Lealtad a lo que es el Amor

Día 15: Ex pero de nadie

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, solo mis ideas locas.

Inspirado en un one shot Helsa y en un pequeño suceso NPC de RDR2.

Disfruten.

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Otro medio día con actividades.

Impartiendo clases la madre de la joven platinada, y siendo maestra, ese día había organizado una actividad para su club de literatura.

Habiendo invitado a varias de sus amigas y también a su propia hija, Iduna no lo pensó ni un segundo y también había decidido invitar a la mejor amiga que su hija había tenido a la edad de cinco años: la jovencita de nombre Mari Vesterland.

Incluso invitando también al joven Leopold de Weselton y más porque este último tenía un diario en el que escribía cada cosa que veía de sus compañeros, lo cual había conmocionado de manera positiva a la madre de la joven blonda.

Presumiblemente Leopold estaba muy interesado también en la lectura, lo cual era fantástico.

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Aquel día, la joven Mari estando muy emocionada y alegre, por ello decidió acercársele a su ex amiga de melena rubia platinada, y saludarla – ¿Qué tal estás, Elsa? Te veo leyendo muy animada–.

Justamente y una vez que la joven platinada muy concentrada, le levanta la mirada a su amiga, rápidamente le responde con desinterés – Parece que me descubriste, ¿Quieres acompañarme?– ante la propuesta que la propia blonda le acaba planteando, de pronto la joven de melena castaña corta le dice mirando sutilmente hacia el suelo – Me encantaría, pero...–.

Encontrándose Leopold leyendo en la misma habitación y siendo todo oídos, inmediatamente la joven Mari toma cartas en el asunto y se pronuncia quejumbrosa, informándole – Está es una conversación privada, Leopold–.

Expresando el chico bigotudo una mueca sutil de disgusto y en tanto se levanta y se retira; después de todo termina escondiéndose detrás de la puerta que conduce al área donde se encuentran ubicadas ambas chicas.

Escuchando otra vez todo.

Una vez ya tienen privacidad ambas muchachas, nuevamente Mari reanuda sus palabras después de un suspiro y entrelazando sus dedos de manera encantadora y adorable – Estoy tan enamorada, Elsa. Tan enamorada. Y él...–.

Mostrándose hastiada e indiferente a la joven castaña de cabello corto, en ese instante la blonda finalmente acaba rodando sus orbes en tanto le pregunta molesta – ¿Te refieres a Hans? Ese tipejo que es el mejor bestie de mi madre y está con mi archienemiga, Caine Quintonia. Él no le gusta leer. Eso está claro, Mari– con lo dicho, la joven platinada en ese instante termina inclinando su entrecejo y mientras continúa leyendo su libro.

Quedando la joven castaña en ridículo y confundida, finalmente no lo hace y más porque la albina le termina exigiendo – Vamos, haz algo, Mari Vesterland–.

Farfullando consecutivamente con lo rematado de la boca con gloss de la joven platinada, Mari después de unos segundos decide mejor irse y más porque la mencionada albina es una verdadera perdida de tiempo.

Con la retirada de la joven castaña y entrando al cuarto otra vez, Leopold de inmediato se dirige ante la blonda y sin dudarlo le comenta a está última – Desde que Hans anda con todas, parece que no te cae bien–.

Muy concentrada la joven en su lectura y restándole importancia a ese tema, rápidamente le responde con apatía a su amigo – No me puede caer bien y más después de mucho tiempo, Leopold. Caine lo ha manipulado y luego hace todo esto con mis amigas. Lleve siete años, ¡Siete putos años! Y parece que todos caen en sus encantos–.

Negando el chico bigotudo con una sonrisa traviesa y reflexionando sobre lo último; sucesivamente suelta una risita silenciosa.

Conociendo a la joven desde que era una niña, Leopold luego de unos cuantos segundos, le acaba recordando – Te equivocas. Thord, Phillip, Jack, Hiccup, Florian, Adam, Tack y Alistair son los únicos que no caen en sus encantos. Son todas ustedes, unas chicas estúpidas que desde los dieciocho años quedan atrapadas. Tu fuiste la primera y hacías lo mismo que Mari, ¿No lo recuerdas?–.

Ante la interrógate de su amigo, la joven sin siquiera ya cuestionarlo y más por su falta de interés, finalmente decide responderle con – De acuerdo, Leopold–.

Únicamente alzándose en hombros el aludido y sin más que discutir, decide mejor irse.

No sin antes despedirse secamente de la muchacha – Te dejo en lo tuyo, Elsa–.

Asintiéndole suavemente e indiferente la joven, y aún concentrada en su lectura.

Ya fuera del perímetro de su amiga, Leopold llega a la conclusión de que tanto Hans como la propia Elsa son perfectos en ciertas cosas y opuestos en otras pero no hay amor verdadero en ninguno de los dos, más que rencores y odios profundos, y exagerados.

Terminando así este fic.

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Notas del autor:

Hola lector, nuevamente con ustedes. Feliz inicio de semana.

Esta vez les traigo un fic inspirado en un One shot Helsa y en un pequeño suceso NPC de RDR2.

Par diferenciar el one shot totalmente, incluí a Leopold de Welselton y a Mari de Vesterland, ambos personajes de los comics.

Una disculpa por publicar tarde, pero me dolía la cabeza, así que me quede profundamente dormido y pues lo deje todo, je je je.

Y bien, no me rindo en seguir con este reto. Mañana nos leemos con otra actualización. Cuídense y que estén bien, nos leemos.