Ayúdame park sunghoon. ‹𝟹 Sungsun

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—Necesitamos hablar, no puedo seguir así, eres como un hermano mayor para mí, Daehyun —habló Riki, ya decidido a decirle de una vez por todas que Jake era el alfa que su omega había escogido y nada ni nadie le haría cambiar de opinión.

—¿Pero acaso todo lo que te compré para que pudieras aceptarme como tu alfa no fue suficiente Riki? —Preguntó incrédulo, sabía la relación que tenía con su hermano menor ¿Pero que tenía él, un alfa que apenas y puede controlar sus hormonas?

—Ya te lo dije, no son las cosas materiales...

—Solo dime una buena razón para no seguirte cortejando. —suspiró el alfa tratando de controlar esas hormonas de enojo en él.— Solo una razón.

—Para serte sincero, nunca me ha importado las cosas materiales que un alfa me pueda dar. Me importa su tiempo, su honestidad, su lealtad y su esfuerzo. Llámame raro, pero creo que esas cosas el dinero no los puede comprar.

—Eso no es una razón...

—Es la razón que más va conmigo —habló haciendo una reverencia.— Lo siento mucho, pero no puedo aceptar. —rió nervioso al ver como Daehyun parecía más nervioso y descontrolado que lo usual.

—¿Podemos seguir siendo amigos? después de todo eres como mi familia.

Riki volvió a hacer una reverencia, no podía seguir más allí, Jake lo esperaba para ir a ver a Sunoo, ya no quería tardar más. Ser retenido por la mano del alfa lo puso algo tenso, regresando a verlo solo pudo encontrar la mirada más fría que jamás a visto.

—Si todo va mal con mi hermano vendrás conmigo. —sentenció.

El omega no pudo decir nada más que soltarse de aquel agarre que se volvía doloroso, se dirigió hasta la pequeña cabina de seguridad para decirle al encargado que abra la puerta del lugar y lo dejara pasar. Más no volvió a mirar de nuevo a Daehyun.

Entró a paso rápido, llegando a lo que era su edificio, de alguna manera se sentía como si se hubiera quitado un peso de encima pero no del todo. Pudo divisar a Jake arrimado en la pared de las escaleras.

—¿Todo bien? —Preguntó al ver como su pareja parecía más raro de lo normal.— Vamos, mi hermano no guarda rencor. Es comprensivo.

Más no pudo resistirse a no abrazar a su alfa, el olor lo tranquilizaba de cierta manera.

—Tenía miedo de que él reaccionara de otra manera Jakey. —susurró restregándose en su cuello.

Jake sonrió, sabía que detrás de ese omega fuerte y hermoso aun existía el que era controlado por sus padres. No pudo evitar reír al ver lo mucho que ha cambiado.

—No te rías, en verdad tuve miedo. —puchereó. Jake lo acercó un poco a su cuerpo y de suave manera tomó la mejilla del omega para juntar sus labios en un beso tranquilo y sin apuros, disfrutando el sabor del uno y el otro. Al separarse pudo ver como Riki estaba algo sonrojado por la sorpresa del repentino beso.

—Vamos. Sunghoon nos espera para cenar.

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La deliciosa comida de Sunghoon se podía apreciar desde Kilómetros, ricos tallarines en salsa estaban casi listos para ser servidos y degustados por los invitados que estaban tardando mucho.

—Cariño, prueba esto. —dijo el alfa que soplaba la comida en la cuchara para evitar que Sunoo se quemara.

El omega terminaba de poner la mesa cuando recibió el llamado, colocó los últimos cubiertos y se dirigió a la cocina donde un Sunghoon soplaba la comida caliente. Se alegraba que hubiera alguien así en la vida. En su vida.

—Con cuidado, aún está caliente. —cuando la comida estuvo en el paladar del omega, este sonrió cuando la saboreo. Estaba delicioso.

—Hyung... esto es bueno a Riki y Jake les encantará. —el alfa se alegró y pasó su pulgar por la esquina del labio del menor, borrando la mancha de comida que había quedado allí para saborearla el mismo.

La puerta sonó y un Sunoo algo sonrojado salió a abrir la puerta dando paso a la pareja, dejando sus zapatos de lado para ser reemplazado por pantuflas de casa con un gatito de decorado.

—Mmm, esto huele delicioso Sunoo Hyung —expresó el alfa menor quien recibió una risa por su expresión al oler, moviendo su naricita.

—En realidad lo hice yo, mocoso.

—¿Sunghoon hyung acaso me quiere matar? —se burló.

—Maldito mocoso. —gruñó.

Riki estaba algo callado a lado del alegre Jake, Sunoo lo notó por lo cual se aproximó a él sin ser notado por los dos alfas que peleaban como cachorros.

—¿Ocurrió algo Kinnie? —Preguntó con cuidado viendo la reacción del omega que parecía estar perdido en sus pensamientos.— ¿Ocurrió algo con Jakey, mientras venían para acá?

Riki negó, aun así, parecía estar atento a todo su alrededor, no quería parecer indiferente en la cena que les habían invitado.

—Nada malo Hyung, solo que al fin aclaré las cosas con el hermano de Jake, pero no logró tranquilizarme del todo

—¡Sunnie! ¡Sunghoon hyung me quiere pegar con el cucharón! —gritó Jake y ambos omegas giraron en esa dirección, pero rieron a carcajada limpia cuando vieron a Sunghoon salir con la cara llena de harina y con un cucharón en mano persiguiendo al pequeño alfa que corría de aquí para allá siendo muy escurridizo hasta que se escondió detrás de Sunoo.

—Sunnie, cariño sigue sirviendo la comida, tengo que encargarme de ciertos asuntos. —habló dedicándole una sonrisa tierna que para Jake pareciera maléfica.

La cena pasó en calma, últimamente eso era todo para que Sunoo se sintiera en tranquilidad, entre risas y burlas dedicadas en su mayoría a Sunghoon daban por concluida la visita de los menores ya que Riki tenía que llegar a su departamento porque sus padres llamarían para averiguar cómo iban sus estudios -su edificio era el de a lado, unas cuatro cuadras más allá del departamento de Sunghoon, anteriormente ese era el departamento de Jay, pero se lo dio a Sunghoon, así sin más-.

Jake a cambio ya daba por confirmada su relación con Riki y próximamente le presentaría a su familia.

—Sunoo hyung, Sunghoon hyung gracias por la cena estuvo deliciosa. —agradeció el omega mientras se despedía de ellos ya con una sonrisa.

—Ya mocoso, vayan con cuidado en especial tú Jake. —regañó.

—Ah... y por favor no vayan a la casa de Heeseung.

—¿Por qué?

—Está en abstinencia.