SINNERS +18

14| ¿ESTO ERA PECAR?

MARSHALL.

Horas antes.

—¿Buscabas algo en especial? —me habló una chica que tenía una camiseta con el nombre del local en un perfecto español.

—¡Oh!... Yo— trataba de que mi lengua no se trabara, sabía entender el español, pero no hablarlo con tanta facilidad como papá —Veré que hacer... Decir... Veré qué llevar— le sonreí tímidamente y la chica solo me contestó con perfecto "por supuesto" en inglés.

Yo matando por buscar las palabras y ella sabía inglés. Maldita.

Recorrí algunos pasillos con lencería varonil y no me atraía nada de nada. Sin pensarlo llegué al pasillo "Chicas discretas" y vi que faltaban menos de dos minutos para que Alec viniera por mí. Por lo que en ese pasillo tome cuanta cosa se me cruzó.

Al ir a pagar la cajera me miro de reojo, creo que pensara que tengo un fetiche con la lencería femenina, sí, llevaba solo lencería femenina.

Pagué con la tarjeta que me dio papá y salí del local con tres bolsas en la mano, me dediqué a observar por los pasillos y segundos después papá venía caminando hacia mí con una gran sonrisa y dos pequeñas bolsas de papel negras.

—Listo cariño, vamos— a paso apresurado llegamos al estacionamiento subterráneo del centro comercial y como si no existieran las multas papá aceleró al hotel.

Al llegar a la entrada bajé mi maleta de mano y los empleados se encargaron de bajar las demás maletas que venían en el maletero.

Minutos después ya nos encontrábamos en la que sería nuestra habitación. Sin decir nada me adentre rápidamente al gran baño.

Respiré profundo varias veces y antes de que me arrepintiera saque una de las tantas lencerías.

—Para tomar confianza primero comenzaré con algo no tan... — me susurré a mí mismo.

Me desvestí rápidamente y me coloqué las medias de encaje negras... Mi bóxer lo dejé, digo, que se conforme con algo.

—¿Marshall? ¿Todo bien? Se que actúe sin pensarlo, pero entenderé si realmente no estás listo o no quieres dar este paso, sé que...—

¡Maldita sea! Yo estoy que me deshago de los nervios y el estúpido de papá sale con su maldito discurso.

Me miré una vez más en el espejo de cuerpo completo y me mordí el labio inferior... No me reconocía.

Quité el pestillo de la puerta y me lancé a su boca que han estado divagando por varios minutos.

Sinceramente, creo que no se lo había esperado, ya que abrió los ojos enormes, aunque segundos después se relajó y siguió el beso.

Un beso que inició por mí y que era muy... Muy estúpido y brusco, aunque papá tomo el control unos segundos después, colocando sus manos en mi cintura, lo cual me causó un tremendo escalofrío.

Disminuimos la rapidez y el brusco beso, para simplemente besarnos de manera tierna, sus dedos recorrían desde mi cintura hasta mis piernas, para después levantarme y quedar prensado a horcajadas.

Nos separamos lentamente y apaciguamos nuestra respiración sin despejar nuestra mirada el uno del otro.

—¿Confías en mí? — me susurró.

—Si— mi voz salió débilmente, hasta que me estremeció.

Me recostó lentamente en la cama, para ser sincero no se ni en momento llegamos al pie de la cama.