Capítulo 37: ¿Reina?

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Astria despertó de un salto, sentándose con rapidez en la colcha, se dio cuenta de que estaba en su tienda vestida con ropa de dormir. A su lado no estaba, ni Burak, ni su hermano y se preocupó de lo tarde que podría ser, para que ella siguiera durmiendo.

Respirando profundo, recordó los aterradores acontecimientos de la noche anterior. Se subió las mangas de su ropa y revisó, si aún estaban las marcas que Burak le había dejado, sorpresa para ella no había ni una. A pesar de eso, la mordida aún seguía ahí, pero estaba seca.

¿Ese era el poder de la reina de los Elfos?

Astria se cambió de ropa con rapidez, sus piernas se sentían débiles pero capaz de dar unos pasos. Una vez lista, abrió lentamente la tienda para salir fuera y miró con atención. Lo primero que vio fue que el sol había salido hace poco y que no era tan tarde como había sentido. Su hermano, estaba fumando un puro, con nada más ni nada menos que Burak a la orilla del río.

Astria quedó allí escondida sin que nadie notará su presencia. Observó detenidamente al hombre que ayer la había devorado y se dio cuenta, que no parecía un hombre que realmente llegaría a enloquecer. Tranquilo y con una mirada relajada conversaba con su hermano.

"¿Quién diría que aquel hombre hasta sus propias gentes le temía en luna llena?"

—Princesa —dijo Omar acercándose a ella.

—General —dijo sorprendida saliendo de su tienda. Omar tenía un ojo morado y le falta uno de sus dientes, aun así, se había vestido espléndidamente para volver al Castillo—. ¿Está usted bien?

—Sí Princesa, ayer se me debe haber pasado las copas y bueno, creo que no fui el único.

—Princesa. —La voz cálida y familiar sonó a su espalda e instintivamente dio un paso atrás y chocó con su cálido cuerpo—. General —dijo Burak con una sonrisa.

—Re-rey Burak —tartamudeo un poco.

—¿Qué es lo que dices para tener a la princesa tan aterrada?

Astria se sorprendió por sus palabras, miró arriba y volteó para mirarle de frente. Él llevó sus ojos hacia ella y Astria rápidamente frunció el ceño diciendo "Ese eres tú"

Él la ignoró y volviendo a mirar a Omar, sacó de su vestimenta una bolsa pequeña de color café y se la lanzó.

—Creo que esto es tuyo. Espero que no te vuelvas un coleccionista —dijo bajando levemente su rostro para anunciar su retirada.

Astria esperaba que Burak le dijera algo más, pero no lo hizo, después de hablarle a Omar, se marchó hacia Edgar. Omar abrió lentamente el amarre de cuero que tenía la bolsa y en cuanto lo hizo, lo volteó en su mano. De su interior, cayeron unos dientes humanos que aún estaban con un poco de sangre.

Una simple y aterradora amenaza del rey de Átkozott, hizo evidente el hecho de que sus hombres, no volverían a casa.

Astria se hizo la desentendida mirando a otro lado, antes que Omar se diera cuenta de que ella vio lo que contenía esa bolsa.

—Es una hermosa mañana —dijo ella observando el cielo—. Es una lástima que tengamos que volver.

—Sí, supongo que sí.

Más tarde todo se fue guardando y pronto tuvieron que subirse a sus caballos. Astria pensó que podía ir esta vez con Hans, pero su hermano, subió a otra mujer a su caballo y mientras todos se movían ella aún de pie en el pasto aguardó.

Burak, que la había visto hace un tiempo, se acercó lentamente a ella y la observó hasta que Astria notó su presencia.

—Yo...

Desde los ojos de una Estrella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora