Maldición jamás había corrido tanto en su vida, y también dudaría que llegara lo más pronto posible a su departamento, el imbécil de su padre iría para allá, y ¡Quien rayos había visto a Sunoo salir!
«¡DEPRISA!»
— ¡Cállate eso intento hacer! Resiste Sunoo resiste un poco más... —siseó entre dientes mientras apretaba la mandíbula y hacía rechinar los dientes, corría lo más rápido que podía, las gotas de su frente resbalaban todo su perfilado y pálido
rostro hasta caer.Pero por más que atravesaba calles, y tomaba uno que otro atajo le parecía imposible llegar, pronto se cansaría, pronto terminaría agotado, y pronto terminaría sin más aire en sus pulmones.
Más impacta el lobo callado, que el perro ladrando —pensó.
꒰ ・ ・ ・ ꒱
— Pero mira que preciosa eres pequeña bolita de pelos, que si no salgo tal vez mueres de hambre —hablaba con ternura mientas se quedaba mirando como el gatito tomaba su leche calentita, parecía familiar esa situación, parecía como si él fuera Sunghoon y el pequeño gato él.— Espero que Hyung no se enfade, primero porque he salido sin permiso y he olvidado de cerrar la puerta, segundo por recogerte tal vez es alérgico —conversó.
El pequeño gatito de color blanco dejó de beber la leche y caminaba hasta refregarse en la pierna de Sunoo acompañado de un maullido.
La puerta sonó en ese entonces.
— Oh... tal vez es Hyung.
Caminando feliz de la vida se acercó apresurado a abrir la puerta, entonces recordó que bien podía abrir Sunghoon con la llave o se le ¿habrá perdido?... no no... no creo.
Restandole importancia a su lobo que en alguna parte se escondió y agachó las orejitas, abrió la puerta, congelándose.
— Como has estado hijo mío.
No...
Sunoo intentó cerrar la puerta lo más rápido pero el pie del temido alfa se había colado ya en la casa para que posteriormente intentara entrar todo su cuerpo. Sunoo forrajeo un poco más, pero al no obtener resultado soltó la perilla de la puerta y salió corriendo hasta las escaleras, para tratar de entrar en algunos de los cuartos donde se mantendría a salvo.
— ¡A donde crees que vas hermoso omega! —gritó.
El padre -bueno si se puede llamar así- alcanzó el cabello de Sunoo y lo jaló hacia atrás cayendo de rabo por las tres primeras escaleras que había avanzado a subir, en cambio el pobre omega soltó un chillido lleno de dolor y pronto el pánico se apoderó de todo su sistema, para que comenzara a llorar.
— Por favor padre... no me hagas nada... —chilló cuando sintió su mano entrar por debajo de la playera de mangas, para acariciar su estómago, incluso pudo sentir su asquerosa lengua por su cuello cosa que por instinto de omega trató de separarse, de alguien que lo estaba tocando sin su autoridad y ni siquiera era su alfa.
Levantándose y arrastrando a Sunoo de los cabellos, recorrió toda la casa echándole un vistazo de lo "lujosa" que se veía.
— Vaya, acaso volviste a venderte y abrir esas piernas a otro alfa...
— N-o padre... —gimiendo por el gran apretón en su cabello.
— ¿Entonces de quien es eso querido hijo? —jalándolo de vuelta al sillón de la sala de estar y echándolo para que este se golpee con el filo del mueble en su mejillita, quien no le importó el dolor y se alejó lo más pronto posible del alfa que se acercaba con una sonrisa que jamás olvidaría.
— Estoy en c-asa de un a-mi-go del ins-titu-to...
— Ah sí...
Todo había ocurrido de forma rápida, donde en un intento por liberarse del alfa que intentaba tocarlo, le rasguñó en la mejilla haciendo que se enojara más, pero todo había empeorado las cosas, todo y la poca paciencia del alfa se habían ido hace mucho.
— ¡Ah!
Ahí se encontraba Sunoo a punto de ser tomado a la fuerza, luchando con toda la fuerza por quitarse al alfa de encima, aunque no se moviera ni un solo centímetro, chilló más fuerte cuando su padre tomó sus manos y las colocaba por encima de su cabeza inmovilizándolo mientras que su otra mano levantaba la camisa y su boca tomaba con desesperación uno de sus pezones con fuerza, haciendo chillar al omega a todo pulmón.
El tiempo se le escapaba a Sunghoon, pero pareció correr más cuando divisó el edificio.
¡Alfa!
Ese gemido que emitían los omegas cuando estaban en peligro, ese sonido alertaba a su alfa que algo estaba mal. Pero Sunghoon lo sintió más agudo y vivo como nunca.
— ¡Sunoo! —gritó cuando subió las escaleras para adentrarse a el edificio.
Pasó de largo a la recepcionista que lo saludó cortésmente dejándola preocupada, Sunghoon en cambio no dudo en correr por las escaleras hasta llegar a su piso el número 10, saltándose escalones y corriendo al punto de tropezar, incluso corrió más cuando vio el numero 10 al final de la escalera, botó la mochila en medio del pasillo, y corrió cuando el ascensor cerró la puerta, sin importancia. Pero su puerta de su departamento estaba entre abierta, abriéndola de un solo tirón, solo para ver al omega sentado en una esquina de la sala, con el labio partido, el cachete morado, su playera desacomodada, haciendo que el alfa se culpara por no llegar a tiempo, por no haber evitado semejante desgracia. Park Sunghoon siempre tarde.
— Cachorro...
— A-ayúdame Park Sunghoon.
"Existen sueños de los que no quisiéramos despertar, y realidades que quisiéramos que fueran sueños"
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Ayúdame park sunghoon. ‹𝟹 Sungsun
Fanfiction❛ No tenía que ser así. No tenía que soportar tanto. No debía ser un omega débil. No se merecía vivir. ❜ ──⠀۪ ୨୧ ۫sungsun ──⠀۪ ୨୧ ۫smut ──⠀۪ ୨୧ ۫violencia familiar ──⠀۪ ୨୧ ۫alteración de edades ──⠀۪ ୨୧ ۫omegaverse ──⠀۪ ୨୧ ۫adaptación autoriza...