Día 18: Sin tu sonrisa

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Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, solo mis alocadas ideas.

Inspirado en un fic Jelsa.

Disfruten

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Incapaz de saber realmente que hacer, debido a una enfermedad terminal que padecía al parecer la hermosa jovencita de nombre Rapunzel Corona, Alistair la amaba profundamente siendo este el único que la apreciaba.

Era su verdadero amigo y su única esperanza de vida.

Yaciendo postrada en la cama y luchando cada día más, Alistair la visitaba con la intención de hacerle compañía a la inocente muchacha.

Anteriormente la chica le había dicho en una ocasión que fuera fuerte y siguiera adelante, pero para el muchacho, en verdad le era demasiado difícil.

Cargar con la enfermedad de la trigueña lo estaba volviendo cada día más triste al joven rubio...

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En el hospital de Portland, Alistair se mantuvo en espera durante horas, habiendo pensando en lo estúpido que eran los médicos que atendían a su prometida.

Por un lado quería verla e incluso le había prometido que la visitaría a la joven, pero en el lugar eran muy estrictos, así que se mantuvo en silencio mientras esperaba.

Pensando en ese momento que probablemente una última muestra de afecto la ayudaría a la dulce chica, ya que estaba sola todo el tiempo.

Y probablemente una confesión... De amor.

Una vez le dieron el acceso a la habitación, finalmente el chico rubio logró abrir la puerta lentamente.

Captando toda la tranquilidad de la habitación, Alistair de pronto termina viendo a Rapunzel en la cama.

Sin cabello y con una sonrisa a duras penas que trata de mantener, Alistair de inmediato le corresponde su sonrisa pero siéndole incontrolable poder ocultar sus lágrimas.

Mientras toma asiento el chico y le agarra su mano a la joven afectada, está misma le dice con dificultad — Me alegro de que estés aquí, Alistair Krei—.

Antes de continuar con sus palabras, de repente la joven empieza a toser un poco de sangre, lo cual hace que el chico lejos de estabilizarse empiece a llorar un poco por su inevitable destino.

Arrepentido de verla en ese estado, Alistair rápidamente le dice con melancolía intensa — Me duele verte así, siempre pensé que nada podría separarnos, pero esta, esta enfermedad que tienes...—.

Deteniéndose abruptamente por sus palabras y en tanto libera sus lágrimas contenidas, de pronto procede el chico a sostenerle la mano izquierda y en tanto la consuela.

Brindándole suaves besos en el dorso.

Justamente y una vez la joven nota que Alistair le trae como regalo (en una jaula pequeña) a Pascal, lentamente le termina pidiendo — ¿Puedes dejarme verlo?—.

Afirmándole suavemente y dispuesto a mostrarle a su compañero pequeño, Alistair de pronto le entrega al pequeño camaleón.

En tanto mira al animalito indefenso, temiendo este como un niño, rápidamente la joven lo tranquiliza; sabiendo que todo saldrá bien.

Después de mirar a su mascota y posteriormente dirigiéndole una mirada a Alistair, la joven al instante le pide al chico que se acerque para lo que desde un principio deseo.

Soñando ella que ambos vivirían juntos en el bosque, con una torre como mansión y deslizándose a través de su cabello largo y rubio.

En medio de esos sueños de pronto la joven logra concretar un suave beso en los labios del joven rubio.

Lealtad a lo que es el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora