Ayúdame park sunghoon. ‹𝟹 Sungsun

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— No Wonnie, has comprado demasiado, queda suspendida la tarjeta —Eso era lo que Hee le intentaba hacerle racionar a su omega, pues su media mitad era un amante de las compras y podía estar durante horas en el centro comercial.

El omega de Hee solo hizo un puchero y le dio la espalda viendo directamente como Sunoo salía con una bolsita del local en la cual su alfa no le había permitido entrar, eso le hostigaba pues el mayor sabía que estando a lado de su amigo Sunoo podía gastar lo que sea, cuando sea.

Sunoo se dirigió hasta donde estaba su Hyung y se colocó a su lado como si de una pareja se tratase. Sunghoon le susurró algo al oído del cachorro y este inmediatamente hizo que sus mejillas se tiñeran de un rosa encendido. Sunoo estaba avergonzado.

— Hyung... —habló con cierto tono de vergüenza pues lo que le había dicho era:

— Así no podrás seguir utilizando mi ropa interior, como lo estás haciendo ahora.

Esa simple frase había hecho que Sunoo se avergonzase hasta parecer un tomate, la cercanía que había tenido el omega y el alfa hace un rato era extrañamente rara, Jungwon lo notó, no había puesto ni una pizca de atención a lo que su alfa le había estado riñendo y haciéndole entrar en razón. Se apresuró a agarrar la mano de Sunoo y jalarle hasta desaparecer de la vista de sus acompañantes.

Sunghoon y Hee solo observaron el camino que habían hecho anteriormente los omegas, hasta ese entonces se habían dado cuenta y se apresuraron en seguirles el paso pues no los querían perder dentro de unos de los comerciales más grandes que tenía Corea.

— Rayos... —expresó uno de ellos.

Era demasiado tarde, los omegas ya se habían perdido dentro del campo de visión, por más que recorrieron gran parte del centro comercial no habían sido capaz de encontrarlos.

Sunghoon intentaba olfatear el olor de Sunoo pero era casi imposible, pues el centro estaba bañado de diversos aromas, tanto como betas, omegas y alfas.

Hee tampoco podía dar con la ubicación de su omega, ni por medio de la marca, pues, dicha marca aun no adornaba el cuello de Won, según él quería hacerlo en un momento especial, eso era muy importante para la pareja.

Por más que pensaban donde se podían haber ido, un lugar en específico les llegó a la cabeza. El patio de comidas, ese era el único lugar que no habían revisado, y en ese momento se dirigían para allá.

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— Hyung porque salimos corriendo.

— Porque tenía hambre, además tarde o temprano nos encontrarán.

— Pero no tenemos plata para comprar comida —Sunoo hablaba mientras dirigía la vista a sus alrededores, pues tenía el presentimiento que algo malo iba a pasar, si, aquel presentimiento que tenían las madres con sus cachorritos.

— Están solos hermosuras —una tercera voz se entrometió en la conversación de los omegas. Eran un par de alfas, los dos tenían cabelleras negras y eran de tez pálida.

— No, solo nos hemos extraviado un poco —habló Sunoo mientras se dirigía a lado de Jungwon, mismo que tenía una mirada decidida sin una pizca de sumisión.

Uno de ellos le había susurrado al oído a su compañero que hizo una negación casi al inmediato.— ¿Que tal si les invitamos a comer?

Justo, habían dado en el punto débil de Jungwon, él estaba hambriento, eso era lo primero que se le había venido a la cabeza, ir a comer, pero cuando llegaron al lugar Jungwon recordó que su tarjeta había sido confiscada, y habían quedado varados en la mitad de las mesas de comida.

— Harían eso por nosotros —los ojitos de Jungwon lo decía todo, unos de los alfas le había dado ternura lo que Won había hecho, provocando que el alfa por inercia acercara su mano para tocar una de sus mejillas.

Un manotazo había sido suficiente para que el alfa alejara sus manos de Jungwon, Heeseung estaba junto a Sunghoon quienes tenían una expresión más que seria.

— ALEJA TUS MANOS DE MI OMEGA —Sunghoon no quedó atrás pues Sunoo había entrado en pánico cuando el otro alfa había toqueteado y alborotado su cabello, Sunghoon intervino apartándolo y colocándolo a su lado, gruñendo con severidad y posesión, sin tener idea, su lobo lo estaba dominando.

— Tienes problemas Jungwon —habló Heeseung jalándolo hacia la salida del centro comercial.

— Tienes problemas Sunoo —susurró suavemente y empujándolo con cuidado desde la espalda del cachorro cabizbajo.

Los omegas solo agacharon la cabeza y se dejaron guiar, además Sunghoon no tenía ninguna autoridad sobre él, solo lo estaba cuidando hasta que el lío se deshaga, lío en la cual Sunghoon no sabía porque estaba involucrado, eso era lo que pensaba Sunoo.