Jelsa Día 4

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Disclaimer: Los personajes no son míos, salvo mis alocadas ideas.

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Disfruten.

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Justamente y en un día agitado en la "universidad de Vice City" comenzó con una intensa lluvia que posteriormente se convirtió en una tormenta, luego en una granizada y finalmente en un ambiente gélido y aún más lluvioso.

Nunca había lloviendo tan fuerte ni había hecho tanto frío como aquel día en la caribeña ciudad pero en está ocasión era la excepción.

Durante su estancia de visita en la ciudad del vicio, la joven Elsa se había refugiado en el departamento de su novio, Thord Kaskader, un chico con un temperamento fuerte y algo paranoico.

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Mientras yacía viendo la televisión y tomando una taza de café caliente, escucho la joven platinada, la llegada de su pareja.

Una vez el chico ingreso cansado a su hogar, y cayó extasiado en las piernas expuestas de su chica, suspiro reconfortantemente.

Habiendo tirado sus cosas comunes de su trabajo al suelo y buscando desesperadamente a su amada.

El chico castaño tenía ansias de devorar a su novia Elsa a punta de besos pero la joven no estaba en condiciones de recibirlo de esa manera.

En tanto le brindaba lentamente su amor incondicional a la joven en el punto más hermoso que se le hacía: Las piernas exuberantes y níveas de la quisquillosa muchachita, está no pudo evitar preguntarle – ¿Qué estás haciendo?–.

Siendo un chico que quería que la mismísima chica le prestará atención, rápidamente le dirigió una mirada cansada y en tanto le decía – Estoy haciendo lo que debí haber hecho antes mi amor– justamente y una vez le intento justificar su actitud el chico a la joven, la misma muchacha hizo un mohín con su taza de café caliente.

Siéndole un tanto molesto que Thord no la dejará ver a gusto la tele, Elsa finalmente decide después de un rato apagar el televisor e inquirirle al chico – ¿Besar mis piernas? ¿Por qué no lo intentas con mis labios?–.

Una vez le pregunta lo anterior al castaño, esté último inmediatamente deja de besarle dicho punto y rápidamente sube hasta el rostro de su novia y sin más, le planta un fuerte beso en sus labios rojizos y en tanto se recarga encima de la inocente muchacha.

Mientras Elsa recibe a su trabajador y fuerte novio y acaba también recibiendo la muestra de afecto que la evidencian como una chica afortunada, finalmente decide mirar en medio del beso, hacia otro lado, sintiéndose tonta.

Queriendo ir más lejos por su parte el chico y anhelando tener relaciones íntimas con la joven, el chico castaño baraja la posibilidad y en tanto apretuja los pechos redondos de su novia cubiertos por su ropa caliente.

Pretendiendo desnudarla, Thord rápidamente le dice con seducción – Oh, Elsa, eres tan hermosa al punto de que me encanta tanto verte aquí– no tomándoselo para nada en serio la mencionada muchacha y llegando al punto de querer irse del sitio.

Inmediatamente opta por quitárselo de encima al chico y mientras trata de irse sin provocarlo al mismo.

Dándose cuenta la chica de que no es el momento adecuado para ella.

En tanto se pone de pie y decide dirigirse directamente a la salida del departamento del chico con la esperanza de dejarlo mientras se encuentra débil por las largas jornadas de trabajo, esté último reacciona de la manera menos favorable posible.

Thord una vez que visualiza a su novia irse con rapidez del lugar y sabiendo que está pretende abandonarlo, rápidamente toma represalias para evitar que la joven se vaya.

Lealtad a lo que es el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora