MARSHALL
Años más tarde
Estaba sentado en la sala, con el portátil en las piernas y a punto de terminar la presentación para mi reunión, justo cuando di en guardar, una voz me asustó.
—Joder, cuando Mazklan sea grande, recuérdale que debe agradecerme, literal le limpio el culo por cada mierda que hace— rodé los ojos y dejé la portátil de lado.
—No lo harías si no fuera tu responsabilidad, es tu hijo y dudo que de grande recuerde que le limpiabas el culo, yo también se lo he limpiado y no me estoy quejando, he pasado noches en vela por culpa de la fiebre y han sido más veces conmigo de todo, y no me ves quejándome ¿verdad? — levanté una ceja al verlo sentarse en el sofá sin ganas.
—Te repito tu argumento, es tu responsabilidad, es tu hijo— rodé los ojos y me levanté del sofá para ir en donde se encontraba.
—Nuestro hijo— me senté a horcajadas y pasé mis brazos por su cuello.
Me acerqué a él y comenzó a darme besos tiernos.
—Joder, que bueno te has puesto— susurró mientras apretaba mis glúteos con fuerza.
—Papás, estoy listo— la inocente vocecita nos interrumpió y sonreí al ver que mi hijo se había puesto la camiseta al revés.
—Cariño, ven aquí, eso está mal puesto— hizo un puchero y me levanté del sofá, o mejor dicho de sus piernas. Le saqué la camiseta y se la arregle, sentí nostalgia, con él pasaba el mayor tiempo posible, mientras que mi otro bebé... —¿Seguro que quieres ir? —una vez más inflo sus mejillas, tan tiernas, que no me resistí y las apretuje.
—Si papi, a pesar de que ya no sea mi amigo, su mamá nos invitó— sonreí y solté un suspiro.
—Ajá, el niño grande quiere ir al parque de diversiones, pero aún se siente inseguro de haberse limpiado bien cada vez que va al baño y por consecuencia, uno de sus padres tiene que verificar...—
—Papá —mi hijo interrumpió a su padre y se puso todo rojo. —Hoy fue la última vez, te lo juro— susurró.
—Cariño, no le hagas caso al estúpido de tu padre, si tú no te sientes seguro, aquí estaré yo para todo lo que necesites, hasta para hablar sobre ese amiguito tuyo— le guiñé un ojo.
—Gracias papi— me abrazó y se aferró de mi cuello, ya que estaba de cuclillas frente a él. —Pero papá dice que tengo que empezar a hacer mis propias cosas, para que así, tu estés orgulloso de mi— beso mi mejilla. —Y también pueda protegerlo a él— susurró muy bajito y sonreí.
—Que tu papá se vaya al carajo, tú siempre vas a ser mi niño y ya estoy orgulloso de ti, digo, le presumo a mis amigos y a los socios de papá que mi hijo es un maldito genio y no te preocupes, yo los voy a proteger a todos— sentí las manitas de mi niño cubrir mi boca.
—Papá y tú dicen muchas malas palabras— rodé mis ojos y comencé a reír.
—Bueno, es hora de irnos, pasaremos por el regalo de tu mejor amigo—
—Ex mejor amigo papá, desde que Christa llegó, él le puso toda la atención a ella— quería reírme, pero me callé porque vamos, se supone que debía ser serio ante estas situaciones que pasaba mi hijo...
Pero era gracioso, porque estaba celoso de que su mejor amigo... digo, ex mejor amigo, estaba ahora todo el tiempo con la niña nueva de su colegio, ¿Lo gracioso? Tenía siete años.
Nos encaminamos a salir de la gran casa, mejor denominada como mansión dos.
El auto ya estaba frente a nosotros y acomodé a mi hijo en la parte trasera con el cinturón de seguridad, después me subí al asiento del copiloto y nos encaminamos a la tienda de juguetes.
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SINNERS +18
RomanceMarshall era un chico extraordinario, Marshall con solo dieciséis años comenzó una relación con su padre que lo hizo convertirse en un pecador sin perdón, Marshall cuando quiso redimirse, la deuda llego, los pecadores tenían que pagar y el perdón se...