Sam no dijo nada, observó a Astria y se acercó a ella. El doctor se puso de pie y cambiaron de posición. Mientras el doctor conversaba con Amy para saber los días pasados de ella, aconsejarle que darle y como cuidarla, Sam se sentó a su lado y la miró detenidamente.
—¿Será posible? —susurró mirándola con el ceño fruncido.
—¿Qué cosa?, ¿volver a recaer?, ¿volveré a dormir por días? —Sam sonrió mientras le tocaba las mejillas.
—No dormirás, pero déjame sentir tu energía, ya sabes cómo es.
—Sí. —Astria volvió a mirar el cielo nervioso. Sam, sin tocar su piel, paso su mano arriba de su cabeza y cerró los ojos. Su gran mano alargada fue bajando lentamente por su rostro hacia su cuello, de su cuello a su pecho y siguió su camino. Deteniéndose un poco en su abdomen bajo un poco más y volvió a subir a su abdomen hasta que abrió los ojos.
—¿Y? —preguntó ella.
—Todo está bien, tu energía fluye como siempre. —Le regaló una sonrisa y se puso de pie caminando con rapidez a la entrada—. Amy cuídala bien —dijo antes de desaparecer por la habitación.
En el mes que había pasado, los hombres del templo habían obtenido poder, ya que Burak no podía oponerse por el tratado que hizo, los hombres controlaban la mayoría de los itinerarios del rey. Obtener una audiencia con Burak era algo casi imposible de hacer en este tiempo. Sin duda, en el castillo, todos deseaban que el mes que quedaba pasará con rapidez para que el rey volviera a la normalidad todas las cosas.
Sam salió de la habitación inquieto, y con una información, que no podía divulgar ni contar más que al rey. El castillo no era lo mismo y había muchos oídos de los hombres del templo en cada rincón
¿Qué podía hacer un hechicero con tal información?
Información que no estaba seguro, pero sabía perfectamente que era lo que había sentido.
—Necesito una audiencia con el rey —dijo al llegar a las puertas custodiadas por guardias y dos hombres del templo.
—Eso no es posible —contesto él—. Si tienes algo que anunciar al rey, puedes decirlo y nosotros le informaremos
—No es una información que puedo anunciar a cualquiera.
—Lo siento, señor, no puedo permitir su entrada.
—El rey debe tener audiencias para mí y lo saben.
—Dentro de una semana podrá recibirlo.
—Eso es mucho, necesito una audiencia hoy o mañana.
—No es posible, puede tomar esa audiencia o esperar.
—Mierda. —Sam estaba más que enfadado, apretó fuertemente sus manos y los maldijo mientras se marchaba. No esperaría una semana para ir con Burak, así que mientras pensó que podía hacer para interceptarlo, la voz de una mujer lo detuvo.
—Sam, ¿qué te trae aquí con esa cara tan malhumorada?
—Reina madre —bajó su rostro.
—No me llames así, somos familia. Escúpelo, te escuchó. —Cerdina lo miró con una sonrisa mientras que cruzaba sus brazos. Sus damas de compañía quedaron a cinco pasos de ella y aguardaron sin decir nada. Sam no dudó en abrir su boca.
—Estoy harto de tanta mierda —dijo posando sus manos en sus caderas—. Perdóneme mi falta de respeto con mis palabras, pero esto me colapsa. No es posible que esos hombres tengan todo controlado, ¿cómo es que Burak acepto esto? Es inconcebible.
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Desde los ojos de una Estrella.
WerewolfSiendo la hija no reconocida de un gran rey, Astria ha sido denigrada toda su vida encerrada en uno de los castillos del reino, donde la soledad había convivido constantemente con ella. Una chica alegre e inocente, con una particularidad única que n...