E D U N| TERMINADA.

Veintitrés

Cuando aquellas palabras salieron de su boca, la seguridad y valentía que se había generado alrededor de Caleb se fueron tan rápido como vinieron. Mordí mi labio tentativamente sin alejarme de él por lo tanto aún podía sentir su respiración calmada sobre la mía. Odiaba que me tratara como un objeto al cual podía manejar a su conveniencia cuando quisiera, sobre todo odiaba el efecto que tenía en mi. Además, ni siquiera éramos amigos, él era tan solo el chico que se había encargado de arruinar mi vida.

-Novale-susurro-no te muevas.

Los dedos de Caleb cayeron sobre mi mejilla izquierda rozándola suavemente, sus ojos se clavaron una vez más a los míos aunque esta vez fui incapaz de descifrar su mensaje y sin más sentí como sus labios se pegaron a los míos, fue un beso sumamente delicado y completamente tierno. Sentía como su lengua buscaba la mía sin inmutarse, deslizó su mano por mi torso hasta dar con mi cintura y en menos de un segundo me envolvió en sus brazos para seguir besándome. Estaba paralizada. No podía mover ni un músculo a excepción de mis labios los cuales por alguna razón solo querían seguir pegados a los de él.

-Caleb estaba pensando que mejor...-Alice había entrado al lugar y de inmediato se paralizó al ver la escena. Me aleje rápidamente de Caleb en un pequeño salto y pase la mano por mi boca para así quitar cualquier sensación que èl haya dejado-lo lamentó, no sabía que...-bajo la cabeza apenada-lo lamentó.

-¿Qué quieres?-carraspeo él.

Lo mire atentamente contemplando como su mano izquierda se iba convirtiendo en un perfecto puño mientras suspiraba fuertemente y entrecerrabas sus ojos, cuando los abrió, brillaban con furia.

-Pensaba que tal vez era mejor ir con Inmaculada directamente-dijo ella manteniendo la calma-no creo que sus trabajadores sean de fiar.

Él asintió-Pensaba lo mismo, ahora ve por lo chicos, se hace tarde.

Asíntio y salió corriendo hacia adentro

-Voy contigo-me apresure a decir para seguirla, pero el agarre de Caleb me obligó a encararlo-suéltame-gruñí.

-Ya deja de alejarte-pidió-te he dicho una y otra vez que no te haré daño.

Negué suavemente con la cabeza-Ya me lo hiciste-gruñí liberándome de su agarre para ir con Alice.

~*~

Luego de que Caleb indicara la dirección de la manera más fría y cortante que pudo, llegamos. Eleanor quien ahora manejaba detuvo la mini van frente a lo que parecía ser un club nocturno. Bajamos inmediatamente.

Una vez en tierra firme los chicos comenzaron a esconder en sus atuendos algunas armas excepto Kattie, ella por alguna razón solo guardo unas cuantas navajas en su chaqueta. Caleb fue el último en bajar, aunque fue el primero en dirigirse hacia adentro.

-No te separes de mí en ningún momento-dijo mientas me tomaba de la mano, parecía una orden.

Cuando pasamos por delante de los chicos ellos de inmediato rodearon a Caleb en un círculo en el cual él era el centro, me dediqué a seguir sus pasos a la misma velocidad aunque una vez dentro del lugar, resultó difícil.

Había gente por todas partes, moviéndose en todas las direcciones, las luces de el neón y el bullicio de el casino dominaban cada esquina. Era un infierno celestial repleto de bailarinas con elaborado maquillaje, prostitutas con insuficiente aunque aceptable atractivo, hombres de negocios, trajes lujosos y dinero por doquier.
Pasamos junto a varias filas chicas haciendo bailes eroticos, las mesas de black jack hasta que nos detuvimos junto a la ruleta.

Kattie se inclinó sobre un hombre y le susurró algo al oído, él de inmediato adoptó una expresión de desaprobación.

-Eso no es de tu incumbencia-respondió alzando la voz por encima de la música.