Lealtad a lo que es el Amor

One Shots: El poder de la sangre

Disclaimer: Los personajes no son míos, solo mis alocadas ideas.

HALLOWEEN fic 3 de 3

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Ya hace mucho tiempo que veía a esa chica de melena rubia aperlada y ojos cerúleos como las gotas de lluvia, dentro de su propio hogar.

Todos los días de forma extraña, esa chica caminaba de un lado a otro, hasta llegar a preguntarme a mi mismo, ¿Nunca sale? ¿Qué hace?

Días y meses, esa muchacha nunca salía.

Parecía un fantasma que deambulaba en su propia casa; cabe resaltar que sus plantas que ella misma había puesto se habían marchitado y además su casa parecía como esas películas de terror que le gustaban a mi novia.

Algo no andaba bien y por ello tenía más temprano que nunca, ir hasta donde ella se encontraba y asegurarme que estuviera todo bien.

Claramente no quería asumir el riego de seguirla, pero realmente como era mi vecina, en verdad me inquietaba mucho su comportamiento.

El día que mi urgencia clamaba por ir a verla, llegó como huracán.

Aquel día camine por la senda que conducía a la entrada de su residencia.

Claramente y una vez me acerque a la puerta, una bruma tempestuosa y gélida me invadió.

Creí por unos segundos que tenía que ir a buscar mi abrigo para al menos diezmar el maldito frío que poco a poco me había empezado a molestar y calar por mis brazos, pero luego de un rato me acostumbré al clima gélido.

Mientras me decidía si ingresar o no, finalmente le di una observación a la casa de la chica, de forma minuciosa.

Lo llamativo era ese brillante letrero que decía "Residencia Arendelle. Lo mejor de las viejas costumbres".

Una vez leí el letrero, pensé por un momento en un restaurante, pero luego baraje una cabaña hasta que no le encontré más lógica al último mensaje.

Dejando de lado mis inquietudes e ideas, de inmediato y sin dudarlo, opte por entrar a la residencia.

Justamente y en cuanto entre, quedé perplejo ante todo lo que se encontraba por dentro del susodicho lugar donde vivía esa chica.

Supuse que alguna vez y justo antes de mudarme junto a esta casona, está misma era un restaurante.

Aunque pudo haber sido muchas cosas más.

En cuanto recorrí cada parte y sección de la residencia llena por cierto de telarañas, polvo y viejos muebles, finalmente me encontré con una pintura.

En dicha pintura se encontraba una chica muy parecida a la joven que siempre miraba recorriendo la casa de un lado a otro.

Lo verdaderamente extraño de la pintura no solo era esa joven sino la copa muy bien pintada que tenía un color vino intenso y que incluso podía discernir que brillaba como luz fosforescente.

Brillaba también como si fuera sangre.

A partir de ese momento no solo el clima era de película de terror sino la casa y la pintura de la chica que siempre observaba vagando; en verdad parecía que ella era algo que yo no sabía.

¿Qué era?

En tanto seguía mirando la pintura de forma atónita, justamente en ese instante algo me sorprendió.

Al parecer pude observar una silueta de forma extraña y que en un abrir y cerrar de ojos, rápidamente se dirigió hacia una de las paredes del lugar.

Una vez mire que la dichosa sombra subía la pared como un animal, rápidamente camine hasta el recóndito lugar pero antes de que pronunciará algo, la sombra o cosa desapareció.