MARSHALL
—Buen día familia— llego la tía Edith al comedor gritando como loca.
Eran las siete de la mañana y todos nos encontrábamos desayunando.
—Edith, guarda silencio, estoy al teléfono— respondió mi padre.
La tía enarco una ceja y bufo mientras se sentó a la par de Charles.
—No, te dije desde hace dos semanas que cancelaras la reunión... Sabes que olvídalo, lo voy a arreglar yo— papá soltó un bufido y dejó el celular en la mesa estrepitosamente.
—¿Sucede algo? — pregunté.
—Sólo la estúpida de mi secretaria no canceló la junta de hoy y los inversionistas de España ya están instalados en el hotel— tomó nuevamente se celular y comenzó a teclear, pero al parecer no le contestaron por que volvió a dejar el celular de un golpe.
—¿A qué hora es tu junta? — volví a preguntar.
—Al medio día—
—Pa...—no me dejo terminar porque me dirigió una mirada furiosa. —Alec—lo intenté nuevamente y esta vez asintió —La ceremonia de graduación termina a las 11:00am—
—Quedamos en ir a tu restaurante favorito para celebrar— Soltó un suspiro y alejo el plato de comida.
—Podemos hacerlo más tarde, te acompañare a la empresa y después iremos a comer— me sonrió y me acaricio mi cabello.
—En ese caso, nosotros terminando la ceremonia nos iremos de compras y un día en el spa. ¿Les parece mis amores? — preguntó Edith a los gemelos.
Un carraspeo nos sacó de las conversaciones.
—Supongo que tú iras a conseguir trabajo— le dijo mi tía a Aleida y... Su hermana, que de la cual no recordaba su nombre.
—Pueden utilizar al chofer, nadie lo necesitara hoy— habló mi padre —Marshall necesitamos arreglarnos— se levantó de su silla y salió del comedor, yo terminé mi pancake y salí tras él.
Mientras yo acomodaba mi traje en la cama, junto a la toga y el birrete, espere a que mi padre terminara con su ducha. Minutos más tarde, salió con una toalla en la cintura.
Mi respiración se aceleró un poco al mirar su torso desnudo y con pequeñas gotitas de agua recorriéndolo hasta llegar a su V marcada y sexy, una risita de su parte me saco de mi ensoñación.
—¿Te gusta lo que ves? — mi cara se tornó roja, me había atrapado infraganti.
¡Estúpido hombre!
—No— tomé mi toalla y me levanté de la cama, pero su acercamiento me detuvo.
—¿No te gusta? — susurró muy cerca de mis labios, con ambas frentes pegadas, tomó mis manos y las colocó en su torso desnudo. —Puedes tocar para comprobar— colocó sus manos en mi cintura y me pego más a él.
Recorrí con mis dedos cada parte de su torso, comenzaba a sentirme caliente, más cuando segundos después me despojo de mi camiseta y comenzó a recorrer con sus labios mi cuello y con sus manos mi torso ahora también desnudo.
¿Has corrido alguna vez un maratón y al finalizar la carrera, quedas sin aire y sueltas jadeos pesados?
¿O alguna vez te has despertado a causa de una pesadilla, todo sudado y con la respiración pesada, causando jadeos?
Bueno, a mi es como si me hubiera ocurrido alguna de esas cosas, aunque sabía que ni de cerca estaba de ser alguna de estas cosas.
En cuanto me acercó y nuestros torsos desnudos se juntaron, al mismo tiempo que mordía mi cuello, mi respiración se volvió pesada y solté un jadeo, que, aunque fue muy diferente a las otras situaciones, podía reconocer que fue un jadeo. Mucho más... Se podría decir que placentero.
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SINNERS +18
RomanceMarshall era un chico extraordinario, Marshall con solo dieciséis años comenzó una relación con su padre que lo hizo convertirse en un pecador sin perdón, Marshall cuando quiso redimirse, la deuda llego, los pecadores tenían que pagar y el perdón se...