Desde los ojos de una Estrella.

Capítulo 34: Luna llena de primavera

Por primera vez Astria se sintió celosa. Mientras dos sirvientas estaban pendientes de Burak, ella aguardó a un lado de Hans sin evitar correr la mirada.

"¿Era causa de la luna llena que Burak se veía irresistible para todas?"

Su mirada era distinta. Mucho más intensa que la noche anterior y había una atracción física que incluso Astria podía sentir en el ambiente.

La noche había caído y todos bebían. Omar se acercó a Astria y le ofreció una copa, pero ella se la negó educadamente mientras comía un poco de carne.

De repente, cuando Burak se volteó a reír mirando a Edgar, notó una pequeña luz que venía dentro de su ropa hacia el lado del tatuaje. La comida en su boca se detuvo y pensando en eso tragó con dificultad.

"¿Por qué el hechizo de protección de Sam se había activado?"

Dejo rápidamente de comer y observó tranquilamente a todos los presentes. No había cambios notorios en ninguno "¿Qué había sido?"

Burak siguió riéndose con Edgar, pero notó que mientras reía, el rey de los Elfos cambio su expresión. Fueron solo segundos y volvió a reír. Dejó la copa que tenía en su mano en la mesa y se levantó despidiéndose, para dirigirse a su tienda. Mery sin entender nada fue donde Burak.

Astria esperó que él la mirara y tardo solo unos segundos en hacerlo. Ella, le hizo una leve señal sobre su hombro y él sutilmente asintió con un movimiento corto de cabeza. Para no levantar sospechas, Burak siguió comiendo carne y bebiendo vino normalmente. Los Elfos se marcharon de los primeros y gradualmente todos comenzaron a sentirse cansados.

El general Omar volvió a acercarse a Astria y le ofreció, una vez más, una copa con poco vino.

—Astria termina ahí y entra, iré a dormir —dijo Hans tambaleándose hacia dentro de su tienda.

Ella miró a través de Omar y Burak le miró como diciendo "No te lo tragues"

Agarró la copa y la bebió mirando sonriente a Omar, luego, se puso de pie, bajo su rostro y entró por la tienda nerviosa. Omar recibió su copa y sonrió satisfecho mientras se puso de pie y así como todos, marcho a su tienda. Todo el lugar pronto tomó una tranquilidad inesperada.

La verdad era que Burak había planeado lo mismo para poder escapar de la mirada de los demás y alejarse del grupo por la luna llena. Alguien se les había adelantado y por el sabor un tanto ácido que quedaba en su garganta, supo que todos dormirían profundamente.

Astria entró a la tienda y encontró a su hermano completamente dormido sobre su colcha. Ella buscó dónde devolver al líquido cuando sintió que alguien entró detrás de ella.

—Dámelo. —Volteó y solo sintió los labios de Burak, succionándole la boca, para beber el líquido que aún tenía Astria.

—¿Qué es? —dijo limpiándose la lengua y los labios con la manga de su ropa.

—Una poción para dormir, alguien no tiene buenas intenciones, está noche. Pensé que era tu hermano, pero cayó rápido —dijo pateando los pies de Hans, este no hizo nada.

Burak estaba hirviendo, su piel igual que la noche anterior expulsaba calor y sus ojos se encontraban más vividos que nunca.

—Quédate aquí y no salgas, me encargaré de esto. Por favor Astria, no dejes tu tienda —dijo un poco agitado.

—¿Estás bien? —preguntó ella, pero Burak no espero respuesta y marchó fuera.

Astria nerviosa se acostó en su colcha y permaneció allí escuchando como el ruido de afuera comenzaba a cesar.