SINNERS +18

24| EL SENSATO CHARLES

CHARLES

Luego de que mi padre y yo tuviéramos ese encuentro en Japón, luego de verlo durante tres días o más bien, noches seguidas y terminar en lo mismo, sí, hablaba de discutiendo para después terminar en la cama, seguía diciéndome que estaba mal.

No era normal, porque siempre era así, comenzaba a reclamar por la falta de padre que tuve en toda mi infancia y al final terminábamos enrollados.

Pero maldita sea, ¿Por qué seguía engañándome? Sabía que estaba mal. El problema era que no quería verlo, no quería creerlo.

Ahora me encontraba contándole a Jared y Marshall, además de mi hermano, porque sólo le había dicho que me había reunido con papá para hablar, claro está que él no me creyó, para nada y ahora que lo escuchará de mis labios... Dios, me sentía tan... Fatal.

—Entonces, ¿Qué sucedió? —preguntó Marshall, solté un suspiro y terminé por contarle, sin lujos de detalles en las escenas no aptas para ellos, lo que había sucedido.

—Pero dejando de lado lo que sucedió ahí ahora no importa, aquí lo importante es saber que hacer, porque papá quiere vernos a los dos y Charlie no quiere ir— solté un suspiro y comencé a caminar por todo el despacho del tío Herbz.

—¿Qué jodidos...? —Jared abrió los ojos y soltó un suspiro. —¿Por qué mierdas los quiere ver? Oye Charles, yo respeto que tú le das el culo y te busqué, pero sabes que Charlie si no quiere verlo, no lo hará, con esta situación tú sabes que afecto a la poca relación que tenían...—

—¿¡Crees que yo no!?— casi grité, pero intenté calmarme. —¿¡Crees que no me haya afectado no solo esta situación, si no que de pequeños nos negó, nos dejó solos, nos cambió por una nueva familia? Y luego yo salgo con estas mierdas... por Dios, me acuesto con él y quisiera decir que me repudia, que lo odio, pero si lo dijera, les mintiera y me mintiera a mí mismo, ni siquiera sé que sentir— sentía mis ojos picar y casi me rompo en llanto, hasta que sentí la mano de Marshall acariciar mi mejilla.

—Chicos, denme un momento con Charles— Charlie me miro con eso ojos característicos, esos que siempre ponía cada vez que no me quería lastimar.

Jared y Charlie salieron del despacho y nos dejaron a solas.

—Creo que con esto te estas aferrando a esos problemas paternales, la falta que te hizo, es como si quisieras llenar ese hueco que tu padre dejo y sientes que esta es la única manera— susurró mientras me abrazaba. —No estoy diciendo que no debes estar con tu padre, porque eso, solo tú corazón lo sabe al final de cuentas, no soy un psicólogo para decirte que esto que te estoy diciendo es la verdad, y mucho menos tengo la mejor moral para darte este tipo de consejos, pero también tienes que tomar en cuenta que Charlie ya había arreglado las cosas con tu padre y que iban a pasos pequeños en su relación, y el que ahora saber esto, de una u otra manera le está afectando, Charlie mismo te había dicho hace tiempo que fueran hablar con tu padre, no quisiste y respeto tu decisión, creo que lo mejor es que ahora tu respetes su decisión, él sabrá cuando es el mejor momento—Sorbí un poco, porque ahora sí estaba llorando.

—No quiero dañar a nadie, no quiero que papá sienta que Charlie lo odia de nuevo, porque sé que no es cierto, pero tampoco quiero que Charlie piense que lo estoy obligando a hablar con papá, si él no está listo, lo voy a respetar, pero también necesitó alejarme de papá para que él no se vea influenciado por lo que está pasando—me limpié las lágrimas y me separé de Marshall.

—¿Cómo está todo contigo? — traté de cambiar de conversación, pero fue en vano.

—Entre papá y yo todo está bien, hay veces que quiero matarlo, pero todo está bien, ¿Cuándo lo vas a ver? —ignoré su pregunta y continúe con las mías.