Día 24: Mamá eres... Te odio

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Disclairmer: Los personajes no son míos, solo mis alocadas ideas.

Inspirado en la película Valiente y en Wolfenstein 2 The New Colossus.

Disfruten.

{-}

En algún lugar en la casa de campo muy cerca del rancho Pronghorn.

Justamente y cuando llego la joven Merida a su antiguo hogar, buscando lo que quería darle a su novio Macintosh con motivo de su compromiso como futuros esposos, la chica llegó sigilosamente y a tientas.

Una vez ingresó a su hogar, se acercó a al escondite donde ocultaba sus pertenencias cuando era una niña y abrió el cajón de su antiguo dormitorio.

Encontrando lo que buscaba, la joven melenuda, no pudo creer que eso que tanto se había esforzando por proteger pero que en un principio probablemente pudo haber estado en la basura, siguiera en el mismo sitio.

Pensando incluso que su madre lo había tirado al vertedero de las cosas sin uso.

La chica una vez inspecciona el objeto que le daría a su novio, inmediatamente se da cuenta que iba a ser perfecto para regalárselo.

Tantos años juntos y haciéndole creer a todos que ella era lesbiana, cuando realmente necesitaba buscar a su hombre correcto.

En ese instante los pensamientos felices y esperanzadores de la joven pelirroja son interrumpidos por el olor a tabaco.

Sabía y podía reconocer a esa persona a 10 metros de distancia.

Su madre... Elinor.

— El lugar se ha ido a la mierda— sin siquiera dudarlo y sin darse una vuelta, la joven de inmediato le termina pronunciando aquello.

Mientras la mujer de cabello castaño estaba sentada dando una tras otra calada a su puro y palmeaba su escopeta en sus piernas, de pronto le espeta — No he estado aquí en casi una década. Ahora soy la dueña de un rancho de dos mil acres muy cerca de aquí. Escuché en la radio que has sido vista por la policía cometiendo atracos junto a ese maníaco de Agnarr James. Supuse que podrías aparecer aquí—.

No sintiéndose culpable y recargando una de sus manos en la puerta del armario e incluso recordando el sitio donde vio a su madre golpear a sus hermanos, lentamente la muchacha le acaba diciendo — Nada podría aparecer en esta casa excepto malos recuerdos—.

Inquietándole la presencia de su propia hija, Elinor de pronto le inquiere seriamente — Entonces, ¿Por qué viniste?—.

Queriendo saber el motivo, con un tono áspero y más que familiar; desagradable, reanuda sus cuestionamientos, la mujer siguiendo con la insistencia y el motivo del porque esta ahí — ¿Necesitas un lugar para esconderte? ¿Necesitas dinero? Bueno, le estás ladrando al árbol equivocado, hija mía. Demasiado tarde para venir a mendigar ahora—.

Luego de inspeccionar el armario y observarlo cuidadosamente, la joven pelirroja al instante observa el rostro de su madre.

Ya era una anciana y parecía menos lúcida en lo que tenía y pretendía.

Incapaz de sonreírle a su madre (como cuando la joven era una niña tonta e inocente), la chica nota ese corte en la frente de la mujer.

Ese corte que le había hecho con un vidrio cuando la mujer estaba golpeando a uno de sus hijos.

En tanto sus ojos esmeraldas de la dulce muchachita la miran con rabia interna, prontamente le repone — No hay nada que puedas ofrecer para compensar lo que nos hiciste. Pienso en mi madre, veo un... "Vete a la mierda" y luego un puño volando hacia mi cara—.

Lealtad a lo que es el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora