MARSHALL
Bufé en cuanto bajé de la camioneta de los guardaespaldas, tenía un humor de perros y todo por la maldita culpa de Alec, pero más, en fin, me daba igual ya, todavía de que me preocupaba y preguntaba que, si estaba bien y él echándome en cara todo, ni siquiera le dije lo que paso con Lance y la verdad eso ya no me tenía muy preocupado.
Llegué a la clase de la señora Dallas y me coloqué en mi lugar de costumbre.
—¿Qué te pasó en la mano Marshall? —preguntó una de mis compañeras, la cual no recordaba su nombre.
—Un percance— le medio sonreí y bufé cuando me pidió que le pasara la tarea, ¿enserio? ¿En la universidad lo seguían haciendo?
Cuando estaba por contestar, la señora Dallas hizo su aparición y continuaron todas las clases, con los guardaespaldas detrás de mí y con el imbécil acosador tratando de acercarse a mí.
Hasta que fue la hora de salida, justo en la entrada llamando la atención, ahí estaba Lance, todos mirándolo porque se encontraba recargado en la puerta de su auto fumando con un gran estilo y ah, como olvidarlo, con su maldito auto que grita millones por todos lados.
Porque sí, la curiosidad no pudo conmigo y según Google, Lance Gates no era millonario, ¿podía Google equivocarse?
Si esa información no estaba equivocada, entonces Lance no entraba en la categoría de millonarios, no, lo hacia en la pequeña lista de ¡Billonarios!
En cuanto me vio me hizo una seña con la cabeza, suspiré y caminé hacia él.
—Me iré con Lance, pueden seguirme en la camioneta si no me quieren dejar solo. — le dije a los dos guardaespaldas.
—Pero Marshall...—Habló Derek, pero Donovan lo calló.
—Te iremos siguiendo Marshall— asentí y me dirigí al auto de Lance.
—Siempre llamando la atención— sonrió al momento en el que me abrió la puerta y se colocó los lentes de sol.
—Me encanta llamar la atención— habló en cuanto encendió el auto.
—Presumido— susurré cuando comenzamos el camino con Arctic Monkeys.
JARED.
Observé como Marshall subía a un auto deportivo, pero no logré apreciar al tipo que le abrió la puerta con el que sonreía. Hoy lo había visto en la mañana y tenía los ojos un poco hinchados, no le tomé importancia porque creí que era por no dormir, digo, debió haber pasado una noche loca con papá, pero por sus palabras de "paso toda la noche en el hospital" me quedó claro que algo pasó.
Al llegar a casa, observé que papá estaba en la sala con un montón de papeles y en la misma sala estaba Jessy sentada, con un puti-short y contándole no sé qué mierdas a papá.
Me adentré en la sala y justo cuando iba a hablar Aleida entró por esta misma y le dio una taza de té.
—Toma querido— levanté una ceja en dirección a papá.
—Oye Alec...— comenzó a hablar Jessy, pero rápidamente se cubrió la boca y salió corriendo de la sala, sonreí para mis adentros porque todo estaba surgiendo frutos.
—Papá, necesito hablar contigo— Aleida me miró de una manera desagradable, porque apenas se le estaba acercando.
—Vamos a mi despacho—
En cuanto estuvimos en su despacho cerré la puerta con seguro y coloqué mi cara de enojado.
—¿Qué pasa Jared? —de nuevo pego la vista a sus papeles, al menos hasta que golpeé el escritorio.
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SINNERS +18
RomanceMarshall era un chico extraordinario, Marshall con solo dieciséis años comenzó una relación con su padre que lo hizo convertirse en un pecador sin perdón, Marshall cuando quiso redimirse, la deuda llego, los pecadores tenían que pagar y el perdón se...