E D U N| TERMINADA.

Uno

Mi vaso se encontraba vacío mucho antes de que la camarera se alejara. Decidí dejarla en paz un momento antes de pedir otra ronda, a mi lado se encontraban León y Matt los cuales reían a carcajadas a algo que el grupo de idiotas narraba.

Matt se limpió el licor derramado por su boca antes de hablar.

-Venga ya ¿Enserio?-repitió por enésima vez aun sin creerse la historia-¿Te cogiste con 3 chicas diferentes la misma noche?

-Y eran hermanas-afirma Dylan con una sonrisa victoriosa marcada en su rostro.

-Eres mi ídolo-Agrega León y los otros chicos rieron a su par.

Gire los ojos para luego levantarme. Camine por medio de ellos y resbale justo delante de Matt, él cual me cogió del brazo antes de caer.

-Es la última-dije refiriéndome a la bebida-lo prometo.

-Más te vale-agrego él-sino junto a León y Jade te obligaremos a vomitar hasta la última gota ¿de acuerdo?.

Asentí rápidamente.

-¿A dónde vas?-pregunto León.

Levante mis hombros con indiferencia-por allí-dije.

Dylan me sonrió abiertamente para luego concentrarse en la conversación que hace un rato mantenía con mis amigos.

Supe desde el primer momento en el que mi amiga Jade me invito a este lugar que era una mala idea venir, aun así, no pude negarme a su cara triste o a las largas platicas de Matt y León acerca de como debían divertirse los adolescentes y esas cosas. Finalmente accedí, y ahora nuevamente me arrepiento.

Camine por el gran lugar al mismo tiempo que me mezclaba entre la multitud, a mi alrededor se encontraban aproximadamente algunas doscientas personas, sin contar a los que en este momento disfrutaban de tener sexo en los diferentes escondites de la casa.

El olor a alcohol, a cigarrillos y a lo que parecía marihuana llenaban mis fosas nasales haciendo que me dieran arcadas, la lujuria controlaba a todos y todas esa noche y mi cabeza no dejaba de dar vueltas debido a los tragos que me había dedicado a tomar.

No podía ver bien debido a la tenue luz azul que deslumbraba la pista de baile, pero aún seguí caminando con dificultad ya que gracias a cada paso que daba una persona chocaba su cuerpo contra el mío en cada intento de baile.

A unos cuantos metros de mi pude sentir una mirada que seguía cada uno de mis movimientos, me obligué a levantar la cabeza y mis ojos se toparon con los de un chico que observaba en mi dirección, alce la cabeza un poco para dar con él y en definitiva miraba por aquí.

Arrugue la nariz al ver que él no quitaba su mirada de mí. Su expresión era seria, o al menos no demostraba algún tipo de felicidad o una falsa sonrisa por lo cual me sentí un poco incomoda pero como solía decir mi mama ''El día en que todos sonrían, será el día en que la hipocresía domine el mundo" pero casi al instante sentí como una persona me empujaba con sus movimientos de baile y yo me incorpore de inmediato. Cuando alce la cabeza de nuevo a dirección del misterioso chico, el reía, al parecer había disfrutado el hecho de que otra persona haya decidido empujarme pero su sonrisa desapareció casi de inmediato al encontrarse de nuevo con mis ojos, dejando ahora una mirada escalofriante como la de hace rato.

El chico se acercó a mí y pude sentir como el corazón se me detuvo un instante.

-Ho.Hola-tartamude.

El frunció el ceño-¿Qué tanto miras?

Gire la cabeza a un lado para convencerme de que realmente me lo decía a mí, pero nadie mas estaba allí, ya que todas las demás personas del lugar se dedicaban a bailar libremente. Mi corazón empezó a latir más fuerte al ver que el chico no hacía más nada que mirarme fijamente y esperar una respuesta.