E D U N| TERMINADA.

Cuarenta y cuatro

Tragué saliva fuertemente y sentí como mis ojos se aguaron a lo que Caleb, en vez de contestar, simplemente se dejó caer en la cama, sin habla. Él llevo ambas manos tras su nuca para rascarla y luego llevo una de ellas hacia su boca cubriéndola.

Me observó.

-¿Embarazada?-pregunto incrédulo.

Asentí poco convencida.

-¿Embarazada?-pregunto nuevamente caminando hacia mi.

-Si-susurre, mi voz colgaba de un hilo.

Él llevo su mano hacia mi barriga y se dejó caer de rodillas frente a esta. Nuevamente me observó, ahora tenía una sonrisa en su cara.

-Embarazada-Ya no era una pregunta. Si no más bien una afirmación de él, para él mismo.
En un rápido movimiento se incorporó para tomarme en sus brazos y elevarme en lo alto

Solté una carcajada y luego pegue mis labios a los suyos.

-Voy a ser papa-susurró-no puedo creerlo.

-¿No estás molesto?.

Negó varias veces-¿Como podría estarlo? Esto es.. es ¡vaya! Es lo mejor que me ha pasado en la vida. Enserio.

Reí nerviosa-Que bueno, por que de verdad yo estaba muy asustada y..

-Shh-dijo llevando su dedo índice hacia mis labios para silenciarme.

Me quede observándolo por un momento hasta que el agacho la cabeza y sus labios hicieron contacto con los míos, sintiendo su sonrisa en mi boca, una sonrisa llena de felicidad.

Íbamos a ser padres.

Al cabo de tres semanas pude finalmente apartar una cita con el ginecólogo, el cual, no aceptaba sobornos por lo que tuvimos que esperar como cualquier otro paciente a que hubiese una vacante en su agenda.
Cuando llegó el día de la cita, Caleb parecía arrepentirse de haberla hecho ya que dicho doctor era hombre y él prefería que una mujer se encargase de eso. Aún así, me negué rotuandamente a faltar. El Dr. Roberts era uno de los mejores de Londres y sabía que pasaría mucho tiempo antes de poder tener nuevamente una cita con él.

-¿Estás nerviosa?-pregunto Caleb alzando mi mano hacia sus labios.

-Un poco. ¿Y tú?

-También un poco. Bastante. Mucho en realidad-respondió él de manera sonriente.

Respondí a su sonrisa y me acerqué hacia sus labios, recostando después mi cabeza en su hombro.

Finalmente hoy sabríamos como se iba desarrollando todo el proceso del embarazo, y era algo que necesitaba saber ya que según mis cálculos, debía tener por lo menos un mes, y aún no había aumentado ni un poco de peso. Eso era algo que lograba preocuparme.

-Es un gran día...-susurre para mí misma.

-¿Novale Nation?-llamó la enfermera después de revisar una lista, y tanto Caleb como yo nos levantamos-el Dr. Roberts la espera.

Asentí en agradecimiento y nos pusimos en marcha para la sala que nos habían indicado, Caleb no soltó mi mano en ningún momento.
Con los nudillos de la mano izquierda golpeé la puerta dos veces donde nos concedieron el paso, indicándonos que nos podían sentar en las sillas que habían detrás del escritorio.

-Buenos días Novale..Veo que traes compañía-Nos saludo dándonos la mano a cada uno y correspondimos con sonrisas.

-Si, Doctor Roberts. Él es Caleb.