Día 2: Arrogantes, fulleros y otros europeos

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Disclaimer: Los personajes no son míos, solo algunas de mis alocadas ideas.

Inspirado en un fic Helsa de Fanfiction.

Disfruten

{-}

Estadio de Liberty City.

Después de ganar una carrera en la que compitió su perro, Nokk, Elsa se había burlado y ridiculizado al torpe del colorado.

Si bien había ganado desde un principio la joven, parecía que había ganado verdaderamente y por el contrario Hans (su ex novio) pero el chico quedó pasmado al ver a la blonda victoriosa.

¿Qué podía hacer, el colorado?

Vestida con un short de tono negro, una camisa blanca que evidenciaba su ombligo y un abrigo de cuero, realmente lo destacable en su cuerpo de la fémina era su busto redondo muy bien tapado.

Con la compañía de Eugene, Hans quedó prácticamente en ridículo ante la blonda, la cual únicamente estaba acompañada de Leopold de Weselton.

Aunque, no se podía cantar victoria hasta que el último estuviera de pie.

{-}

Dejándolo a Hans y a sus acompañantes pasmados ante la victoria, la joven platinada con esa arrogancia que la caracterizaba, le termino pronunciando con desdén – Y déjame dejártelo muy en claro, Westergaard, que yo siempre gano–.

Mofándose al punto de que Hans y los otros chicos había perdido grandes cantidades de dinero, finalmente una voz femenina tan sensual la acabo corrigiendo a la mismísima reina de hielo – Me temo que no, Elsa Arendelle–.

Justamente y casi en una disputa arbitraria entre todos los chicos, todos estos de pronto miraron a la joven dueña de dicha voz.

Descubriendo que se trataba de Caine Quintonia y su compañero, Jack Frost.

Incapaz de creer que la chica castaña estuviera ahí, la joven albina de inmediato se expresó exageradamente, preguntándole a la intrusa – ¡¿Qué haces aquí?!–.

Viéndose más hermosa de lo imprevisto, la joven Caine portaba una camisa negra que le cubría su short y únicamente le resaltaba sus esbeltas y blanquecinas piernas, además de llevar una gorra y unas botas sobresalientes de diseñador.

Ante la interrógate formulada por su némesis, la joven trigueña le replicó con prepotencia – Apostando en la carrera, igual que tú...–.

Sonriendo en sus adentros el colorado a partir de ese momento y más porque en el fondo él había ganado, rápidamente dirigió sus orbes esmeraldas hacia la hermosa jovencita trigueña.

Sin dudarlo, la chica continúo pero mientras se miraba sus uñas cortadas y con esmalte rosa; como si hubiera desinterés en su semblante – Esa carrera fue estupenda pero creo que el mejor perro fue el mío, Elsa–.

Con dichas palabras que denotaban una profunda rivalidad que ambas habían tenido en el pasado, al instante la joven platinada le repuso con un gesto desdeñoso – Si lo que digas, mira con tus ojos como el mío fue el ganador. Iré a cobrar ese dinero y...–.

Acentuándose al mismo gesto que la exquisita blonda, por otro lado, la joven castaña finalmente la cuestionó sobre su "Victoria" – ¿Cuál perro tengo que mirar, Elsa? Yo solo veo que está tirado en el podio ganador, mira...–.

Una vez gira su cabeza la joven platinada para ver a su mencionado perro, termina descubriendo de forma espontánea que Nokk está en el suelo desmayado.

Y que a su lado del can, esta el perro de la atrevida castaña.

Burlándose de lo inútil que es la blonda, la hermosa Caine se jacta, diciéndole – Nada, Elsa. Tienes un perro para nada fuerte... Axel es muy bueno cuando se trata de morder–.

Lealtad a lo que es el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora