7| AGUA CON AZÚCAR Y LA MACARENA TODA LA NOCHE
MARSHALL.
—¡Ah! Alec— mi voz sonó rara y cansada.
—Solo relájate Marsh—Su voz sonó ronca.
—Siento como si mis huesitos se fueran a partir— Hundí mi cara en la almohada.
—Es porque es solo el comienzo, pasando unos minutos te sentirás genial— Sentí recorrer sus dedos por toda mi espalda. —Además, estoy utilizando aceite de cerezas— soltó una risita.
—Cállate, sabes que odio la cereza— susurré soltando un quejido.
—Bueno, ya verás que después de esto las amaras— Mi cuerpo tembló ante su acto, al parecer lo notó.
—¡Oh—Por—Dios! ¡Esto se siente genial! — cerré los ojos al sentir su respiración en mi oído y más al susurrarme.
—Te lo dije— soltó una pequeña carcajada y siguió con sus expertos movimientos.
¡Por todos los dioses! Como amo a este hombre.
¿Cómo es que llegamos a esto?
Pues...
HORAS ANTES...
—Es un hermoso restaurante, Abney— habló Catriel Decker, mientras que los tres pusimos la mirada en él.
—Claro, y la comida esta mejor, si no, pregúntele a Jared, siempre pide doble porción— dije malvadamente, aunque con la cara inocente. Tenía que vengarme de que les haya contado a los gemelos.
—¡Oh! Vaya— el señor Decker solo sonrió y lo observo con detenimiento, Jared se puso más rojo que un tomate.
Los mayores simplemente se la pasaron hablando de negocios, mientras que Jared y yo hablábamos de nuestros logros en varios videojuegos.
—Entonces Jared, en dos días es tu cumpleaños— no sonó en pregunta, pero lo que dijo el señor Decker, nos sacó de nuestra plática.
—Emm, si...— y ya no dijo nada más, lo cual es raro, digo, Jared nunca deja de ser tan Jared, ni pagándole millones hacemos que se callé.
—Como cada año lo celebramos en una pequeña fiesta, ya sabe, una cena con socios y esas cosas y más tarde los más jóvenes comienza su verdadera fiesta— hablo papá.
Ellos volvieron a hablar por su lado y nosotros lo hicimos igual.
Después de casi una hora nos despedimos del señor Decker, nos encaminamos a casa en conversaciones que ni siquiera tenían sentido, pero para nosotros provechosos.
—Aún falta su último regalo y no podía dárselos frente a Decker— dijo papá cuando comenzamos a ingresar por la enorme entrada.
—Cuando llegamos a casa todos se encontraban comiendo, los gemelos tenían ganas de correr hacia nosotros, sí, era tanta la desesperación de no saber acerca de Malec, pero si había algo que ellos respetaban era la única regla de levantarse de la mesa hasta terminar de comer.
—Alec, Marshall, vengan a comer— Jared dirigió su vista de "muere maldita perra" a la pelirroja teñida, que era la que había hablado.
¡Maldita sea! Cuando no era una era otra.
No fui la única que lo pensó, ya que mi tía Edith y los gemelos la miraron raro también.
—Haber pelirroja teñida, mi papá es mayor que tú, así que ten más respeto— Jared regreso, pues se había mantenido callado de palabrotas, o ser él mismo, desde que nos despedimos del señor Decker.
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SINNERS +18
RomanceMarshall era un chico extraordinario, Marshall con solo dieciséis años comenzó una relación con su padre que lo hizo convertirse en un pecador sin perdón, Marshall cuando quiso redimirse, la deuda llego, los pecadores tenían que pagar y el perdón se...