Gina fue todo el camino relatándole como habían sido los reyes anteriores, también le contó que Burak era hijo de la primera esposa del rey Altrice y que sus hermanos eran hijos del segundo matrimonio del rey. Burak al ser mayor tomó el reino bajo su mando, además de ser el que más tenía el poder recorriendo sus venas era el más apto para el cargo.
El poder se transmitió bajo la sangre de los varones de la familia por generaciones, pero lo que hizo que Burak sea distinto a sus antecesores y hermanos era por su madre. Algo que Gina no estaba dispuesta a revelar aún.
El reino abrió sus puertas, eran enormes, altas y de madera. Que se separaron en cuanto la caravana llegó a su encuentro, se necesitaban varias personas para abrirlas, pero para un Átkozott solo dos bastaba. Las edificaciones eran bastante distintas a las casas que Astria había visto en el pueblo y en los libros. Todas eran blancas y parte de ellas tenían mármol como si demostrará que era un reino con gran riqueza. La ciudad era enorme, bastante limpia y cuidada.
La gente del reino se acercó a las calles para observar la llegada de su gente y aunque Astria creía que saldrían a recibirle, paso algo que ella nunca había visto. La gente, dejando pasar a su rey que iba a la cabeza, alzaron la mano derecha hacia el frente y la mano izquierda en su corazón mientras bajaron sus cabezas.
—La energía espiritual fluye, la energía se libera, la energía da vida y también da fortaleza.
—¿Qué? —preguntó Astria extrañada.
—Eso significa lo que ellos hacen. Aquí creen mucho en la energía espiritual y de la tierra, así que creemos que si tú transmites tu energía a lo que tú amas, eso traerá grandes bendiciones.
—¿Y ellos trasmiten su energía al rey?
—No solo a él, a todos nosotros.
—Eso es muy bello.
De repente Astria se asombró de un gran edificio que sobresaltaba de todos los demás. Tenía una cúpula gigante en el medio y unos pilares que sujetaba una gran viga.
—¿Qué es eso? ¿Es una especie de templo?
—Sí, algo así. Es el templo de la reina Luna —dijo Gina—. Se dice que, si eres una dama Blanca verdadera, entonces con solo tocar el orbe que está en el medio del salón. Todas las antorchas del templo se prenderán al mismo tiempo, hasta la hoguera que está en lo más alto de la cúpula.
—¿Otras damas blancas también han estado aquí?
—Todas ellas. Dentro están sus retratos, hay un salón completo para cada una de ellas, así que podrás conocerlas. Conectarte con alguna de ellas en forma espiritual será esencial para que domines tus propios poderes.
—¿Se puede hacer eso?
—Espero que sí, la última dama Blanca pasaba horas en meditación.
Astria se sintió abrumada ¿Cómo era que ella debía hacer aquello si no tenía ni idea de su vida? No sabía prácticamente nada, había conocido un pueblo hace poco, había conocido personas nuevas por primera vez en su vida, y ahora un templo esperaba por ella. Y no solo eso, su gente también.
—¿Y si no soy lo que todos creen?
—De eso no hay duda.
—Tal vez solo tengo un poco de...
—No, no es algo que puedas tener poco, eres o no eres y eres una dama Blanca.
El carruaje siguió hasta que pasaron unos muros más pequeños y he aquí frente a sus narices, el castillo de Átkozott se levantaba reluciente de color blanco.
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Desde los ojos de una Estrella.
LobisomemSiendo la hija no reconocida de un gran rey, Astria ha sido denigrada toda su vida encerrada en uno de los castillos del reino, donde la soledad había convivido constantemente con ella. Una chica alegre e inocente, con una particularidad única que n...