Capítulo 61.- Dos noches 2

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Su cuerpo, ardía llenándose de placer cada vez que Burak la embestía, era increíble como su cuerpo reaccionaba a él. Y mientras él siguió moviendo su cadera, su gran virilidad choco continuamente con su cérvix. Astria gimió fuertemente cerca de su oído, Burak besándola le mordió con suavidad la base de su cuello al mismo tiempo que ella sintió como una liberación venía creciendo.

Burak hecho su cabeza atrás deseando poder deshacerse de las cadenas. Su mujer gemía sobre él mientras su cuerpo temblaba avivando aún más sus instintos reprimidos, fue cuando arrugó un poco la frente y con un áspero gruñido se vertió dentro de ella.

Astria sintió como se calentaba su interior, su cuerpo resbaladizo hizo que él frote fuera más intenso, pero Burak se fue calmando empujándose más lentamente. Cuando Astria noto aquello enderezó su cuerpo y lo observó, a pesar de que Burak había tenido una liberación, sus ojos aún brillaban fuertemente.

—Es una tortura no poder tocarte como corresponde —dijo mirándola y besándole la barbilla.

—Puedo hacerlo sin tu ayuda —dijo ella volviendo a mover su cadera. Astria aún se sentía deseosa y con ganas de continuar. Al moverse sintió como los fluidos en su interior comenzaban a salir y a dejar todo resbaladizo. Sabía perfectamente que Burak trataría de persuadirla para que pudiera soltar las cadenas, pero Astria no caería rápidamente en su juego.

Sus movimientos continuaron lentamente y ella pudo notar como la virilidad de su esposo, que se había ablandado, comenzó nuevamente a endurecerse e hincharse. Sonidos pegajosos sonaron por toda la humedad que ambos tenían en su unión.

Los glúteos de Astria retumbaban cada vez que chocaban con los muslos de Burak y lentamente él frote volvió a formarle ese cosquilleo que hace poco había sido detenido.

Burak, la miró sin decir nada más que saborearse los labios, quería tomarla como era debido y mientras más la observaba más sentía las ganas de romper las cadenas y liberarse.

—Más rápido Astria —le pidió.

Ella tratando de complacerlo aumento el ritmo, su cuerpo rebotaba cada vez más y se esforzó para poder continuar.

—Más mujer.

Burak solo la miró mientras Astria rebotaba como si cabalgara un caballo. Ella cerró los ojos unos momentos, realmente no podía creer lo que estaba haciendo y deseando. Se sentía una mujer lasciva, abrió los ojos y al percatarse que Burak la miraba se sintió avergonzada de que solo ella disfrutará el encuentro.

—Ah... —gimió ella— ¿Así?

Ella esperó alguna respuesta de Burak, pero este dejo sus labios completamente cerrados mientras la seguía mirando. Astria pensó que algo estaba haciendo mal, pero no quería detenerse, el cosquilleo comenzó a acentuarse en su vientre bajo y olvidándose de todo lo que ocurría se dejó llevar sintiendo como una explosión de sentimientos subió por su tronco invadiendo su cabeza. Gimió fuerte rasguñando la espalda alta del hombre.

Entre su estado alterado de conciencia, Astria no escucho las cadenas que rechinaron y comenzaron a doblarse, a tensarse y finalmente se rompieron dejando parte de ellas en las muñecas de Burak.

Astria cayó rápidamente hacia atrás y despertando de su pequeño trance vio solo las manos del hombre tomando las suyas subiéndola fuertemente arriba de su cabeza.

—Bu-rak...—Alcanzó a decir antes de que él volviera a penetrarla.

La fuerza de su agarre fue fuerte, Burak no controló bien su fuerza y la piel dónde él la tenía agarrada, solo con una sola de sus manos comenzó a arder.

Desde los ojos de una Estrella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora