—Estás preocupando a todos Astria —dijo Cedric sentándose a su lado y observándola.
Astria tenía los ojos cerrados y de vez en cuando sus pestañas temblaban. Fruncía levemente el ceño y apretaba los labios. Hundida en un sueño que no la quería soltar, permaneció como una dama dormida sobre la cama.
Cedric que observó aquellos detalles, le movió un poco el pelo que caía en su mejilla y se lo recogió detrás de su oreja. La extraña calidez que le resultó al rozar sus mejillas hizo que volviera a tocar más su rostro. El sentimiento que había sentido en Lomas al verla volvió a invadirlo. Sabía que estaba mal, sabía que no debía, pero no pudo decirle a su cuerpo que se detuviera, la descubrió tocándole un poco el seno derecho y volvió a taparla. Mojó sus labios lentamente, mientras que con su pulgar apretó los labios de ella moviéndolos a los costados, levantándolos y refregándolos con suavidad.
—Cedric. —La voz de Gina se escuchó desde la entrada, pero el príncipe sabiendo de la mujer que lo observaba llamándole la atención no se detuvo y bajo su rostro besando los labios de Astria— ¡PRÍNCIPE CEDRIC! ¡¿estás consiente de las consecuencias que tendrán tus actos?!
Cedric se incorporó y volteó a mirar a Gina que furiosamente lo miraba.
—¿Le dirás tú?
—No —dijo la soldado mientras bajó su rostro y giró su cuerpo.
Cedric, supo enseguida quién venía por el pasillo, solo por la actitud que había tomado ella. Se levantó con rapidez y se acercó al soldado.
Burak no tardó en aparecer, Cedric salió rápidamente de la habitación, evitando la mirada de su hermano, pero Burak no puso sus ojos en ningún lugar más que la mujer que estaba en la cama.
—Señor —dijo Gina, pero Sam, que había llegado, le negó con la cabeza para que no dijera nada.
Burak había llegado agitado, pero trató de tranquilizarse soltando respiraciones fuertes antes de dar un paso dentro de la habitación.
Nadie dijo nada. Sam quedó con sus cosas en la mano y en cuando el rey entró lentamente a la habitación, él le siguió dejando las cosas a un lado de la cama.
—Esta...
—Está dormida mi rey. He realizado tres hechizos de curación y ahora traje uno para que pueda preservar su cuerpo.
—¿Preservar?
—No ha querido despertar mi rey.
—¿Dónde está Tivadar? ¿Acaso es el único doctor en el reino?
—Usted dijo el mejor, llegará en un día.
Los músculos de la mandíbula del rey se estrecharon en cuanto dio unos pasos más cerca de la cama, fue a su costado y la observó.
—¿Puedo?
—Sí, Señor.
Burak como no sabía bien el estado de Astria, le pidió el consentimiento a Sam. Una vez dado, se sentó lentamente en la cama y tomo una de sus manos
Gina, que aún se mostraba molesta, relajo su expresión al ver la cercanía que tenía Burak con Astria. Nunca, nadie de los que estaban allí había visto el actuar de él con una mujer. De hecho, era primera vez que el mostraba interés por estas cosas.
—¿Dónde están las damas? —preguntó Burak mientras levantaba las mantas y noto que ella estaba desnuda.
—Enseguida las llamo —dijo Gina haciéndole una señal a Bruno.
—¿Has visto de ella?
—Señor, no he tenido opción, usted sabe cómo son los hechizos.
—Sí. —Burak pensando en eso, soltó un leve gruñido mientras lo miraba.
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Desde los ojos de una Estrella.
WerewolfSiendo la hija no reconocida de un gran rey, Astria ha sido denigrada toda su vida encerrada en uno de los castillos del reino, donde la soledad había convivido constantemente con ella. Una chica alegre e inocente, con una particularidad única que n...