele.

«diablos»

— Lo siento trataré de ser cuidadoso —habló siguiendo su trabajo con cuidado, observando cada parte de la sexy espalda limpiando lo manchado.

«No crees que es jodidamente sexy»

— «No»

«claro que sí y ese gemido dios»

— «cállate, perro pulgoso»

«No, me digas que no te lo imaginaste gimiendo debajo de ti»

— «Pues no»

«Lo quiero para mí.»

— «No, y caso cerrado»

— Más... más despacio Hyung —habló que de un momento a otro había agregado más fuerza.

— Oh lo siento, pero ya terminé —dejó el algodón de un lado y cubrió de nuevo la espalda observándola por última vez.

— Gracias —se despidió y salió corriendo, se moría de la vergüenza.

"Él se ve frío y sin sentimientos, pero no lo es. En realidad, es dulce y tierno solo tiene miedo de ser lastimado otra vez"

Ayúdame park sunghoon. ‹𝟹 Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora