35| NADIE PODÍA QUEDARSE CON ÉL

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35| NADIE PODÍA QUEDARSE CON ÉL


CHARLES

Mi cabeza nuevamente daba vueltas, me dolía un poco, así que tuve que tomarme la medicación. Esto pasaba regularmente, desde hace casi ocho meses, más exactamente cuándo recupere mis recuerdos.

Pero con la medicación adecuada, se pasaba rápidamente.

Bajé a almorzar y ahí ya se encontraba mi novio, Marshall y mi gemelo.

—Buenos días— les sonreí.

—Buenos días— contestaron.

—Cuando terminen de almorzar, Drake los estará esperando en la entrada para llevarlos a hacer sus trámites de la universidad— dijo Marshall, el cual tenía un cómico pijama de panda.

—Gracias Marshall— agradecí.

Seguimos hablando normalmente, pues al parecer a Tyler le interesaba mucho la economía, porque le preguntaba mucho a Marshall.

Hasta que se escucharon grandes pasos, después apareció papá y arrojó su portafolio, se notaba que venía muy enojado.

¿Qué lo hizo ponerse así? Yo nunca lo había visto así de enojado.

Segundos después se escuchaban fuertes golpes, que cada vez se iban haciendo más fuertes y rápidos.

—Mierda— murmuró Marshall, se levantó rápidamente y se dirigió a una parte de la casa, al parecer la conocía más que bien.

Nosotros le seguimos y cuando llegamos a lo que parecía ser un gimnasio, lo vimos que estaba arrodillado, frente a papá y le estaba susurrando cosas.

Luego de ahí, nos indicó que nos podíamos ir.

Así que algo preocupados por lo que le podría pasar a papá, nos fuimos a la universidad.

Nos encontrábamos de camino en la camioneta negra, Charlie iba sumergido en una conversación en su celular, alcance a ver de reojo el nombre de Thomas, Tyler iba con audífonos y sus ojos cerrados.

—Charlie— le susurré, había cambiado mucho, ahora era más reservado conmigo. Me daba miedo el que descubrirá que había recuperado la memoria.

—Uhm— hablo sin despegar los dedos del teclado.

—¿Sabes porque hay tanta confianza entre Marshall y papá? —esa duda tenía comiéndome desde que supe que era Marshall el que nos iba a esperar en el aeropuerto, no sabía que vivía con papá hasta que lo vi pasearse esta mañana en pijama.

—No lo sé, creo que después de tu accidente, ellos se hicieron amigos y cuando... bueno, cuando ambos pasaron momentos difíciles, se confiaron muchas cosas para desahogar su dolor ¿Sabías que Marshall tiene tatuajes? Bueno, eso es según Thomas, no me puede decir más— levantó los hombros y le restó importancia, pero yo sabía que él sabía algo más.

Me daba una inmensa curiosidad.

Horas más tarde, cuando llegamos a la casa, todo estaba en completo silencio.

—Iré a ver cómo sigue papá— Charlie se dirigió al corredor en el que estaba la habitación de papá, y ahora era donde me preguntaba, ¿Dónde se encontraba la habitación de Marshall?

Tyler dijo que iba a hablar con su amigo John y cuando iba a ir a acompañar a Charlie, este ya venía por las escaleras.

—¿A dónde vas? —preguntó.

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