Disclaimer: Los personajes no son míos, solo mi alocada imaginación.
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Un día tranquilo y como cualquier otro.
Ese día un tanto caluroso en la escuela y en específico en la hora del lunch, el pequeño Jack había llegado con la intención de saludar a su mejor amiga, Elsa, de manera confiable – Hola, Elsita. Amiguita...– justamente y cuando la mencionada logra escuchar su nombre y consigue girarse para atender a su amigo, inmediatamente se pone alegre al verlo y más por el hecho de que estaba sola en el receso – Hola, Jack, ¿Cómo estás?–.
Notándose pintoresco el pequeño niño y con las vibras positivas al límite, rápidamente le dice feliz – Bien. Estoy bien, Elsi...–.
Dándole una sonrisa traviesa el chico, de pronto decide hacerle compañía a su amiga, sentándose a su lado.
Compartiendo la niña hermosa en ese instante su almuerzo con su mejor amigo.
Mientras comen y platican sobre algunas cosas que hicieron días atrás, en ese momento se cuela a colación el tema del noviazgo.
Algo que nunca han barajado.
En tanto el niño se degusta con un último chocolate como postre y le causa gracia a la inocente niña, repentinamente está última extrae una servilleta guardada para posteriormente limpiarle sus labios a su amigo.
Limpiándole con delicadeza sus belfos al chico y mirando como hace la boca como un pato, rápidamente la niña le dice con ternura – Te mereces que te vaya bien. Eres mi niño dulce–.
Justamente y en cuanto el niño la observa con esa dedicación que la caracteriza, al instante le comenta – Tú eres mi reina, Elsi–.
Brindándose una sonrisa mutua y en tanto no tienen ni idea de que se siente estar más juntos, inmediatamente el deseo mutuo de cercanía los incita a juntarse hasta tocar sus labios.
Mientras la niña lo toma de las mejillas al pequeño, con ambas manos y lo observa con dulzura, poco a poco le pide cuidadosamente – ¿Podrías cerrar tus ojos?–.
Acatando su orden de su amada amiga, el chico la obedece sin dudarlo.
En tanto la niña hermosa se cerciora de que nadie los vea, rápidamente le pide otra cosa a su amigo – Haz otra vez tu boca como la de un pato–.
Obedeciéndola, Jack replica dicha acción con sus labios.
Una vez la niña lo tiene en esa situación un poco incómoda, lentamente le va acercando sus labios hasta hacer contacto mutuo con ellos.
Sorprendiéndolo increíblemente al chico y haciéndolo sin que esté dude, en profundizar el beso.
Justamente y negándose a separarse, finalmente el beso se vuelve demandante hasta que sucede un inconveniente.
– ¡Niños, ustedes dos!– durante el beso, repentinamente aparece llamándoles la atención una maestra que los logra observar como un depredador a su presa.
Quedando atónitos e inmóviles, rápidamente ambos niños se separan para evitar seguir siendo observados por la molesta docente, pero ya es demasiado tarde.
Una vez la niña observa a su amigo y consecuentemente alcanza observar también a la maestra, tan prontamente la pequeña no puede evitar preguntarle y soltarse a sollozar – ¿Por qué me obligaste a qué te besará?–.
Mostrándose en ese instante confundido, el niño de pronto le replica sumamente inquieto – Pero tú me besaste, ¿Por qué me haces eso?–.
Una vez la niña empieza a llorar cada vez más y no puede contener sus emociones, finalmente decide girarse y darle la espalda para luego retirarse.
Dejándolo solo y plantando al inocente niño.
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Hora de la salida.
Justamente y una vez que están todos los niños por irse a sus respectivos hogares, Jack decide ir a buscar a su amiga, una vez sale de su salón.
Apuntando a la idea de que su amiga se puso nerviosa por la presencia de la maestra.
Una vez el niño la encuentra a su amiga, y la observa distraída con sus pertenencias de su mochila, rápidamente el mismísimo pequeño corre hasta ella y le da un fuerte abrazo.
Quedando sorprendida por la muestra de afecto, lentamente se lo corresponde y sin dudarlo.
Mientras lo mira fijamente a su amigo y le da un pequeño roce en sus labios, este último le confiesa – Te quiero mucho– correspondiéndole sus palabras la pequeña niña con – Y yo también–.
Con lo confesado mutuamente y sin que nadie los interrumpa, finalmente vuelven a darse nuevamente otro plácido y necesario beso.
En tanto los labios del pequeño devoran los de su amiga, en ese instante la niña le dice sutilmente – Perdón por lo sucedido en el recreo, pero esa maestra me puso nerviosa–.
– No importa...– le termina diciendo el chico a su amiga, y agregando posteriormente – Vamos. Mamá me dejó helado para el día de hoy en el refrigerador, espero te guste–.
Entre tanto se retiran tomados de la mano y deseando volver a besarse, finalmente la chica sentencia – Me encanta el helado–.
Caminando en ese momento silenciosamente y en tanto tienen en claro ambos niños, que su amor crecerá exponencialmente, más y más.
Terminando así este fic.
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Notas del autor:
Hola lector, ¿Cómo están? Yo bien, espero que ustedes también.
Esta vez les traigo un fic sencillo Jelsa y que la verdad es como un relleno pero me gusto.
Mientras preparo más contenido (tanto de esta sección como el fic individual publicado el fin de semana) les dejo este fic.
En fin, nos leemos el viernes y cuídense mucho y que estén bien.
Nos leemos.
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Lealtad a lo que es el Amor
FanfictionOne shots, Long shots y fragmentos que abordan historias individuales y/o adaptando variados emparejamientos únicos, memorables, imposibles, casi nunca planteados o extraños en historias tan singulares o particulares. Con Hans, Jack, Elsa y más pers...