—¡Estoy embarazada! —Susurró Shannon, solté los libros de economía que tenía en la mano.
—¿¡Qué!?— susurré, sin creerlo, no era el momento, ni la persona indicada con la que debía tener un hijo.
No era la persona que yo hubiera elegido, sí, la quiero y le tengo un gran cariño, pero ¿Amor? Eso solo me lo inculcaron, su madre y mi madre, tantos años pidiéndonos que saliéramos juntos, hasta que... Solo sucedió una vez. Aunque debía decir que mi padre la odiaba.
Los meses pasaron y fue inútil ocultar el embarazo, obviamente, mi madre y su madre estaban más que felices, así que, en cuanto terminé la carrera me tuve que obligar a casarme con ella.
Ella no terminó de estudiar y estaba a punto de dar a luz, por lo que solo fue algo familiar, a pesar de sus reproches, que quería algo grande.
Días después de la boda, comenzó con los dolores de parto y nos dirigimos rápidamente al hospital. En cuanto escuché el llanto de mi bebé, no me importaba las maldiciones de Shannon, el que maldijera porque dolía el parto y que ese niño le iba a deber toda la vida.
Sé que el parto duele, pero creo que Shannon exagero, por el simple hecho de que no quiso ni verlo, según ella, quería descansar, mi madre y su madre la estaban cuidando en su habitación, mientras yo me encontraba fuera de los cuneros, esperando a que mi hermoso bebé llegará.
—Señor, ¿Me podría decir el nombre del bebé?, su esposa no me quiso responder, dice que está muy cansada — asentí y sonreí al mismo tiempo.
—Jared— en mi se formó una sonrisa, mi pequeño Jared, Jared, como él.
—De acuerdo, en unos minutos será instalado en ese cunero— me señaló uno en específico, asentí y minutos después, ahí estaba.
Mi bebé, mi pequeño pelirrojo, mi bebé Jared.
—Tiene el mismo cabello que tú, al menos no nació feo como una ratita pelada y tiene algo, mucho, de ti— sonreí ante su comentario, nunca cambiaba.
—Observa la placa con su nombre— susurré, sin despegar la vista de mi bebé.
—¡Jodida mierda Grey! — susurró —¿Por qué? —Preguntó bajo.
—Te lo dije y te lo seguiré repitiendo, nunca te voy a olvidar, me dijiste miles de cosas, me golpeaste, aunque tus golpes no dolieran nada, me insultaste y lloraste y aún así estás aquí, ¿Cómo quieres que te olvide? —susurré, voltee a mirarlo, relamió sus labios y negó lentamente.
—Me engañaste— desvío su mirada de la mía y no lo soporte, mi pecho dolía.
—Estábamos tomándonos un tiempo— susurré.
—Si, claro, cuanto tiempo te tomaste que ese mismo día que te dije del tiempo fuiste con Shannon y justamente la semana que regresamos, me dices que vas a tener un hijo— suspiré profundamente.
—No quiero discutir Jared, te he pedido miles de veces perdón, te he rogado de rodillas...—
—Y sabes que no era necesario, ya dejemos esto, sabes que ya nada se puede hacer, eres padre de un jodido hermoso y pelirrojo niño, estás jodidamente casado y yo no pinto nada en tu vida, solo el nombre de tu hijo—
—Pero puedes, aún es momento de fugarnos, a ella ni siquiera le interesa el niño, vámonos, podemos comenzar una nueva vida los tres, es justo— susurré, traté de tomar su mano discretamente, pero el solo la retiró.
—No puedes alejarlo de su madre, Shannon... es... será buena madre con el paso del tiempo, ya verás. — soltó un suspiro —Solo vengo a despedirme— susurró, lo mire con los ojos abiertos. —Me ofrecieron un mejor puesto de trabajo en Italia— cuando iba a hablar, él me interrumpió. — Sólo déjame ser libre Grey— una lágrima corrió por su mejilla y me contuve de abrazarlo y decirle que todo estaría bien.
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SINNERS +18
RomanceMarshall era un chico extraordinario, Marshall con solo dieciséis años comenzó una relación con su padre que lo hizo convertirse en un pecador sin perdón, Marshall cuando quiso redimirse, la deuda llego, los pecadores tenían que pagar y el perdón se...