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Un Sunoo totalmente contento con su caja de donas y un jugo de naranja, pasaba a relucir cada vez que masticaba un poco de esa delicia, aunque la sensación de no encajar con la chica del mostrador por su mala mirada pudo apenas anunciar que era lo que quería. Pero su Hyung pareció poco interesado en lo que hacía la chica que mejor mostró interés en él a la hora de pedir su comida.

Parecía gris, aunque la vida de Sunghoon pareciera gris, Sunoo podía asimilar y caer en cuenta que ese era la cruda realidad, carecía de falta de cariño por lo que se había fijado en su comportamiento con él, ese dichoso compartimiento le hacía latir el corazón y hacer danzar un sin fin de mariposas en su estómago y eso lo hacía feliz, aunque sea un rato lo hacía feliz, a pesar de toda la mierda de vida que había llevado, ese pequeño gesto lo hacía feliz.

El alfa solo tomaba un café amargo y parecía mirar a la nada, allí parado esperando que el omega de risa cuadrada y bien bonita saliera, miró su dona de chocolate que estaba por morder y mejor la estiró hacia el alfa captando su atención.

—Está delicioso. —no había nada que decir, pero la sonrisa y sus ojitos en medias lunas pudo comprender todo lo que quería.

El alfa pareció vacilar si en morder o no, no quería dejar al cachorro con la comida en la mano, hasta que se acercó y dio un mordisco a la dona totalmente deliciosa. ¿Cuándo fue la última vez que probó algo dulce?

Las miradas conectaron, parecían inmersos en el universo de cada uno, la gente ya no existía a su alrededor, por lo pronto Sunoo fue quien se atrevió a tocar esa piel pálida y cálida acercando con cuidado su mano a su mejilla sin que el alfa se espantara, cuando llegó a su destino susurró— Tan lindo. —El alfa parecía derretirse con el tacto del omega, incluso su corazón, su frío corazón terminó hechizado por él desde que lo vio solo y siempre cabizbajo, pero era tan cobarde que ni siquiera se atrevió hablarle.

El flash del celular se hizo presente en la escena, como pedo a media noche, haciendo que el omega soltase la mejilla y se escondiera detrás del alfa, quien miró mal por arruinar tan lindo momento.

—Jay, es un placer verte. —sarcasmo solo eso.

—Lo siento por arruinar su momento, olvidé sacar el flash. —contestó mientras escribía algo en el dichoso aparato.— ¡Acaso no te da gusto ver a tu mejor amigo! —aclaró feliz.

—No. —respondió, sabía que en casa tendría que llamar a su supuesta madre y hablar con esa alfa hipócrita.

—Hyung....no debe tratar así a su amigo. —con voz bajita respondió en el oído del alfa haciendo que su piel se crispara.

—¡Oh! ¡Tú! —acusó al omega— ¡Eres culpable! —el omega pareció sorprendido y se aferró del brazo del alfa—¡Has robado el corazón de mi amigo! y te lo agradezco. —suavizó su voz ya a lo último.

Jake que se había mantenido a raya abrazando a su futura pareja, podía reflejarse a si mismo en tiempo pasados. Y simplemente besó con cariño la mejilla de su omega.

—Eres único —atinó a decir.

—¿Por...? —Sunghoon quien se estaba cansando de la situación habló por el comentario.

—Solo alguien que en realidad te quiere, aguantaría a semejante abuelo. —se burló.

Jay se acercó al omega y apretó sus cachetes con dulzura.

—Eres lindo.

—¡Sí,lindo! —gritó Riki.

—También apetecible.

—¡Sí, apetecible!

—Y eres único.

—¡Sí, unico!

Jay quedó mirando al alfa y omega, parecía recordar algo que él hubiera vivido, pero no del todo.

—¿Qué pasó cupido se te acabaron las flechas del amor? —burló Sunghoon.

—Sabes que... planté ilusión y recogí decepción, a la próxima planto papas y me las como fritas —sentenció.

«Menuda reunión de idiota.» pensó Sunghoon, quien ya estaba hasta la coronilla, golpeó las manos de Jay y las apartó de su omega, no, del omega que aún no era suyo pero lo sería porque le amaba.— Sunoo vamos, ellos no valen la pena —caminó en dirección a la salida para poder irse a su casita a terminar el papeleo y tener una buena regañada.

—Hyung sus amigos...

—¡Hey! Sunghoon ¡Espera! —gritaban a sus espaldas. Eran sus amigos.

꒰ ・ ・ ・ ꒱

Al llegar al departamento, Jay había ido directo al de él que por alguna razón quedaba un piso abajo suyo, encontrándose a Heeseung y a Jungwon en el camino. También había llevado a Riki y Jake a su departamento, debía conversar con ellos por petición de sus familiares. Sunoo había ido a su habitación a colocarse el pijama.

—¿Y bien Sunghoon hyung de que querías hablar? —Jake mantenía atento la mirada del alfa, y a quién habló fue a Riki que parecía saber el tema en específico de la conversación.

—Tu madre habló Riki —eso hizo que bajara la cabeza por lo mencionado.—, dijo que estaba muy decepcionado de ti, que de ser un alumno brillante pasaste a ser un alumno que iba a recuperación. —el omega jugó con sus manos.— También se enteró lo de Jake —alzó la vista de una. Sabía que su familia podía llegar a ser estricta.

—Hyung...

—Hablaron conmigo y llegaron a la conclusión de que te lleve de regreso a tu pueblo natal.

La pareja simplemente no sabía qué hacer, Jake fue quien arrastró a Riki a recuperación así que gran parte era su culpa.

—No hará eso Sunghoon hyung ¿verdad?

—No, logré convencerlos y solo pidieron que tú —señaló a Jake— te mantengas lejos.

—Gracias...—contestaron igual.

—Será mejor que esperen a fuera, el hermano de Jake les vendrá a recoger. —caminó hasta la puerta y prácticamente los echó, había sacado de un buen lío a esos mocosos. Sunghoon tan pronto como se fueron ingresó a su estudio a revisar más y más papeles, el omega llegó por la parte de atrás, sabía que el alfa no era bueno, pero aún así lo estaba intentando.

La llamada que debía hacer a su madre quedó en el olvido, solo el agotamiento fue presente antes que Sunoo le deseara unas buenas noches, plantando un beso en su mejilla de paso, de alguna manera tenía ganas de hacerlo, aunque no fuera en la mejilla. Sabía que podía comenzar de cero y olvidar todo. Lo sabía.

Ayúdame park sunghoon. ‹𝟹 Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora